La Calaca se Pasea por Todo México

Por Alberto F. Mena Mallen

Paso a paso la calaca ronda por todo el territorio nacional y el mundo y se congratula de tener aquí a un gobierno de funcionarios incapaces de detenerla. Camina aprisa para llevarse a los más que pueda y sin obstáculos a la vista. Fueron los deseos del responsable de la pandemia en México Hugo López-Gatell: que todo mundo se infectara para crear lo que se llama inmunidad comunitaria, también llamada “inmunidad de rebaño”.

Apenas se vislumbran las vacunas, en las que la administración del morenista se apoya para que se detengan los fallecimientos que se les carga en el costal de las malas acciones que operan los plebes de López Obrador. Más de 150 mil muertes en Mexico.

Va tan rápido la flaca que ya merito alcanza a la India –que va en el tercer lugar mundial por muertes, antes está Brasil y en primer lugar los EU-, que al parecer va de gane contra este flegelo mundial y si no la paramos en esta nación, tal vez lleguemos a las cifras espeluznantes de los Estados Unidos (Más de 300 mil fallecidos).

Al redactar estas lineas apareció el libro de la doctora Laurie Ann Ximénez Fivie, “Un daño Irreparable. La criminal gestión de la pandemia en Mèxico”, donde relata desde que inició este mal en China hasta los pormenores que se tienen en nuestro paìs.

En su introducción analiza en una forma concisa lo que ella ha vivido desde que murió el primer paciente en México y cita en una forma directa, científica y académica –no política), lo que ha sucedido con el manejo del Coronavirus en territorio mexicano.

Para comenzar, afirma que este hecho no fue un evento impredecible o inconmensurable y que los resultados que se viven hoy son consecuencia directa de las decisiones que se tomaron. “Tuvimos el privilegio incalculable de contar con dos herramientas de las que carecieron en otras regiones del mundo: tiempo y aprendizaje previo. El relato de las experiencias de Asia y Europa, sus aciertos y errores en el manejo de la pandemia llegaban a nuestro país y aún teníamos tiempo para prepararnos. Supimos rápidamente que actuar tarde y con tibieza ante un evento epidémico transmisible de esta naturaleza termina pagándose con vidas humanas”.

Agregó en su libro que hubo “insistencia de que la enfermedad por COVID-19 no era más grave que la influenza, cuando veíamos que, en donde se permitía que golpeara, dejaba estelas de muerte; la reiterada simplificación de lo que a leguas se avizoraba como un evento potencialmente catastrófico requería acciones complejas para contenerlo. La decisiòn del responsable de la pandemia en Mèxico no fue un error sino una decisiòn al buscar desde un principio el que se contaminara la mayorìa de los mexicanos”.

Existiò un “espectáculo cada vez más descaradamente demagógico y teatral en el que se convertían las apariciones públicas de  López-Gatell, en las que se llegó a ver al subsecretario ignominiosamente sonriente y complacido por ser llamado rockstar o sex symbol. Para marzo era claro que el discurso y las decisiones en torno a la pandemia en nuestro país adoptaban cada vez tintes más político-demagógicos que académico-científicos: contradiciendo las bases científicas para lograr la contención y el control de una enfermedad infecciosa con potencial epidémico, López-Gatell había decidido que en México no se procuraría evitar la expansión de los contagios”.

Directa y sin rodeos la investigadora de la UNAM subrayó: “Cualquiera que sepa dos cosas de infectología, inmunología y hasta de epidemiología entendió con claridad lo que ese hombre estaba proponiendo, basándose en suposiciones que carecían de sustento científico alguno. Su mensaje fue: la enfermedad es solo una más de tantas infecciones respiratorias virales que se curan espontáneamente, representa un riesgo minúsculo de muerte y confiere inmunidad protectora y duradera, de ahí que lo deseable y menos molesto para todos era simplemente dejar que la gente se infectara, para que en nuestro país se fuera conformando la inmunidad comunitaria, también llamada «inmunidad de rebaño»” y ello ha provocado que sigan las muertes, ya que no se ha querido enmendar los fallos que se tuvieron desde el inicio de la pandemia.

Con una fuerte crítica a sus actitudes cada vez más negligentes e indolentes relató algunos hechos como el permitir festivales de 3 mil personas que se presentó desde el inicio de la pademia, o usar un semáforo que posteriormente desestimó al considerarlo irrelevante. Afirmó la doctora Ximénez Fivie que “Las acciones y los mensajes del subsecretario de Salud han tenido siempre una dosis de ambigüedad y contradicción. Han sido muchos sus mensajes encontrados”.

Mencionó que la falta de pruebas fueron insuficientes para controlar el tamaño de la pandemia por lo que en la práctica, miles de mexicanos se han infectado todos los días lo que ha llevado a la muerte a miles de personas.

“Basando sus decisiones en ocurrencias, su continua desestimación del cubrebocas como herramienta eficaz para prevenir los contagios y su infundada reiteración de que los casos asintomáticos no contagian la enfermedad, cuando, desde marzo —y desde hace décadas, en el caso del cubrebocas—, había cúmulos de evidencia científica que demuestran lo contrario. No es descabellado pensar que el motivo para difundir semejantes absurdos entre los millones de mexicanos que lo han escuchado en sus ruedas de prensa era, justamente, lograr que la gente se contagiara lo más rápido posible. Finalmente, esa sería la meta si la estrategia que se persigue es alcanzar la inmunidad de rebaño. De ahí surgio la idea entre los ciudadanos de que el gobierno queria que se murieran “los que tengan que morirse”.

Aclaró que “Ni es psicópata o asesino” sino todo un profesional que se dejó llevar por los reflectores; no usó el termino de genocidio para elaborar estas ideas.

“Simplemente es un político que procura asegurar y engrandecer su posición, agradando con soluciones expeditas y económicas a su jefe, el presidente de la República. Es cierto que el resultado de sus decisiones ha sido la muerte de miles de personas, pero nunca he pensado que matarlas haya sido su intención u objetivo”, escribió.

Dejó en claro que “su incapacidad para rectificar y cambiar de rumbo son lo más imperdonable de todo. Esa actitud demuestra no solo soberbia e indolencia, sino que también deja claro que su papel es político y no científico”.

fermallen@gmail.com

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