Disidentes del SUTGCDMX Contra Funcionarios de Capital Humano

Los Privilegios del Poder

Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón

Tras de que su líder moral, Juan Ayala Rivero perdió la posibilidad de mantenerse cuatro años más al frente del sindicato de los trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México luego que se desconoció una toma de nota gubernamental que buscaba hacer valer, algunos de las 17 secciones sindicales que le han mantenido fidelidad, parecen dispuestos a torpedear la gestión de Jorge Luis Basaldúa Ramos y José Luis García Martínez, en la Subsecretaría de Capital Humano.

Juan Ayala Rivero.

Encabezados por César Piña Rodríguez y Leticia Lorencez, secretarios generales de las secciones 4 y 17 del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México (SUTGCDMX), han optado por movilizar a grupos de trabajadores para que protesten contra la posibilidad que sean reubicados en un edificio aparentemente con daños por el sismo de septiembre de 2017.

Después que la mayoría de delegados del congreso del 10 de julio pasado optaron por elegir a Héctor Castelán Moreno como presidente sindical -a quien el tribunal de conciliación y arbitraje ya otorgó el reconocimiento gubernamental-, han recurrido a diversas acciones para cuestionar la gestión de Basaldúa y de García.

Primero efectuaron un mitin en las instalaciones de la Subsecretaría de Capital Humano con la exigencia que se les otorgaran las comisiones sindicales, donde un sujeto -resultó ser un secretario general seccional afín a su grupo- tiró a la señora a Lorencez, quien hizo un teatro y obligó a que la llevaran a un hospital aparentemente con problemas en la espalda por el golpe.

Y aun cuando en una actitud claramente antidemocrática no reconocen la gestión de Castelán Moreno, en una reunión también le exigieron la entrega de comisiones sindicales.

Desde hace unos días, esos secretarios generales seccionales alientan a trabajadores que representan para que salgan a la calle a manifestar su inconformidad porque pretenden cambiarlos a un edificio ubicado en Arcos de Belén número 23, debido a que, argumentan, no se les garantiza la seguridad ante un eventual sismo.

Según esto, ese edificio sufre la máxima inclinación permitida, luego del sismo de hace dos años, y las escaleras debieron ser cubiertas con malla por los daños que resintió.

Además, las escaleras de emergencia son tan pequeñas que solo permiten la salida de dos en dos en caso de emergencia. Al momento de escribir estas líneas, ya habían realizado dos manifestaciones con cierre de calles, a fin de llamar la atención sobre el problema que buscan colocar en la opinión pública.

Lo extraordinario es que durante los ocho años que duró la gestión de Ayala Rivero, nunca encabezaron inconformidades de los trabajadores que representan.

Incluso en el caso de la secretaria general de la sección 17 del SUTGCDMX, existe la sospecha que para que ganara las elecciones, fueron determinantes Basaldúa y García, quienes se desempeñaban como director y subdirector de recursos humanos en la Secretaría de Finanzas en el Gobierno de la Ciudad.

Por su parte el secretario general de la sección 4, César Piña Rodríguez, fue además secretario de finanzas del SUTGCDMX en la gestión de Ayala Rivero, de quien fue suplente en las dos últimas elecciones en las que perdieron en busca de ser diputados -propietario y suplente- al Congreso de la ciudad.

Piña Rodríguez no había entregado la documentación del manejo de las cuotas sindicales de unos 110 mil trabajadores sindicalizados en los últimos ocho años. Pendiente se encuentra una auditoría.

Él, junto con la señora Lorencez son los más aguerridos dirigentes de los trabajadores inconformes con la reubicación en el edificio de Arcos de Belén, en lo que parece una campaña para torpedear la gestión de Basaldúa Ramos y de García Martínez, a los que personeros han responsabilizado de supuestas irregularidades en el congreso del SUTGCDMX y que implicó el desconocimiento de la toma de nota de Ayala Rivero.

Desafortunadamente Basaldúa y García han cometido errores, como mantener en la secretaría particular del subsecretario -pese a contar con otro nombramiento- a Mauro Fernando Sánchez Durruty, hijo de Mauro Sánchez Méndez, quien era asesor de Ayala Rivero.

Existen sospechas que esa posición de debe a un intercambio de favores, debido a que la esposa del subsecretario goza de comisión sindical -según esto la habría solicitado Francisco García Culebro, tesorero de la Comisión Nacional de Auxilios y cacique en la sección 6 del Sindicato del ISSSTE.

García Culebro goza de mala fama al interior de ese sindicato, debido, entre otras cosas a que tiene comisionados a esposas, amigos y recomendados -a la última que le consiguió ese beneficio fue a María Enriqueta García Varela Salamanca, su hija menor-, además que impuso a sus hijos hombres Francisco Enrique y Erick Arturo como secretario general de la sección 6 EBDI’s y presidente de la Comisión Nacional de Auxilios.

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