Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
No fue un descontón. Ahora sí, hay que admitirlo: 10 de los 11 ministros (tas) de la Suprema Corte de Justicia de la Nación declararon inconstitucional el delito de “ultraje a las autoridades” que promovió, mediante iniciativa de ley para reformar el código penal, el gobernador de Veracruz, Cuitláhuac García.
La sentencia de la Corte es con efecto retroactivo por lo cual unos mil 100 detenidos y sin juicio ni pena judicial, en 24 horas, es decir hoy, deberán ser liberados.
¡Se hizo justicia!
Pero, el perverso, pero, siempre aparece.
Imitando la actitud autócrata presidencial, Cui decidió por el camino fácil: cambiarle de nombre al delito y volverlo a incorporar al Código Penal estatal.
Decidió retar abiertamente la decisión judicial.
¿Qué sigue?
Nuevamente será presentada una acción de inconstitucionalidad y seguramente lo hará, otra vez, la Comisión de los Derechos Humanos, promotora en este caso ante la Corte, y con ello los y las ministras volverán a echar abajo la reforma que se haga.
No entender la separación de PODERES y menos aún ignorar que los fallos de la Corte son inatacables en calidad de garante de la Constitución con lo que se frena el abuso de poder de otros poderes, en este caso el Ejecutivo y el Legislativo.
Un ESTADO DE DERECHO se construye en cimientos sólidos y que resisten los embates furiosos no solo del poder Ejecutivo o Legislativo sino de los gobernadores, funcionarios de altos niveles y de simples y llanos humanos de a pie.
En el momento en que se desconozcan, por ejemplo, las normas que están concebidas para el Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial, todo se derrumba.
No será anarquía.
Será dictadura.
Porque en las dictaduras desaparecen o son controlados los Poderes Federales por quien cuenta con el respaldo de las fuerzas armadas y, por consecuencia, los poderes estatales y municipales sufren el mismo tratamiento.
Por la forma de actuar de Cui se observan dos elementos que conllevan a concluir que supone ser el dueño de Veracruz, de sus habitantes y de sus conciencias.
Los elementos a juzgar: 1.- Imita la forma de gobernar del Presidente López, a quien le importan un comino la Constitución y las leyes que de ella emanan y, 2- No entiende que la historia, la de hoy no la de mañana, ya juzgó a su amigo, el presidente, y el veredicto no lo favorece.
Carecer de carácter propio y recurrir al apoyo de su amigo, el huésped temporal de Palacio Nacional para que ejerza su fuerza frente a la Corte, es un despropósito total.
¿Qué les pasa a los cuatroteístas?
Si la transformación es para desaparecer la independencia de los PODERES, el fracaso los acompañará.
Quizá el presidente López mantenga su política agresiva y desproporcionada en contra los órganos autónomos y pretenda someter a la Corte como medianamente sometió al Legislativo, pero una personita, así en diminutivo, que cobra por desgobernar y que se encuentra en el cargo para mostrar su nepotismo sin ningún recato, que se atreve a retar al PODER JUDICIAL DE LA FEDERACIÓN, tiene que estar enfermo y no de poder.
Bien dice el refrán: Dale poder a un ignorante y crearás un tirano …
Ahora parece que tenemos dos. Un tirano y un tiranito.
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada
