Dictadores

Yo Campesino
•     Entrega el ganso dinero de mexicanos a imperios con pueblos empobrecidos y esclavizados
Miguel A. Rocha Valencia
Lo dicho, el dinero que se roban distinguidos personajes de la 4T va a dar a “paraísos” dictatoriales mediante transferencias disfrazadas y en maletas rellenas de dólares a cuentas de gobiernos y “empresas” de países como Cuba, Venezuela y Nicaragua para financiarse o bien a particulares a nombre de los remitentes, por eso no tienen registro de esos nuevos ricos mexicanos.
Por eso en ninguno de los casos manifiestos de corrupción, sustracción, desviación o subejercicios de dinero presupuestal hay culpables, sólo “responsables” sin que en ninguno de ellos exista la posibilidad de persecución judicial y menos aún castigo penal.
La sombra del ganso o caudillo, los cobija a todos y luego de cumplida la misión de saquear las arcas nacionales en beneficio de gobiernos extranjeros o financiar campañas en favor de los candidatos de Morena, incluyendo sobornos a personajes de otros partidos para someterlos o sumarlos, se les premia con un simple cambio de puesto.
Así están desde Ignacio Ovalle Fernández con los 15 mil millones de pesos que probadamente se robaron en Segalmex hasta Gabriel García Hernández excoordinador de Programas para el Desarrollo donde de acuerdo con las denuncias en la Secretaría de la Función Pública y la Auditoría Superior de la Federación, se generaron desvíos por cerca de 45 mil millones de pesos lo mismo en el condicionamiento para entregar apoyos, así como la entrega de los mismos a muertos, desaparecidos o “inexistentes”.
Lo mismo con Alejandro Esquer y el carrusel de depósitos bancarios, la recaudación de fondos de los señores Pío y Martín López, además de los dineros oscuros que llegan de “apoyos” al movimiento que de algún lugar salen y que luego se ven reflejados en campañas en favor de candidatos de Morena o en transferencias hacia el extranjero que extrañamente no registran ni el SAT o la Función Pública, ya que por lo general, son producto de “pellizcos” o tarascadas a los presupuestos federal o estatales.
El caso es que en la medida que se conocen esos desfalcos, se conoce también el destino de los mismos, que incluye desde luego el enriquecimiento del encargado de operarlos, pero que en el caso de Segalmex, queda claro que muchos de los dineros perdidos y destinados a productores nacionales, se fueron a compras fantasmas especialmente a Venezuela, que pudieron ser para leche, azúcar o cualquier otra cosa, incluyendo un petróleo de intercambio que nadie sabe dónde quedó.
La lana se fue a ese país seguramente a cambio también de los asesores militares e ideológicos que nos envían desde allá disfrazados de apoyos logísticos y asesorías en comunicación mediante adjudicaciones oscuras donde ni siquiera se registran solicitudes.
Simultáneamente nos enteramos de que los tales médicos especialistas llegados de Cuba no son lo uno ni lo otro y que si acaso los líderes de tales misiones reciben un cursillo intensivo de una semana antes de llegar a México. Por ello se pagan millones de dólares al gobierno isleño pues al presunto personal médico aquí se les mantiene de todo a todo, incluyendo “gastos”.
Algunos dicen que se trata de una vil explotación esclavista de pasantes de medicina y otros afirman que nos envían a otra pléyade de ideólogos y especialistas en contención de inconformes, eso sí al estilo de la isla, donde su dictador, Miguel Díaz-Canel, con todo cinismo dijo que el mesías tropical mexicano encabeza un programa donde bajo la asesoría cubana se pretende instaurar un sistema izquierdista de gobierno.
Y está bien, de izquierda o derecha, en esencia eso no importa, lo importante es que el modelito no incluya la dictadura al estilo cubano.
También durante la semana que concluyó se puso en evidencia que la dictadura de Daniel Ortega en Nicaragua recibe dinero de los mexicanos a través de los 130 contratos opacos para no variar que se le han entregado a Elías Gerardo Valdés Cabrera, cónsul honorario del reyezuelo centroamericano en Coahuila y Nuevo León.
Se le han otorgado a Seicsa contratos por más de tres mil millones de pesos para dar seguridad a instalaciones de Migración como la de Ciudad Juárez, Chihuahua donde murieron 39 centro y suramericanos, así como IMSS, CFE, Banco del Bienestar y el INDEP y otras dependencias a pesar de la prohibición ordenada por el caudillo de no otorgar ese tipo de transacciones a privados.

Es decir, los mexicanos no sólo pagamos la corrupción evidente y denunciada con pruebas de la 4T sino además la ambición dictatorial de su profeta que intenta eternizarse en el poder al menos hasta que muera, ya sea por él o a través de un pelele. La cuestión es si lo logrará.

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