En los 17 rellenos sanitarios del Estado de México deberá existir una celda especial de emergencia para depositar los desechos Covid-19 para evitar eventuales contagios.
Así lo dispuso la Secretaría del Medio Ambiente estatal, a través de la Dirección General de Manejo Integral de Residuos, donde propuso a los ayuntamientos un protocolo para el manejo de “residuos normales”, es decir, los sólidos urbanos que consiste en separar la basura orgánica de la inorgánica, como lo indica la normatividad, pero agregando una clasificación adicional que se denomina como residuos sanitarios.
El acceso en esta celda deberá ser restringido y los residuos tendrán que ser cubiertos con tierra al final de cada día, además de que no habrá separación de los mismos.
Esta decisión también busca alertar a los municipios sobre el correcto manejo de residuos sólidos urbanos en su calidad de sanitarios.
Los residuos que entran en esta última categoría son los pañales, cepillos de dientes, toallas sanitarias, chicles, papel higiénico, toallitas húmedas, pañuelos desechables, bastoncillos de algodón (cotonetes), cubrebocas o mascarillas, guantes desechables y colillas de cigarros, entre otros.
Éstos deberán ser embolsados por separado y marcados como no reciclables; lo anterior para evitar contagios si es que hubiese presencia de virus Covid-19 en dichos desperdicios.
Además de este protocolo, se ha difundido también la Cartilla de Manejo de “Residuos Covid” elaborada por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales y la Secretaría de Salud federal, la cual deberá aplicarse cuando existe una persona enferma en el hogar, y consiste en separar el residuo sanitario colocándolo en doble envoltura y marcarlo como un residuo Covid-19.