Por Jesús Michel Narváez
Desde el viernes pasado, la Ciudad de México vive bajo el mando de una “neblina londinense” que, en tiempos pasados, habría orillado a la Comisión Ambiental de la Megalópolis CAMe) a declarar contingencia ambiental.
Sin embargo, se ha informado, aunque no oficialmente, que por instrucciones de la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México no se aplicará la medida aunque se toman otras para reducir la contaminación que nos hace llorar a usted y a mí y nos obliga a forzar la vista para tratar de mirar más allá de la siguiente esquina.
Debido a la falta de visibilidad real, en las redes sociales le recordaron a la doctora Claudia Sheinbaum el tuit que publicó en su cuenta: @Claudiashein 6 días de Contingencia. Partículas en más de 110 Imecas. Autoridades esperando que Tláloc les ayude. Urge política ambiental en CDMX. Eran las 8.13 del 21 de mayo de 2017.
Seguramente la gobernante está que arde de coraje contra las Secretarías del Aire y de la Lluvia, cuyos titulares Eolo y Tlaloc, respetivamente, la han abandonado en las últimas 96 horas.
Pero claro, en tiempos de la 4T todo cambia y la medición de los Imecas parece no ser la misma.
Por supuesto, no es responsabilidad de la gobernadora sino, en primera y última instancia, de quien se encuentre al frente de la CAMe. Porque el anterior –el señor Lacallo, con doble ll y no y- tenía gusto por suspender la circulación de la mitad de los automóviles que transitan por la sufrida ciudad.
¿Qué debe pasar para que se declare la contingencia ambiental?
No creo que los pájaros muertos sean un buen termómetro. Pero vaya usted a saber si con la transformación se les tiene más confianza a los “animales sabios y buenos” que a la tecnología.
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