Por Alberto F. Mena Mallen
Muchos mexicanos se han preguntado si la 4T va contra la globalización o de plano nuestro gobierno no tiene ni idea de que lucharán con este fenómeno a tres caídas sin lìmite de tiempo, para ver quien gana en el mundo actual donde las políticas, particularmente las económicas avanzan sin temor a que se les detenga con decisiones nacionales erróneas y viejas, como las que quiere aplicar el presidente de la Repùblica.
Veamos. De acuerdo con el Consejo Europeo, dicha globalización es un concepto complejo, particularmente con los derechos humanos, ya que este término se utiliza para describir una variedad de cambios económicos, culturales, sociales y políticos que han dado forma al mundo en los ùltimos 50 años, desde la revolución de las tecnologías de la información hasta la disminución de las fronteras nacionales y geopolíticas en la cada vez mayor circulación trasnacional de bienes, servicos y capitales.
La creciente homogeneización de los gustos de los consumidores, la consolidación y expansión del poder corportativo, el fuerte aumento de la riqueza y la pobreza, la McDonaldisación de los alimentos y la cultura y la creciente ubicuidad de las ideas democráticas liberales de una u otra manera se atribuyen a la globalización.
En campaña el ya primer mandatario, -que sigue en campaña-, prometió a todos los mexicanos que cumpliría un sinfín de promesas y cosas, pero nunca, ni dijo, ni explicó cómo las haría; lo del aeropuerto de Texcoco ese sí está claro que lo cumplió, pero a costa de muchas pérdidas, que según él no hubo tales derroches con sus decisiones.
Muchas voces le argumentaron el por qué no buscó mejor limpiar de corrupción para quienes lo hayan cometido, o combatir las pretensiones de los neoliberales y crear dicha terminal aérea, pero le ganó más su promesa que el desarrollo del país con unas instalaciones de primer mundo que, según se dijo al presentar el proyecto, detonarían en forma más ràpida el crecimiento de la nación.
Pero no, quiso tener su sello en Santa Lucía, un aeropuerto militar que seguirá siendo castrense ya que es casi seguro que ellos lo operarán en todos los sentidos y no le ha importado ni el descubrimiento de los mamuts, ni las críticas tan severas y menos las técnicas emitidas por especialistas que se han derramado en contra de sus determinaciones militares.
Otro punto que va en contra de la globalización, el de las energías limpias que, ante el deterioro grave del planeta por la contaminación, particularmente por los energéticos fósiles, a pesar de que le han señalado que va en contra de lo que el mundo quiere, limpiarlo, no, se amachinó y va a construir su refinería de Dos Bocas, en Tabasco, tal vez para que solo lo recuerden que el impulsó tal proyecto.
La globalización va a presionar al primer mandatario para que las energías limpias vayan por delante de los combustibles actuales, incluso ya las grandes empresas de automotores, avanzan rápidamente en la creación de vehículos menos dependientes de las gasolinas y el diesel.
La Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa señaló que la globalización puede ser descrita como la cada vez mayor integración económica de todos los países del mundo como consecuencia de la liberalización y el consiguiente aumento en el volumen y la variedad de comercio internacional de bienes y servicios, la reducción de los costos de transporte, la creciente intensidad de la penetración internacional de capital, el inmenso crecimiento de la fuerza de trabajo mundial y la acelerada difusión mundial de la tecnología, en particular las comunicaciones.
Y el T-Mex es un sólido ejemplo de que ya no es posible revertir esta tendencia, porque, dijo Eduardo Galeano, sabemos que la condición humana es universal, que compartimos similares pasiones, temores, necesidades y sueños, pero esto no tiene nada que ver con el borrado de las fronteras nacionales como consecuencia de la libre circulación de capitales.
En la vida diaria, particularmente con lo de la pandemia que restringió la movilidad, de quienes no trabajamos y estamos viejos, casi nos obligaron a hacernos digitales, para evitar salir con la posibilidad de un contagio del coronavirus y para ello hubo necesidad de utilizar las tarjetas de crédito digitales y hacer uso de ellas para las compras a traves de internet.
Lo confieso, el adqurir productos por internet, -dejamos de lado el temor del robo de identidad-, particularmente con compañias extranjeras, es bastante, además de seguro, agradable, ya que puede uno comprar lo que sea, lo que pueda uno imaginarse y lo mejor, es que lo llevan hasta su casa, y eso es globalización. Una pena que las compañías o empresas mexicanas vayan muy atrás de las extranjeras, tanto en servicio como el atención al cliente.
En el acuerdo por el que se estableció la Organización Mundial de Comercio, se determinó que no importa qué definición se adopte, pero hoy en día, la globalización tiene influencia prácticamente en casi todas las facetas de la vida y en nuestra organización social; la globalización està en todas partes y nuestro presidente rema al contrario de este fenómeno, y al parecer cada día se aleja más, con consecuencias que aún no conocemos.
La globalización también permite un nivel de redes, lo que conduce a la aparición de movimientos de derechos humanos, por ejemplo, para crear comercio justo, para reducir el trabajo infantil y promover una cultura de los derechos humanos universales. Si llegase a ganar Biden, y no Trump, el aspecto laboral dentro del acuerdo de comercio tripartita, será un grave problema para México, ya que tendrá que buscar mejorar las condiciones de los trabajadores de nuestro paìs, tal y como lo hizo López Obrador al aumentar el salario mínimo, pero se quedò corto.
Qué bueno que este gobierno busque mejorar las condiciones tanto de los ìndígenas como de los pobres, pero no a costa del deterioro del resto de la población, la que, como ya se ve, buscará la manera de que no se les afecte y más cuando las condiciones no están para buscar cambios bruscos de políticas públicas que siguen con la afectación de miles de mexicanos que queremos un mejor país y no una nación que se aisle de un mundo globalizado.
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