Por Alberto F. Mena Mallen
Existe un tema de la 4T con poco trato como es el de los Ciudadanos Alertadores internos y externos de la corrupción, creados por este gobierno e instalados en la Secretaría de la Función Pública, quienes tienen el encargo de denunciar a quienes se atrevan a cometer dichas ilegalidades.
El asunto lo traigo a colación, ante los ajustes en el comportamiento de los mexicanos ya sea a título personal o colectivo y todo por la inseguridad de diversos tipos que existe en lo personal y en el país, y por la cual nadie confia de nadie, ya ni en nuestra sombra, como antes. Nos volvemos poco a poco inmorales.
Recuerdo que para ir a Ciudad Universitaria, en los años 80’s y 90’s, estudiante de provincia con pocos recursos, me iba de aventón desde donde estuviera; había quienes me acercaban a la facultad porque no era su rumbo, pero si existía los que me llevaban hasta allá.
También hubo como cuatro viajes desde la Ciudad de México hasta Coahuila, y todo por la aventura. De la misma manera, había confianza para que nos permitiesen subir a los vehículos, ya sean camiones de carga o particulares. Ahora, ni pensarlo.
En uno de esos viajes desde Coahuila hasta la capital del país, un señor que nos subió a su coche en Saltillo, al llegar a Matehuala, SLP, nos invitó a cenar en un paradero.
Al verlo cansado, le preguntamos que si queria que nosotros podiamos manejar para que descansara. Saliendo de la hosteria, simplemente me aventó las llaves del coche y sólo obervó por algunos minutos la forma de conducir, y se quedó dormido hasta llegar al entonces Distrito Federal.
Como pago por esta ayudadita nos llevó hasta nuestro domicilio. Hubo confianza de todos y no paso nada. Ahora lo menos que puede suceder es que se roben el vehículo o nos matan.
Anteriormente, de la misma manera podìa uno ayudar a cualquier persona que lo requiriera, como algun viejito o persona mayor o mujer atacada verbalmente en cualquier transporte público. Ahora nada de eso es posible porque pueden acusar a uno de todo. Incluso, en una ocasión me levanté del asiento de un vagón del Metro para dárselo a una señora y solo recibí improperios, así que me hice selectivo para esta acción. Eso le pasa a uno por ser caballero.
Ahora ya no puede uno lanzar piropos, ya que las feministas lo consideran ataques a su persona. Y hay ejemplos, en la UNAM, donde algunos chamacos han sido acusados por acosar a sus compañeras pero en un sentido coloquial, muchos de ellos sin el dolo de lastimarlas, lo que les ha generado una sanción que va de la amonestación, suspensión de sus actividades escolares por seis meses o de plano expulsión de la universidad.
Y como es la época de las mujeres, de las feministas, pues está de moda hacer acusaciones en este sentido. Se perderán todas estas costumbres con lo que está sucediendo, como el tener ahora a los “ciudadanos alertadores”, quienes al parecer serán los “soplones” de la 4 Destransformación, ya que vendrá a modificar nuestra cultura en todos los sentidos.
Y ya es un hecho, puesto que existe un acuerdo emitido el 9 de junio de 2020 y publicado en el Diario Oficial de la Federación y existen quienes los comparan con los Verdugos Voluntarios de Hitler, libro que escribió Daniel Jonah Goldhagen y que describe los que fueron quienes acusaban en “secreto” a los judios para que los arrestaran, muchos de ellos muertos en los campos de concentración
Habría que preguntarse con estos ciudadanos alertadores, ¿quienes serán los que juzguen a los acusados?, ¿habrá rencillas personales?, ¿acusaciones sin sustento?, ¿cambiará la justicia hacia la secretaría de la Función Pública?, ¿que será de las áreas encargadas de la administración y aplicación de la justicia?, ¿habrá una nueva cultura del desquite personal? Existen muchas dudas y cuestionamientos que se presentarán conforme se conozca mas el proceder de estos servidores de la nación.
Algo parecido a los también servidores de la nación, que más que dedicarse al servicio de la ciudadanía, han actuado como promotores del voto en todo el territorio nacional, y de valla al propio presidente cuando anda de gira, particularmente donde hay ciudadanos inconformes al no darles respuesta a muchas inquietudes y carencias.
Puras loqueras.
El acuerdo emitido por el Jefe del Ejecutivo Federal tiene sus lineamientos. El alertador, dicen, es toda persona física que hace del conocimiento de la Coordinación General, una alerta –super confidencial y anónima-, a través de una plataforma creada exprofeso para ello, sobre el cohecho, peculado y desvío de recursos públicos.
En la página web se preguntan ¿Por qué confiar en nosotros? Y explican que la Plataforma garantiza en todo momento el anonimato de las alertas, la confidencialidad de las comunicaciones y la identidad del alertador. Pero quien lo hará efectivo, ya que, con el proceder de este gobierno, lo único que se puede garantizar es que se tiene uno que cuidar del vecino, del compañero del trabajo, de los amigos, familiares y hasta de nuestra sombra.
Y sugieren como importante, no enviar alerta desde tu lugar de trabajo para que no pueda ser rastreada. Agregan que existen dos opciones para realizar la alerta de manera anónima: la básica que es el utilizar nuestro navegador, pero sin facilitar los datos de identificación y de contacto.
La otra es la avanzada, que permite garantizar plenamente, el anonimato de la comunicación en el entorno digital al utilizar una red de “anonimización” y la herramienta más utilizada es la red TOR y la forma más sencilla de utilizarla es el descargar e instalar el navegador Tor Browser que se obtiene de la página: https://www.torproject.org/download/download-easy.html.es .
Se preguntan ¿por qué se ha creado este mecanismo de participación y colaboración? y la respuesta es para fortalecer la integridad de la Administración Pública Federal (APF); también como mecanismo de participación ciudadana en el combate a la corrupción y la impunidad; y, para garantizar el anonimato de las alertas y la identidas del alertador.
Mujeres no se peleen con sus complementos, nosotros les ayudamos a luchar por sus derechos, para salvar a la familia, no ayuden a destruirla.