Por Alberto F. Mena Mallén
Es necesario que suceda un acontecimiento como el que pasó en Torreón, Coahuila, donde el pequeño José Ángel de 11 años, estudiante del sexto año de primaria en el Colegio Cervantes matara a una profesora, hiriera a cinco compañeros y un profesor y él se suicidara para que reflexionemos sobre el tema en todo el territorio nacional y mostremos las carencias que tenemos como sociedad, la falta de preparación ante el encumbramiento de las redes sociales y nuestro comportamiento humano.
Así está el país en este renglón y en muchos otros que se debaten cada vez que se presentan los hechos como el de la violencia, los feminicidios y su aumento, entre otros muchos más. Sabemos cómo sociedad que, en nuestro país era una excepción el que un pequeño o niño fuera un asesino. ¿Se estarán perdiendo los valores familiares con la modernidad y la era digital y sus redes sociales? O de plano no existe la atención adecuada a los mismos y se dejan a un lado hasta que nos aprieta el zapato.
Después de este hecho en Torreón, apareció un mensaje en Facebook que transcribo:
“A LA MEMORIA DEL PEQUEÑO JOSE ÁNGEL
“José Ángel todos en tu comunidad, en tu estado y en tu país nos quedamos muy consternados por tu decisión que sacudió de golpe nuestra realidad. Muchos juzgan la memoria de tu pequeña persona haciéndote ver cómo un abominable asesino.
“Pero otros te creemos víctima y nos sentimos culpables de no haber hecho lo correcto contigo. Culpables por no entenderte y ser parte de una sociedad violenta, corrupta y disimulada, perdiste a tu mamá, que quedaste a cargo de tu abuelita y que tu papá poco te visitaba.
“Supe también que pasabas por un mal momento en la escuela y que eras un niño muy aplicado. Nadie te escuchó, nadie puso atención, nadie te tendió la mano, te fallaron los tuyos y te fallamos nosotros. Te faltaron amigos y hoy te sobran juzgadores.
“Los políticos y funcionarios culpan a los videojuegos, a la música o al You tube.
“Siempre que pasa algo nadie se hace responsable y todos culpan a todos, eso sucede pequeño cuando la cobardía nos gana. ¿Cómo llegaron esas armas tan potentes a tus pequeñas manos? ¿Cómo aprendiste a usarlas? ¿Quién te entrenó? Son preguntas que los fiscales y peritos se hacen, pero yo me hago unas que va antes de todas estas.
“¿Alguien te dijo que te amaba hoy por la mañana? ¿Alguien te dijo que eras importante? ¿Alguien te hizo sentir especial?… Tengo dos hijos más o menos de tu edad, y con lo que hoy pasó me dejas una gran tarea, para con ellos y para con los demás.
“No eras un niño malo, no fue tu culpa y debes descansar en paz. Yo voy a pedir por ti, por tu descanso, porque Dios sabe de tu inocencia y tiene bien claro en dónde están los responsables y los culpables, que en realidad somos todos aquellos que lo pudimos evitar, pero estuvimos muy ocupados en cosas sin importancia.
“Descansen en paz tú y tu maestra, mi solidaridad con las familias de tu escuela, Dios le de salud a tus compañeros y a nosotros inteligencia para entender que el amor que te negamos, fue campo fértil para que creciera el odio y en eso, nada bueno florece. Duerme pequeño, yo nunca dudaré de tu inocencia”.
Este mensaje explotó entre los “facebookeros” con 58 mil personas que realizaron 11 mil comentarios sobre este asunto y 95 mil que lo compartieron. Hubo quienes relataron sus experiencias de vida en la escuela a esa edad y predominó el maltrato entre los compañeros en ese y otros niveles escolares, violencia que predomina hasta nuestros días y no hay quien lo detenga hasta la fecha, lo que sigue generando problemas emocionales entre la comunidad escolar y que hace que a futuro dicha persona cargue con problemas que poco son atendidos.
Los medios de información cuestionaron la posible influencia del videojuego “Natural Selection”, por la vestimenta que el estudiante portó durante los hechos, lo que pudo haber influido, pero realmente se desconocen sus resultados, porque no se conocen las investigaciones al respecto.
Se ha comentado de todo, pero realmente se conocerá lo que le sucedió a José Ángel, si la autoridad correspondiente realiza todas las investigaciones que se requieran, lo que conducirá posteriormente a un mayor y amplio debate de lo que se tiene que hacer en los Estados y en el país completo para evitar caer en una situación donde personas inocentes pierdan la vida por una desestabilización emocional de seres que requieren de atención médica o psicológica y que no se proporciona por carecer de diagnósticos y de un sistema integral que lo atienda. Hay muchas preguntas que respuestas y eso quizá lo sabremos si continúa el debate.
Pero, nos damos cuenta de que entre los mexicanos existe un sinnúmero de problemas mentales que cada día se conocen más. Tal es el caso de la depresión asunto que ataca principalmente a los jóvenes y a las mujeres según afirman expertos, ya que hay factores biológicos, hormonales psicosociales que favorecen este trastorno. Por cada hombre que lo padece, existen dos mujeres.
Aunque la depresión y la ansiedad es tratable y se puede prevenir, sigue existiendo un estigma alrededor de este padecimiento, lo que provoca que la gente que la sufre no esté diagnosticada y por consecuencia, no reciba un tratamiento por lo que es indispensable la atención médica, servicios que son insuficientes en México, ya que del presupuesto destinado a la salud en nuestro país solo el 2 por ciento se canaliza a la salud mental, lo que se estima que seguirán los problemas en este campo y lo que repercutirá en la población en general.
De acuerdo a especialistas, los síntomas que padecen las personas con depresión, están el malestar emocional, falta de energía que se puede manifestar en cansancio, desmotivación por las actividades que antes les satisfacían, dificultad para iniciar las labores del día e incapacidad para disfrutar de las cosas.
Otros son la dificultad para dormir, tristeza, ganas de llorar, irritabilidad (que es un síntoma de la depresión que casi nunca se toma en cuenta), problemas de apetito (ya sea que coman en demasía o dejen de comer).
Y en México, según cifras de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por cada 100 habitantes 15 padecen depresión, una enfermedad que no es exclusiva de los adultos ya que cerca de seis millones de niños y adolescentes entre 12 y 22 años la sufren.
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