*Ropa Moderna: con Aditamentos Para Caretas
*Exploran Textiles que san Inocuos a los Virus
*Hay Cubrebocas con Aplicaciones de Lentejuelas
*Gorras y Cachuchas Integradas a un Plástico
Por Susana Vega López
La primera impresión cuando conocemos a una persona es importante y muchas veces adivinamos y nos formamos una opinión de quiénes son, o de dónde, por su apariencia física y su forma de vestir. Sabemos si son turistas, viajeros, oficinistas, intelectuales, estudiantes, vagos, mecánicos, enfermeros, etc., o si pertenecen a alguna etnia o grupo social por las ropas que portan, esas que le dan identidad.
El turista es el que viaja por placer, con el fin de conocer, de vivir experiencias, de descubrir lugares; el viajero es el que lleva un plan, el que lleva un fin (trabajar, comprar, descansar), algo más definido, aunque se pueden ser las dos cosas y usar, por igual, lentes, sombrero, zapato cómodo, ropa casual.
Dicen los expertos, los profesionales de la moda, que esta industria será otra a partir de la pandemia del Covid-19 toda vez que los consumidores no consideran a las prendas y accesorios como artículos de primera necesidad. Ahora, lo más importante en el encierro es la comodidad, lo sencillo, estar a gusto, con ropa holgada, zapato de piso, sin accesorios que cansan.
Como en muchos otros sectores, el de la moda -que aporta el dos por ciento del Producto Interno Bruto- fue terriblemente afectado al decrecer entre 60 y 70 por ciento y se prevé que para el mes de julio cierren de mil 500 a dos mil 500 tiendas en centros comerciales con la consecuente pérdida de 800 mil empleos, en tanto que la industria textil perderá entre 25 y 35 por ciento, señala, en un documento, el Índice de Transparencia de la Moda en México 2020.
Ya las pasarelas de moda son virtuales.
Las compras de ropa se desplomaron brutalmente pero subieron las adquisiciones en línea. La temporada primavera-verano se perdió y a punto está la de otoño-invierno. La lógica de la temporalidad de las prendas está fuera de lugar ahora que las prioridades son otras.
La Fast Fashion, es decir, la moda rápida que se caracteriza por producir grandes cantidades de prendas de manera inmediata, las más de las veces de baja calidad. Además, en estos momentos se ha perdido la lógica de las temporadas, las clásicas que se tienen identificadas, señaló a Misión Política, la directora ejecutiva de Arte, Lenguaje e Investigación para el Cambio Social (Arlenica), Lorena Cortés.
Indicó que, de acuerdo a Armani, uno de los más destacados diseñadores de ropa en el mundo, la moda no debe considerarse en temporalidad y se deben crear productos permanentes, de mejor calidad para que la gente lo siga usando por muchos años porque se debe tener en cuenta el impacto ambiental que genera la elaboración de las prendas.
Explicó que uno de los temas importantes que se debe abordar es el referente a la precariedad de las condiciones laborales en las que se desarrolla la industria, la cual ahora voltea la mirada a la ropa que se elabora con materiales que no tienen un impacto negativo al medio ambiente ni comprometen los recursos naturales de las generaciones venideras.
La moda se debe crear con ciertos criterios de sostenibilidad, por lo que una prenda de vestir, sus accesorios y el calzado se deben diseñar con materiales más durables que no impacten de manera negativa en la salud.
Dijo que, actualmente, se exploran los textiles que pueden ser más inocuos ante el Covid y en México se desarrollan prendas con textiles que permitan la protección y sean más amables con el medio ambiente, la naturaleza y la salud, además de que se busca que la indumentaria tenga alguna especie de cubierta que evite el contagio de la(s) enfermedad(es).
Y en este sentido, “ya hay chamarras y accesorios que se emplean de la cintura para arriba en donde se observa que tienen capuchas con careta”; también se ven gorras o cachuchas con un plástico a modo de careta para proteger la salud.
En ese tenor, el turismo no escapa al mundo de la moda porque los viajeros de alguna manera necesitaran prendas más seguras en sus traslados, usarán ropa cómoda que les permita estar protegidos en los lugares o destinos que visitan, no importa si van a la playa, a una ciudad muy concurrida, a una comunidad, algún museo o a realizar actividades al aire libre.
Sobre si habrá cambios en la industria de la moda a raíz de la pandemia, dijo que, sin duda, pues ahora ya se están explorando algunos tipos de textiles que puedan ser más inocuos a los virus, a la vez que ofrezcan más protección y México está a la vanguardia en este aspecto, porque hay buen análisis y diseño.
A lo largo de los dos próximos años veremos modificaciones y una adaptación en la industria que podría ser temporal mientras se desarrolla una vacuna, pero en tanto, los diseños en los textiles serán menos agresivos que dañen la naturaleza.
Abundan ya los tapabocas de diversos materiales, colores y diseños para lograr la combinación requerida según sea el estado de ánimo y el caso. Algunos cubrebocas, incluso, cuentan con aplicaciones de lentejuela, piedras o listones. Resaltan los de tela de algodón elaborados por manos de artesanos mexicanos que dan colorido a esta prenda que ahora es fundamental en la vida ya que, en la mayoría de los establecimientos y fuentes de trabajo es obligatorio ponérsela.
Es importante señalar que el Índice de Transparencia de la Moda en México 2020 es una herramienta que promueve transparencia de las marcas y empresas de la moda en nuestro país creada por Arlenica con el objetivo mejorar la calidad de vida de todos quienes participan en la industria de la moda.
Veremos, pues, que empresas mexicanas representativas en la moda hacen una reconversión en la producción de prendas para el cuidado de la salud, como lo
consideró Lorena Cortés, que tendrán una influencia también en el turismo.
Finalmente uno se debe vestir como mejor se sienta, sin importar el qué dirán. Total, no hay sólo una forma correcta de vestir, lo que sí es que debe ser acorde con el ambiente, el lugar y la situación donde uno se encuentre.
