Por Emilio Hill
Signo de los tiempos o de plano una muestra de agotamiento ante la cuarentena mundial, películas de medio pelo ocupan los primeros lugares en las tendencias en redes. La industria del entretenimiento no para pues, y cualquier oportunidad hay que aprovecharla. Un claro ejemplo Extraction (Misión de rescate, Sam Hargrave, 2020), protagonizada por Chris Hemsworth en esta ocasión prófugo de Thor, pero anclado eso sí, en el héroe de acción de la corrección política.
Porque no es lo mismo el protagonista hiper violento de los años ochenta, emblema de la era Reagan, que el muchacho chicho de la película gacha de la plataforma de moda, en este caso Netflix. Ahora, para no traumar al público objetivo, el duro del filme debe tener corazón de pollo. No más el cinismo todo terreno del arquetipo a la Bruce Willis o el traumado de humor crepuscular en tono de Rambo. Los tiempos exigen mayor sensibilidad a sus héroes cinematográficos. Y eso les da Extraction.
Filme basado en una novela gráfica de Ande Parks, y producida por los hermanos Joe y Anthony Russo, el ritmo –con excepción de un plano secuencia hacia la mitad del relato muy bien logrado- , está pensado para la televisión . No hay grandes sorpresas, pero buenos momentos de acción, hay que conceder. Un trabajo de molde que cumple y no sorprende, pero tiene la delicadeza de ser honesta al público al cual se dirige: menores de treinta que de seguro se hubieran traumado de ver las andanzas de Rambo o la incorrección de la pareja Gibson –Glover en la saga Arma mortal.
Un mercenario de pasado – claro- tormentoso- Rake (Hemsworth) , debe rescatar al hijo de un narcotraficante de la India, secuestrado por una banda rival, el adolescente solitario y medio nerd Ovi (Rudhraksh Jaiswal). Lo que inquieta al héroe de la película poco importa, aunque nos los cuentan hacia la mitad del filme.
La misión sale bien, pero pasado un tiempo, inicia la corredera. Al principio Rake se muestra reacio con Ovi, pero el chavo lo sensibiliza y bla, bla, bla. Es decir, todo protagonista hiper violento, en las épocas que corren y las plataformas de moda deben ser presentados deslactosados, con cereza en medio y lagrimita a medio cachete. Así los tiempos.
Lo anterior es la gran desgracia y el mérito principal del filme. Desgracia para la generación A.C (Antes de la corrección) y la que vino después, que devora contenidos streaming.
Y el filme corre pues entre persecuciones de narcos y nuestro héroe que chilla y se atormenta dulcemente en buena parte de la historia y un villano que es tan malo que avienta niños por la azotea, en una escena desternillante y lo presentan como el Pablo Escobar de la India.
Ya si de plano no se puede abstraer de la moda en redes en cuanto a Streaming se refiere véala. Sí no, pues mejor evite la pena de ver a Hemsworth en tales situaciones.