“El Misterio von Bülow”

DEL CINE Y LAS LEYES

El Indicio Como Teoría

HORACIO ARMANDO HERNÁNDEZ OROZCO

“El Misterio von Bülow” también conocida como “Mi Secreto me Condena” (“Reversal of Fortune”) película estadounidense de 1990, dirigida por Barbet Schroeder; con la actuación de Jeremy Irons (Claus von Bülow), Glenn Close (Sunny von Bülow) y Ron Silver (Alan Dershowitz).

Claus von Bülow es acusado de dos cargos de intento de homicidio de su esposa Sunny, que ha quedado en estado de coma, siendo condenado a 30 años de prisión, por lo que contrata al profesor de leyes y abogado Alan Dershowitz para que se encargue de la apelación.

Es una adaptación del libro publicado en 1985, Reversal of Fortune: Sobre el Caso de von Bülow escrito por el propio Alan Dershowitz, quien fuera contratado por el millonario ejecutivo de la industria petrolífera y aristócrata de la alta sociedad neoyorquina Claus von Bülow; la trama judicial gira en torno a una teoría basada sólo en indicios, por lo que bastará comprobar otras posibles causas del coma.

LA ACUSACIÓN

Sunny, la multimillonaria heredera de la fortuna del magnate George Crawford, ha caído en un estado de coma bajo circunstancias sospechosas, siendo Claus von Bülow acusado de haber inducido dicho coma, mediante el uso de insulina, para lograr quitarle la vida a su esposa y así heredar su vasta fortuna.

La acusación se basa en dos hechos: el primero de ellos ocurrió en la navidad de 1979, cuando Sunny sufrió un coma, aunque despertó rápidamente, mientras que el segundo fue el 21 de diciembre de 1980, cuando fue encontrada desvanecida en el piso del baño de su mansión de Newport, en Rhode Island, donde vivía con su marido y sus tres hijos.

En ambos casos la pieza de evidencia primordial era que la esposa padecía de hipoglucemia, algo común en muchas condiciones de salud, por lo que un alto nivel de insulina le pudo provocar el coma, pero ¿cómo es que tenía la insulina en su cuerpo sino no era diabética?

El argumento del Fiscal recaía en que Claus utilizó una aguja (una pieza de evidencia que fue usada contra él en la corte) y un frasco de insulina para matar a su esposa.

En dos evidencias se basaba la teoría del caso ministerial.

LA CONDENA

El jurado encontró a Claus culpable y fue sentenciado a 30 años de cárcel; el aristócrata contrató al profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard, Alan Dershowitz, para apelar el caso.

La evidencia era contundente, pues los médicos que declararon en la Sala dieron razón de que efectivamente una alta dosis de insulina en pacientes con hipoglucemia podía causar un estado comatoso aunado a una atención tardía después de su ingesta.

Los testigos señalaban que dentro de un pequeño maletín negro que pertenecía a Claus se había encontrado una jeringa cuya aguja había sido recién usada, al igual de un frasquito con insulina.

Estas pruebas al igual que otras fueron la base de la condena.

LA APELACIÓN

Alan Dershowitz se encarga de la apelación; y aquí inicia un proceso de reconstrucción de los hechos, que incluyen las teorías de los numerosos involucrados en la defensa, como también la versión del sentenciado, descubriéndose el entorno lleno de intrigas, traiciones, infidelidades y roces existentes dentro de la familia von Bülow, que se vuelven claves para materializar la defensa legal.

Alan Dershowitz advierte que la teoría del caso se basó en dos pruebas indiciarias: la jeringa y el frasco de insulina, así que lo primero a rebatir es la obtención de las pruebas; nunca se le pidió al abogado que consultaron los hijos de Sunny que exhibiera sus notas, y todo indica que las pruebas se obtuvieron sin la intervención de la policía o de una autoridad judicial.

Sin embargo, en la segunda instancia no es permitido ofrecer nuevo material probatorio, por lo que el argumento en la alzada gira en torno a la ilegal obtención de pruebas.

La capacidad de rebatir las pruebas circunstanciales que fueron usadas en el juicio era clave.

María Schrallhammer, la empleada doméstica fue una de las principales testigos de cargo, quien aseguró que la primera vez que Sunny entró en coma, ella misma percibió que estaba en mal estado y le sugirió al señor Claus que llamara a un médico, pero él se negó, asegurando que su esposa estaba dormida.

También testificó que había encontrado un pequeño estuche negro en un armario del señor von Bülow, que contenía jeringas, una pasta amarilla, un polvo blanco y uno frasco de insulina; tras su análisis, se certificó que la pasta era una especie de Valium y el polvo, Seconal.

Von Bülow aseguró que Sunny no tenía problemas en que él tuviera aventuras, siempre y cuando fuera discreto. Agregó que, sin embargo, el motivo más fuerte de conflicto con su señora era que él quería volver a trabajar, pero ella ponía muchas objeciones a su deseo.

El trabajo de Dershowitz fue efectivo y la condena a 30 años fue revocada por el Tribunal Supremo de Rhode Island por motivos técnicos: parte de la información no se había puesto a disposición de la defensa y se habían enviado pruebas a analizar sin hacer el registro correspondiente.

En cuanto al estuche negro que encontró la señora Schrallhammer, la defensa argumentó que estaba en un armario compartido por la pareja, un lugar al que ambos esposos tenían acceso por igual.

Finalmente, el 10 de junio de 1985, von Bülow fue absuelto, y al salir sonriente del tribunal aseguró a la prensa: “Este fue un caso médico. No se trató nunca de un crimen”. Mientras su abogado le manifestó: “Legalmente esto es una victoria, pero moralmente usted está solo”.

Alan Dershowitz, entonces idealista en llevar casos pro bono, con el correr de los años agrandaría su fama generando controversias, al defender personajes como O.J. Simpson, Jeffrey Epstein y hasta al propio Donald Trump en el proceso de impeachment en 2020.

Sunny, de 48 años, murió el 6 de diciembre de 2008, tras 27 años, 11 meses y 15 días de estar en coma; en su habitación del asilo Mary Manning Walsh de Nueva York, siempre hubo flores frescas y una mesa con fotos de sus hijos y nietos; Claus von Bülow falleció a los 92 años de edad en Londres, Inglaterra a finales de mayo de 2019.

Pero ¿toda victoria legal tendrá que ser moralmente justa?

La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…


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