Por Susana Vega López, Enviada
TECOZAUTLA, Hgo.- Una fuente de vapor e imponente chorro de agua que brota desde la profundidad de la tierra; un fenómeno natural del que emanan curativas aguas termales a las que se le atribuyen propiedades medicinales; un lugar a donde la gente acude para buscar alivio a sus males, a sus dolores, a sus padecimientos del sistema óseo y, además, un lugar de esparcimiento es lo que se encuentra en El Geiser de Tecozautla, Hidalgo.
Realmente se siente orgullo constatar que México cuenta con verdaderas bellezas naturales que sorprenden y que están al alcance de todos los viajeros. ¡Imagínate estar a un lado de este agujero que emana día y noche vapores que te maravillan! Es como estar en un vapor o baño sauna, pero ¡natural! Donde tú decides si permaneces sentado o te echas a correr cuando de pronto el vapor se intensifica.
Resulta toda una osadía subir las escaleras y escoger el mejor lugar –ya sea parado o sentado- de uno de los recovecos que los ejidatarios hicieron exprofeso para respirar este vapor que brota de las entrañas de la tierra que poco a poco te calienta incluso hasta sentir que te quema y entonces es cuando ves a la gente correr despavorida y riendo porque apostaron quien aguantaba más tiempo.
El Geiser tiene su historia ya que en 1955, en esta zona, con la finalidad de aprovechar la energía del lugar, se perforó el Primer Pozo Geotérmico de América Latina para producir energía eléctrica. Todavía se observa el casco de la tubería que canalizaba el vapor a los generadores, así como las estructuras de lo que fue esta planta eléctrica.
En 1971 se le dio el giro de balneario recreativo ejidal para lo cual se adaptó el sitio con instalaciones y servicios adecuados como son diversas tinas o albercas de todos los tamaños para que los turistas disfruten del agua caliente que tiene propiedades curativas.
Se observó que a este lugar acude mucha gente oriental que goza de este fenómeno natural al permitirles, al momento, sentir alivio de los dolores de huesos porque contiene minerales y sales que requiere el cuerpo pero, sobre todo, por la temperatura del agua que va de los 60 a los 95 grados.
El Geiser cuenta con albercas sociales, áreas infantiles y chapoteaderos con toboganes, resbaladillas, grandes estructuras de cemento en forma de hongo del que “llueve” agua caliente donde la caída de agua te hace sentir una especie de masaje. Es un verdadero spa natural con áreas verdes, puentes colgantes y una tirolesa.
Se ofrece el servicio de hospedaje en todas las modalidades: habitaciones sencillas (sólo el cuarto con cama, tv, pero sin baño) o con medio baño (wc) o baño completo (pero sin toallas), y así hasta llegar a las de triple confort (aire acondicionado, balcón, closet) y a las cabañas para ocho personas. Además, hay renta de casas de campaña para acampar para lo cual existen módulos de baños y regaderas.
Los precios van de 250 a dos mil pesos. Cabe mencionar que aparte se pagan 120 pesos por la entrada general al balneario a partir de los tres años -tercera edad la mitad- (la cual controlan con pulseras de diversos colores, según el día) y puedes hacer uso de asadores o parrillas para la carne y guisados varios.
Una observación es que prohíben, estrictamente, ingresar bebidas alcohólicas, aunque ya adentro puedes comprar algún aperitivo. Y, en cuanto a los lugares para comer, se recomienda cualquiera porque tienen esa sazón que a todos gusta donde incluyen comida corrida por 65 pesos.
¡Ah!, se nos olvidaba mencionar que Tecozautla fue nombrado Pueblo Mágico el año pasado y es un lugar ideal para el descanso, donde todavía se aprecia la atmósfera de provincia de hace 40 o más años, de ese México que añoramos y que está a tan sólo tres horas y media de la Ciudad de México. Aquí literalmente se respira tranquilidad y se aprecia un ambiente rústico casi inexplorado que invita al relax.