Quintana Roo presenta una situación atípica en el país respecto a la propagación y control del virus sars-cov-2, causante de la pandemia por Covid-19; contando actualmente con más de mil casos activos y con un aumento de casos en las últimas semanas, de acuerdo a las autoridades estatales, quienes advierten con poder regresar al semáforo rojo epidemiológico (siendo actualmente el único estado que permanece en naranja).
A priori parecieran datos alarmantes, sin embargo al observar el panorama completo en el estado, no pareciese que la situación de Quintana Roo sea peor que la de otros estados que ya se encuentran en semáforo amarillo o verde. Hasta el mes de Mayo Quintana Roo registraba poco más de 27mil casos de Covid-19 desde el inicio de la pandemia, en una entidad con 1 millón 800mil habitantes, lo cual representa un 2% de la población total, número relativamente bajo si lo comparamos con la Ciudad de México, quienes hasta la fecha el número de contagios ( 661mil) representan casi a un 10% de la población de la capital (8.5 millones)
Los datos no parecieran ser tan alarmistas para justificar las últimas medidas del gobierno de Carlos Joaquín González, limitando la circulación de vehículos y poniendo un tope de horario a negocios y plazas en tres municipios de la entidad, lo que pone en duda las verdaderas intenciones de esta “sobreprotección” en el estado.
Y aquí es donde se ve involucrado el tema electoral. El próximo domingo se realizarán elecciones en el estado, de suma importancia tanto para el gobierno federal como para la oposición, por la derrama económica, el turismo y, sobre todo, por su papel en el proyecto del Tren Maya del presidente Obrador; lo que convierte al estado en pieza clave a ganar.
Y es que en estas últimas medidas del gobernador hay una serie de “casualidades” que parecen poner en ventaja a su bando de cara a las elecciones. Empezando por los municipios donde se están habilitando las restricciones, Cancún, Tulum y Solidaridad, plazas de gran importancia en el estado y que, curiosamente, tiene a Morena y sus aliados a la cabeza en las encuestas.
Además, de manera muy conveniente, los candidatos de la alianza Va por Quintana Roo reajustaron su cierre de campaña solo un par de horas después de la indicación del gobierno estatal de cerrar calles y poner horario a los negocios, utilizando plazas que al día siguiente quedaron “prohibidas” para los demás candidatos.
Pobladores temen que estas acciones sean una tapadera para un posible fraude electoral en estos tres municipios, obstruyendo las acciones de los contrarios y solapando las propias; y han pedido a las autoridades que den una declaración oficial al respecto.