Por Jesús Michel Narváez
Ya salió el peine del porqué de la insistencia presidencial de que Leopoldo Vicente Melchi llegará a la presidencia de la Comisión Reguladora de Energía: para terminar con la competencia de libre precio en la venta de gasolinas al consumidor final. Es decir, usted y yo más millones de personas que las utilizan para movilizarse en sus vehículos o en los transportes en los que trasladan sus mercancías.
De acuerdo con la información oficial, la CRE dejó sin efectos el acuerdo A/057/2018 que le impedía a Pemex Transformación Industrial, la metodología para determinar los precios de Venta de Primera Mano (VPM) y en las Terminales de Almacenamiento (TAR).
Por si usted no lo tiene registrado, el señor Melchi formaba parte del equipo de “seguridad” del presidente López Obrador y por su “eficiencia” en el cuidado del Primer Mandatario éste lo propuso hasta en cinco ocasiones para ocupar diversos cargos pero los senadores no encontraron la idoneidad para elegirlo. Cuatro veces fue rechazado hasta que llegó la quinta y ¡recórcholis, obtuvo su premio!
Hace poco más de un año la CRE regulaba las ventas que hacía Pemex a los permisionarios, que se conocen como venta de primera mano y evitaba la preponderancia de la empresa productiva del Estado poniendo piso parejo para los competidores en petrolíferos.
Es decir, permitía la libre competencia y si alguien quería regalar sus combustibles muy su gusto.
Sin embargo, y esto no queda claro, la cancelación de la libre competencia.
Con esta decisión, Pemex ya no será impedido a fijar los precios, porque afirma Marcial Díaz, que el órgano regulador se convertía en un muro infranqueable para la petrolera.
Ahora la empresa productiva del Estado “pone en desventaja a los demás competidores porque no tienen ni el volumen, ni la infraestructura, ni puntos de venta que tiene Pemex”.
Los expertos en la materia, como Ramsés Peche, apunta que el regulador deja sin protección a las gasolinerías que no tengan volumen para competir porque, además de que Pemex fijará los precios, los permisionarios o concesionarios verán reducidos sus márgenes netos de cada estación.
Sintetizando: la decisión de la CRE lo margina como órgano regulador y de esta forma Pemex queda en liberta para fijar los precios de venta.
Otra vez el monopolio. Ese es el resultado.
Para eso quería el Presidente tener el control de la CRE a través de un incondicional que poco o nada sabe de energía.
¿Qué sigue?
Sin duda, la elevación de los combustibles. No se tiene que ser genio para darse cuenta de cuál será el efecto del resurgimiento del monopolio de Estado en los combustibles.
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