*Las Perspectivas Económicas Tienen Otros Datos no muy Alentadores
*Y Cuando Cierre el 2020, qué Viene; ¿Nos Pedirán Doce Meses más?
Por Jaime Contreras Salcedo
Pide el #HuespeddePalacio (#HDP) un año más, doce mesecitos, para consolidar su proyecto de nación, tiempo en el cual, dice, será a prueba de balas y no habrá nada ni nadie que lo pueda o quiera derribar, mucho menos sus adversarios conservadores y reaccionarios, esos que jamás debió engendrar la nación, o que se hicieron desde sus más oscuros intersticios, pero que han sido identificados con toda claridad de la mano del pueblo, sabio, bueno y feliz en el que nos encontramos todos.
Los analistas, muchos de los cuales son orgullosamente Contreras, tienen otros datos y proyecciones –que hasta hace muy poco se les conocía como expectativas- donde le hacen ver que si bien no pueden ni deben corregirle la plana al inequivocable #yasabequién, sí se vale hacerle ver a mucha gente que las cosas no andan como para echar cuetes en el atrio respectivo ni el futuro inmediato es para aguantar de aquí a diciembre del 2020. No en el ritmo adverso en el que nos estamos moviendo en estos momentos de fieros combates.
En este sentido, el propio subgobernador del Banco de México, Jonathan Heath, ha aceptado que el país lleva estancado, al menos, un año y medio, con varias dificultades para iniciar la recuperación y recomenzar a crecer, pues como sabemos el saldo de los primeros tres trimestre del año, acorde con el INEGI, es claro: ni frío ni calor, cero grados, aunque con una inflación “mucho más controlada” y por ende, existe un ambiente de estabilidad de precios y financiera, propicio para que el Producto Interno Bruto recupere su dinamismo ascendente.
Al respecto, conviene ver lo que sobre el particular arroja la encuesta del mismo Banco Central entre los consultores privados sobre las expectativas de la economía, al mes de noviembre, en donde se puede ver que eso del crecimiento no es una de las cosas que más alienta a la nación. La gráfica estimada del PIB amenaza salirse del cuadro, pero a la baja, tanto en lo que resta de este ejercicio como lo que se prevé para el siguiente, aunque vale la pena decir que tanto en 2020 como en 2021 hay una suerte de repunte para que dentro de dos años veamos un ajuste alcista fabuloso, muy cercano… ¡al dos por ciento!, que tanto crítico el propio #ysq, desde los tiempos en que era el pastor de la oposición. Ahora es el pastor, dice, de la democracia.
Como estarán las cosas que los encuestadores del Instituto Emisor, le preguntaron a los consultores privados que cómo veían el futuro inmediato, y la respuesta solo inquietó al propio Banxico: “la probabilidad media de que se observe una caída del PIB aumentó (en noviembre) en relación a octubre para el cuarto trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2020, al tiempo que disminuyó para el primero y tercer trimestres de 2020”.
Dicho de otro modo, las cosas no van a cambiar mucho que digamos y hasta podrían empeorar con singular alegría en los albores del segundo año de gobierno. Y no estamos hablando de ningún sesgo ideológico, qué conste.
A ello, como lo ha señalado el propio Heath, se le deben sumar factores externos como la guerra comercial China Estados Unidos; la no aprobación del TMEC; el eventual juicio político o impeachment al mismo presidente norteamericano, Donald Trump, y bueno, hasta la salida de Reino Unido de la Unión Europea, asunto mejor conocido como Brexit. Elementos todos para que tengamos una atípica balanza comercial en el año que fenece y que podría verse bastante desigual para el siguiente. Son, pues, los otros datos.
O para tratar de contarlo de otra manera, tendremos un siguiente ejercicio cargado de no pocas dificultades en lo económico que, sin duda, impactarán en lo social y en lo político, a lo que debemos sumar algo cercano a nuestros haberes y deberes, es decir, la esperada baja en los precios del petróleo así como la eventual descalificación tanto de Pemex como de la deuda soberana del gobierno federal, lo que lesionaría más aún las expectativas externas y domésticas, por cualquier ángulo que se le quiera ver.
Y como se lo hemos comentado en este espacio, y se ha comprobado en diversas ocasiones en la realidad, el que toma las determinaciones económicas no es el secretario de Hacienda, sino #ysq y todo esto desemboca en una mayor incertidumbre porque las autoridades económicas y financieras no les queda otra sino reaccionar ante los hechos y tratan de contener los yerros y piedras que se han presentado en el periplo presidencial en pos de una #4T aún inalcanzable.
Tan lejana está, en los hechos, que dudamos pueda expresarse fehacientemente para finales del 2020, como se comprometiera en la Plaza Mayor el que cobra como Jefe del Ejecutivo Federal. Por el contrario, diríamos que pese a los esfuerzos que, no dudamos, pueda emprender él y su equipo, la terca realidad no estará muy de acuerdo y como varios de esos expertos anticipan, veremos dificultades nuevas en el camino, traducidas en mayor inseguridad, inestable y cambiante estado de derecho, así como una fuerte desconfianza que siempre propicia la desinversión, como la experiencia y la historia nacional nos lo ha demostrado en el último medio siglo, por lo menos.
El epílogo de esta triste proyección es que, siempre según expertos, los principales factores que pudieran obstaculizar el crecimiento en el corto plazo, digamos 2020, son la incertidumbre política interna; los problemas de inseguridad pública; la incertidumbre sobre la situación económica interna; la debilidad en el mercado interno; y la política de gasto público. Saque usted sus propias conclusiones. El chiste se cuenta solitito.
De otro lado, estas Lascas Económicas andan tristes porque, como en el caso de otras piedras, ninguna yesca se ha presentado en su entorno como para incendiar e impulsar realmente la economía. Y como que la retórica o la declaracionitis no son factores que abonen sobre el particular. Así que les esperan en este mismo espacio, con menos indignación, pero la semana entrante. Ya le esperamos. Jacs95@hotmail.com.