*Decisiones del Ganso Aumentan Deuda Pública, Inhiben Inversión y Merman Confianza-País
Por Miguel A. Rocha Valencia
Sin necesidad de contratar deuda nueva, las decisiones del gobierno de Cuarta y devaluaciones, le costarán al país hacia finales de 2021 más de 18 puntos del Producto Interno Bruto, algo así como 5.4 billones de pesos, a los cuáles deberán sumarse más de 35 mil millones de dólares de inversiones y contratos cancelados, porque así se le ocurrió al Ganso de Macuspana.
Pero, además, en la industria generadora de energías limpias, si se realiza la reforma propuesta por el Mesías de la 4T, se deberán pagar, de acuerdo con Plataforma México, Clima y Energía, cerca de 20 mil millones de dólares, de los cuales, 16 mil 783 millones de dólares corresponderán a la infraestructura contratada, y el resto por los reclamos de utilidades no generadas a 15 y 20 años. Y todo por dar primacía a la Comisión Federal de Electricidad y las energías “sucias” consumidoras de combustibles fósiles.
Se sumarán esos dineros a la deuda de fibra verde de ocho mil millones de dólares por la cancelación del aeropuerto de Texcoco, los cuales se pagan con los ingresos de la actual terminal aérea de la Ciudad de México, a plazo de 19 años, de los cuáles ya “sólo” faltan 18, dejando sin dinero para el mantenimiento y posible ampliación del AICM.
Ni hablar de la cancelación de inversiones que tan sólo por los españoles se calculaban en 13 mil millones de dólares para la generación de energías limpias. A cambio, se continúa apostando, a contrapelo del mundo, por el uso de hidrocarburos y carbón. Ahí se incluyen los nueve mil millones de dólares (serán más) para la refinería de Dos Bocas, cuya utilidad es cuestionada ante la baja producción de petróleo y su decreciente consumo.
El caso es que como sucedió con el NAIM, la cancelación de proyectos y contratos no sólo abultarán la deuda de los mexicanos –los de la Cuarta, tarde o temprano se irán- sino que, además, se paga un alto costo por la desconfianza internacional y nacional de los empresarios cada vez más reacios a invertir en México.
Tan sólo de los proyectos existentes, empresarios mexicanos y sus socios extranjeros, consideran que podría colocarse más de dos billones de pesos, pero como el gobierno no pone su parte en inversión porque todo lo destina a sus programas clientelares, de plano mejor no se arriesgan y sólo van sobre obras de corto plazo y envergadura. Temen que en cualquier momento desde Palacio Nacional les digan que son rateros y explotadores, les quiten concesiones y si no pierden, no obtendrán utilidades.
Por eso, los Hombres de Negocios consideran que mientras la 4T no ponga su parte, ellos no van a arriesgar en proyectos superiores a dos o tres años y menos con características trasnacionales.
Los expertos del FMI consideran que a México dejan de llegar inversiones en sólo dos años por un monto de 35 mil millones de dólares al tiempo que muchos capitales foráneos liquidan liquidaron un monto similar en deuda del gobierno.
El mismo organismo considera que durante 2021 la deuda de México seguirá en aumento y posiblemente alcance hacia finales de año niveles históricos que representarán el 63 por ciento del PIB nacional, cada punto se calcula en 288 mil millones de pesos, es decir el equivalente a 18 billones 144 mil millones de pesos.
Esto es que, mientras la pandemia crece y mata a más mexicanos, ya son más de 160 mil, y el crimen organizado asesina a más de 72 mil cristianos, las deudas crecen y con ello disminuyen las posibilidades de recuperación del país, cuyo actual gobierno deberá destinar más dinero presupuestal para cubrir el servicio de dichas deudas, en especial las expresadas en dólares. Es decir, habrá menos para invertir y repartir.
La verdad es que, entre pandemia y economía, el país marcha a un desastre de proporciones inimaginables. Las consecuencias de todo esto, que puede derivarse de la ignorancia, venganza o perversidad, las pagaremos todos los mexicanos. Los de la Cuarta, espero que algún día se vayan y dejen de causar tanto daño.
¿Recuperación? Algún día.