El Gobierno no Cree en sus Proyectos: 19 mil mdp Menos en 2020

Lascas Económicas

*Pero Seguirá Gastando más en los Planes Asistencialistas Redituables

*En Tiempos de Recesión no se ve una Salida que Estimule el Empleo

Por Jaime Contreras Salcedo

Arturo Herrera Gutiérrez, quien aspira a ser doctor –doctorante, diría el eufemismo chafa- ni más ni menos que por la neoliberal pura Universidad de Nueva York, se alista para discutir en corto con los legisladores todo el Paquete Económico 2020 que propuso el Ejecutivo y en el último de sus videos promocionales sobre el particular, de manera sencilla como lo proclama, nos da a entender en el caso de los Egresos que, ni hablar, el 82 por ciento de los gastos gubernamentales ya están etiquetados, lo mismo en deuda heredada, dice el economista Herrera –aunque también revela que preparan la contratación de nuevos empréstitos- que en lo referente a pensiones y en los 1.9 billones de pesos que, ni modo, hay que enviar por ley a los estados, se queja el funcionario.

Y de los 1.2 billones que sí se dispondrán, nos anuncia, la parte sustantiva se irá, pues cómo podría ser de otra forma, a los programas de Bienestar, la vieja y quemada Sedesol, en donde se ayudará, según nos cuenta el titular de las finanzas públicas, but of course, a los más desprotegidos, y si usted está pensando en votos hacia Morena para el 2021, eso descártelo porque el gobierno federal solo le mueve el motor de ayudar primero a los pobres. Lo demás vendrá por añadidura.

Como es relativamente fácil de inferir, este Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación para el segundo año de este sexenio, que a algunos ya les urge se acelere el calendario, en los hechos va a frenar el concepto de crecimiento que la ortodoxia económica neoliberal enarbola y abandera desde hace muchos años y que ahora se desdeña desde los pasillos de Palacio Nacional, y no precisamente en las oficinas de Herrera Gutiérrez, sino en las de su vecino que ya determinó que eso de crecer se los deja a los emisarios del pasado que, dice, ya nadie añora pues se han muerto y enterrado en su propia teoría.

Ahora, nos reafirma cotidianamente el que ahorra su salario, peso sobre peso, para pensar en su digna vejez que ya está más cerca de lo que piensa, lo verdaderamente clave es darle gratis todo a los que nada hacen en términos productivos. Por ello –regresamos al programa de gasto del año entrante-, las transferencias directas a millones de ex ninis, viejejitos, madres solteras, estudiantes sin aulas y otras políticas son las que dominarán el gasto público. En palabras del propio sucesor de Carlos Urzúa (que entre paréntesis pasó con más pena que gloria por la Secretaría de Hacienda), es “donde se construye la red de protección social”, pero esto en forma alguna significa que se estén generando las condiciones para que, incluso, esa población beneficiada pueda aspirar realmente a un empleo digno y, sobre todo, productivo, que ese debiera ser el basamento de donde partiera la política de egresos de la Federación. No.

Veamos las cifras que dizque se proponen, pero que, salvo su mejor opinión, tal vez con algunos cambios cosméticos se aprobarán sin rubor alguno. En los hechos, el gasto del gobierno central no será aplicado como detonador de inversión ni crecimiento en términos reales: la apuesta de recursos públicos calculada para el 2020 es de 1.3 por ciento del Producto Interno Bruto, es decir, es el nivel más bajo desde principios del gobierno de Vicente Fox y, para decirlo rápido, representa una caída real de 8.1 por ciento frente a este mismo rubro del año en curso.

Lo que llama la atención de este conjunto de ideas del doctorante Herrera, que durmió poco en sus oficinas según nos contó con tristeza calculada su jefe, para salirnos con ésta, es que a sabiendas de que México ya está técnicamente en recesión con un crecimiento de cero y todavía lo califican como buenas noticias, la estrategia no está precisamente mostrando acciones o políticas públicas que detonen o aceleren un probable crecimiento. Y luego no nos salgan con eso de que es una tendencia mundial y pues ni modo, ya nos amolamos.

Y como dirían nuestros abuelos, brava es la perra que hasta los de casa muerde. En esto de la realidad nos venimos a enterar que aún los programas que decantarán en un futuro nacional casi el paraíso, como el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya, el corredor Transístmico y hasta la anunciada Refinería de Dos Bocas, en Tabasco, verán reducido y frenado sus gastos en 19 mil millones de pesos. Así de bonito. Así de resplandecientes están las cosas.

De acuerdo con el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, los egresos en el 2020 representarán, en efecto, poco más de 6 billones de pesos, lo que equivale al 23.2 por ciento del PIB, o sea, 0.8 por ciento más en términos reales de lo que se está ejerciendo en este ejercicio anual.

Sin embargo, alertan sus investigadores, “a pesar de este incremento en el margen, el gasto programable; es decir, el destinado a proveer bienes y servicios a la población, se mantiene en 16.7% del PIB, misma proporción que en 2019. Los sectores de energía y seguridad social, así como los programas prioritarios del gobierno federal y seguridad recibieron los mayores incrementos”. Mientras que las reducciones se presentaron “en más de la mitad de los ramos administrativos, así como en programas agrícolas, comunicaciones y transportes, protección ambiental, participaciones y atención de niñas, niños y adolescentes, entre otros”.

Dicho de otra manera, como no habrá un aumento real de ingresos vía impuestos, se dejan a un lado estos planes y dependencias que, en los hechos, dañarán a los más pobres, a menos que usted tenga otro vaticinio frente al tsunami que se nos viene, junto a la recesión de todos tan temida.

Pero no importa todo esto. Somos una sociedad feliz, feliz, feliz, en donde nos debe importar el bienestar de la gente… a lomos de aquellos que laboramos y pagamos religiosamente impuestos y que, incluso, en el caso del sector público, hasta se nos ha bajado el ingreso real con tal de ayudar a esos mexicanos que, por fortuna, ya tienen un adalid, actor central de la 4T. ¿O no?

Estas Lascas Económicas, luchan cotidianamente junto a otras piedras menos felices de lo que esperaban desde los corrillos de Palacio para que la lucha en San Lázaro sea menos dañina para aquellos programas predestinados a su desaparición, si no es que se hace algo, pero ya, en su favor. Para eso están las rodantes piedras. Mientras, le esperamos con toda tranquilidad en este espacio, la semana entrante. Jacs95@hotmail.com.

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