El Sufritorio (sic)

Las Revueltas de Silvestre

Por Silvestre Villegas Revueltas

Hace ya mucho tiempo, ahora periodista de un importante medio de información nacional les decía a sus padres que su existencia era un “sufritorio”, porque en ese momento padecía una importante enfermedad. Hoy a inicios de abril, y no en el arranque sino en la potencialización de las campañas políticas para renovar el Poder Legislativo en su cámara de diputados amén de muchas elecciones estatales, puedo expresar como dijo aquel colega que estoy experimentando un auténtico sufritorio cada vez que en la radio, la televisión y la red me toca oír la retahíla de anuncios diseñados por TODOS los partidos políticos y ominosos adláteres.

El común denominador en los anuncios partidistas, es que los del PRI, PAN, PRD, VERDE, PT, MC y PES en sus críticas a lo que sucede hoy en día en el país, olvidan que el pueblo mexicano sí recuerda las rapacerías que cometieron por lo menos en los últimos veintiún años y siguen cometiendo en la actualidad con mucha irresponsabilidad en medio de un escenario de honda polarización, alimentada por tirios y troyanos. En cuanto a MORENA, sus anuncios acompañados con jingles propios de jabón Camay me recuerdan en su tono, en su asepsia y falta de autocrítica, a los realizados en las mismas circunstancias electorales por despachos de publicistas durante las pasadas administraciones de Peña, Calderón, Fox, Zedillo y Salinas. En cambio, sí es diferente el tono y la perspectiva de la hoja panfletaria titulada “Somos la Esperanza” que en su número tres, y entregada a la puerta de las casas, evidencia un diseño propio de la izquierda del siglo XX. Subraya el panfleto morenista que, para ahondar en el proceso reformista que quiere la 4T debe materializarse un golpe de timón respecto a las políticas públicas desplegadas en el país más de medio siglo atrás; en la portada, el llamado por medio de un megáfono me recuerda las campañas publicitarias de los aliados durante la Primera y Segunda Guerra Mundiales, en particular la revolución -explícitamente no mencionada- por el gran timonel, léase el camarada Mao o recientemente Putin, Erdogan, Trump, Bolsonaro, Chi y el propio López Obrador. De la misma forma los panistas de la alcaldía Benito Juárez regalan banderines y pancartas donde se lee “territorio panista” como si fuera demarcación de los zetas, y en sus hojas parroquiales critican el despilfarro y corruptelas del gobierno federal, cuando para los sufridos habitantes de la alcaldía es evidente la corrupción al constatar que en algunas calles secundarias de la demarcación se decidió reencarpetarlas con concreto hidráulico, técnica propia para autopistas con tránsito pesado y no para las pequeñas calles de la colonia Nápoles. Lo anterior, amén de un rosario de modificaciones innecesarias como el cambio de señalización en las calles: quitaron las de metal (???) y pusieron unas de plástico que durarán poco.  Seguramente algún compadre recibió un buen contrato.

Sigamos en el sufritorio. Editorialistas como Aguilar Camín, Zuckerman, Pascal Beltrán del Río y una pequeña cauda bien identificada, de dos años atrás se han rasgado las vestiduras porque Morena y sus aliados partidistas han detentado una mayoría en las cámaras de Diputados y Senadores que ha votado para hacer efectiva diversas modificaciones constitucionales, etc. ¿Es una artimaña de López Obrador o es, simplemente, una práctica común en los gobiernos que tienen mayoría en una determinada legislatura? George Bush padre utilizó la mayoría republicana para dar paso al TLC, los españoles Aznar y Rajoy en sus primeros gobiernos se alzaron con una mayoría absoluta en el Congreso de los Diputados y reformaron todo lo posible frente a la impotencia del PSOE y otros partidos que tuvieron que aguantar vara. Donaldo Trump arrasó en la elección que lo llevó a la presidencia, vio disminuida su mayoría en las elecciones intermedias y mañosamente transformó durante su mandato al Suprema Corte de los EEUU en un sentido más conservador. Sas. ¡¡Qué truculento y singular el hoy líder del movimiento conservador dentro del partido Republicano!!

Lo último sucedido en la república vecina nos lleva al siguiente punto. La comentocracia mexicana y los intereses detrás de la oposición al gobierno de López Obrador han señalado que la ruta de acción es quitarle al presidente y su gobierno la mayoría que tiene en el Poder Legislativo. Para quien quiera ver más allá de su zapato es una verdad evidente que en Francia, Inglaterra o México, en las elecciones intermedias los electores castigan al gobierno en turno. Es una verdad de perogrullo que la administración en funciones se desgasta desde el primer día que comienza a gobernar, y en el caso mexicano el desgaste inició cuatro meses antes de que empezara el periodo constitucional, en el no lejano 1° de diciembre de 2018. El escenario que quiere la oposición a López es el inmovilismo constitucional, la parálisis legislativa o peor, la contrarreforma. Ello lo comprendieron muy los estrategas del PRI al iniciarse la administración de Peña Nieto y por eso se negoció e impulsó el Pacto por México, pero todo se desnaturalizó en demérito del progreso que debería haber experimentado la república.

El sufritorio es tener protocampañas, precampañas y campañas electorales a lo largo de los años. Las campañas distraen lo que debería ser el trabajo de tiempo completo de las autoridades que el pueblo eligió para que hicieran bien su trabajo. Ello es el pacto y no el de las feministas radicales. Las campañas deberían circunscribirse a dos meses antes de la elección y prohibirse cualquier sucedáneo anterior al periodo establecido. Pero yo sé que las campañas electorales son un negocios millonario para miles de gentes;  muy cara para la ciudadanía QUE NO DEBE VOTAR por aquellos partiditos que nacen y mueren en una elección.

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