*Sobre Todo el Médico y de Reuniones
Por Arturo Lino Guzmán
Resulta muy estresante referirse permanentemente al tema del Coronavirus, pero en nuestra profesión es inevitable no hablar de la pandemia que ocasiona en todo el mundo el llamado científicamente COVID-19, pues estamos a merced de una letal enfermedad que tiene aterrada a la humanidad, sobre todo porque ha cobrado decenas de miles de vidas en todo el planeta y no es difícil suponer que este mal, cambiará estructuras sociales y políticas en todos los países, ya que se tendrán que ver las cosas de manera diferente.
Los daños serán incalculables, pero en el caso del sector salud, tendrá consecuencias muy devastadoras y ya está demostrado que los sistemas médicos de todas las naciones desarrolladas y subdesarrolladas colapsaron ante el embate de un enemigo desconocido que surgió espontáneamente y que puso en evidencia a muchos gobiernos y a su clase política que no está preparada para hacer frente a las nuevas enfermedades, pues no invierten en investigación o capacitación de personal médico y lo que es grave, no cuentan con planes de emergencia para atender y controlar casos como el presente. La improvisación ha sido la constante en el último mes y con ello se han mostrado las debilidades de las autoridades.
El sector turístico, no es ajeno a este panorama y las condiciones que se presentan son difíciles ya que la pandemia paralizó las actividades hasta en más de 80 por ciento en los centros recreativos, con pérdidas económicas para los prestadores de servicios turísticos ya que sus ingresos se redujeron de manera considerable a tal grado que se están solicitando apoyos para paliar la situación que al parecer durará meses más, con lo que las inversiones podrían sufrir un retraso y con ello complicar más el desarrollo del turismo en México.
Ya la organización Mundial de Turismo (OMT) vaticinó que el turismo mundial caerá entre 20 y 30 por ciento este año con pérdidas económicas que fluctúan entre los 300 y 450 mil millones de dólares y México no será excepción de tener una contracción, quizás mayor a esos porcentajes pronosticados por el organismo internacional y si bien las noticias no serán nada positivas, lo interesante será saber si la actual experiencia dejará algo de enseñanza para enfrentar eventos de salud o de otra naturaleza y si se tendrá capacidad de respuesta e impedir un retroceso en el sector.
El turismo médico es uno de los segmentos que ha crecido en los últimos años en el país, sobre todo en la zona fronteriza que tiene la infraestructura hospitalaria para atender a pacientes de Estados Unidos en las áreas odontológica, cirugías plásticas, porque los servicios resultan más económicos, pero con un alto grado de calidad por la especialidad de nuestros médicos
Este segmento al igual que el Turismo de Reuniones, serán severamente afectados, porque en el primer caso, el tránsito de Estados Unidos a México, está prácticamente detenido y por consecuencia el número de pacientes que buscan atención y por las condiciones de seguridad para evitar contagios se verán reducidos y en el segundo, porque los eventos masivos están suspendidos.
El balance los conoceremos dentro de un par de meses, si es que no se complican las cosas, lo que si es cierto es que la población sufre un elevado estrés por esta pandemia que puso a prueba los modelos económicos de todos los países, a sus instituciones y a las organizaciones sociales.
Entre la población hay un sentimiento esperanzador de que pase pronto el problema, a la vez de que hay incertidumbre en cuanto a lo que le espera duda de lo que viene en el futuro. La espera se hace eterna y la impaciencia ya asoma
Son más de 10 millones de personas en México que viven del turismo y otro tanto son empleos indirectos que gravitan en torno a las actividades turísticas, pero las cifras que ya dio a conocer el propio titular de Sectur federal, Miguel Torruco Marqués hizo saber que en la semana trece que abarca del 23 al 29 de marzo de 2020, la cantidad de asientos de avión programados hacia nuestro país de los destinos emisores de turistas fue de 65 mil 953, lo que representa una baja de 24.3 por ciento, aunque para la semana quince se prevé una recuperación.
Externó que abril y mayo serán cruciales para poder pronosticar y reconsiderar los datos finales al cierre del presente año, en los que también se tomarán en cuenta la suspensión temporal de operaciones hoteleras, restaurantes, agencias de viajes, grupos y convenciones, y situación de las escuelas de turismo, entre otras actividades del sector.
No sabemos hasta cuándo va a terminar esta crisis, lo que si es cierto es que se van a cambiar las estructuras en la forma de hacer el turismo y esperamos que sean para bien de todos.