La Falta de Créditos al Campo Saco Abierto Para la Delincuencia

Tema Principal

*Ya no Sembrarán Granos y Cereales, Sino Estupefacientes

*Es el Lamentable Futuro en las Tierras Mexicanas

*Líderes de Antorcha, CAP, CNC y CODUC Advierten

*Es Real la Existencia de Incentivos Perversos

*El Mayor Riesgo en las Zonas Altas y los Bosques

*Azotes: Sequía, Inestabilidad de Precios y hoy sin Incentivos

Por Jesús Michel Narváez

Años pares, años de pesares.

Y para los ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios, 2020 será de pesares no así para el crimen organizado que aprovechará la sequía, no de agua sino de recursos oficiales y se convertirá el que rente las parcelas que no sembrarán los que por derecho las poseen.

Dos millones de posesionarios que, junto con sus familias suman diez millones de personas, quedarán a la deriva por la cancelación de cerca de 45 programas de apoyo al campo.

“Es cierto, que al no haber esas oportunidades tal como lo es en la sierra de Guerrero, que es uno de los estados que más goma de opio produce, evidentemente que si estás allá y no te llega el apoyo, y alguien te ofrece ‘te doy 5 mil pesos porque me rentes tu tierra’, de inmediato la gente dice que sí, es decir si hay incentivos perversos”, afirma Brasil Alberto Acosta Peña, dirigente del Movimiento Antorchista Nacional.

Raúl Pérez Bedolla, secretario técnico del Congreso Agrario Permanente (CAP), advierte del riesgo y alerta: “…en las regiones es del dominio público que hay mucha renta de tierra, que son de recursos de ese tipo –crimen organizado- y ahora que se ve la imposibilidad de jalar un crédito, de poder producir la tierra, porque los costos no le dan, entonces se dará esto con mucha facilidad”,

Para el secretario general de la Confederación Nacional Campesina (CNC), Ismael Hernández Deras, “es una vertiente que pudiera suceder, cuando menos en el norte de Tamaulipas, yo acabo de estar allá y algunos compañeros acuacultores, que producían pescado y les estaba yendo muy bien, ya dejaron de producir y era una actividad económica que les estaba generando ingresos.

Algunos ejidatarios y comuneros de esa parte, estaban ya recibiendo dinero por sus parcelas de quien se las rentaba y bueno pues hablamos de Tamaulipas, las condiciones no están fáciles para nadie y yo creo que no deja de ser una amenaza y un riesgo lo que comenta y que compartió Raúl Pérez Bedolla, entonces sí creo que puede ser una variable de riesgo”.

“Hoy en día el crimen organizado ha tomado la determinación en grandes comunidades de pasar al desalojo y adquirirlas como de ellos, propiedades, casas y tierras; la verdad es que estamos desactivando la posibilidad de generar empleos y la posibilidad de generar condiciones para que en este país tengamos autosuficiencia alimentaria”.

Marco Antonio Ortiz Salas.

Si bien el crimen organizado no rentará las parcelas que está a la vista de todos, sí lo hará en las zonas altas, en los bosques, en las tierras que no tienen caminos para ser usados por los ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios para sacar lo sobrante de sus cosechas, porque la mayor parte de lo cultivado es para autoconsumo.

Marco Antonio Ortiz Salas, secretario general de la Coalición de Organizaciones Democráticas Urbanas y Campesinas (CODUC), señala que “desaparición de alrededor de 45 programas de carácter productivo, se convierte en una triste realidad, se va a caer la producción de granos básicos en nuestro país, va a generar mayor desempleo y con toda seguridad va a generar mayor violencia, pero además mira, más allá de que se renten o no se renten, hoy en día el crimen organizado ha tomado la determinación en grandes comunidades de pasar al desalojo y adquirirlas como de ellos, propiedades, casas y tierras, entonces mira la verdad es que estamos desactivando la posibilidad de generar empleos y la posibilidad de generar condiciones para que en este país tengamos autosuficiencia alimentaria”.

Entrevistados por MISIÓN POLÍTICA los cuatro dirigentes agrarios, coinciden en que no solamente se incrementará la producción de opiáceas, sino que pondrá en peligro la suficiencia alimentaria.

¿QUÉ ORILLA A CAMPESINOS A RENTAR SUS PARCELAS?

Desde la reforma al artículo 27 constitucional en el régimen de Carlos Salinas de Gortari que permitió la escrituración de tierras de ejidatarios y de comuneros, el número de sus poseedores que rentaban de tiempo atrás, aumentó sensiblemente.

La renta de tierras no es una novedad. Arreció cuando Luis Echeverría expropió grandes extensiones, miles de hectáreas y las dotó a quienes las trabajaban, pero en calidad de peones, de labriegos.

Para quienes se hicieron dueños de dos, tres y hasta 20 hectáreas gracias a la generosidad del gobierno federal, surgió el reto: ¿y ahora cómo produzco? La mayoría era jornalero sin recursos. Los ejidatarios vivieron y viven en el olvido al igual que los comuneros.

Los pequeños propietarios rurales no han logrado la unificación, aunque son los que proveen de sus productos a los grandes agricultores. Lo hacen con carne, leche, granos, hortalizas. Todos en conjunto requieren de apoyos del gobierno como los que reciben, aunque en cantidades mayores, los agricultores de Estados Unidos y Canadá, mismos que están contemplados en el TLCAN y en el texto del T-MEC.

“Hay que dejar claro que en los programas sociales que está implementando el presidente López Obrador, mucho tienen que ver con el campo. Son programas, en lo general, bien venidos por parte de todos los que trabajamos en el campo, y ahí solo quedaría el pendiente de la forma en que se están llevando a cabo, porque hay fallas y tenemos que trabajar mucho para que esto funcione mucho mejor, de este campo marginado, del campo al que no le habían llegado muchos apoyos.

“El castigado es el otro campo, la parte productiva en el que hay un prejuicio, en el que creen que todos son los grandes empresarios del campo y no, en las áreas irrigadas, donde se producen los granos básicos, hay muchos indígenas, campesinos y pequeños productores que son la base productiva del maíz, del trigo, del sorgo, que tenemos que consumir todos los mexicanos y es la base de la seguridad alimentaria y estamos preocupados porque a éste sector de pequeños productores le están quitando todos los apoyos y se pone en riesgo el que éstos campesinos puedan trabajar o ganen algo con su trabajo, van a acabar perdiendo si no se revisan éstos apoyos”, explica Pérez Bedolla.

Hernández Deras advierte que el campo tiene todas las amenazas. “Lo he dicho siempre: primero, hoy los productores rurales tienen la amenaza del cambio climático, de la sequía, casi en el 60 por ciento del territorio, ciclones, casi en la mayor parte los litorales tenemos ciclones que afectan a los campesinos, exceso de lluvia en diferentes partes, granizadas inesperadas, heladas tempraneras, todo eso es contra lo que lucha el campesino productor.

Tenemos otra lucha que es la inestabilidad de los precios internacionales de los granos, en los cuales el país está inscrito y tiene que estar también en la inestabilidad ya que no sabe cuánto va a costar y ser su cosecha.

“Y ahora evidentemente la naturaleza del presupuesto que provoca que no haya incentivos, ni subsidios para la producción y que los riesgos son graves, de que miles de hectáreas sean rentadas a los que logran acaparar una cantidad de cien, doscientas, trescientas hectáreas de riego o de siembra y que se la rentan a comuneros, o a ejidatarios y que de esa manera se ha provocado un ingreso a ejidatarios y a comuneros y que se han organizado como productores, a través de un mecanismo que les provoca el subsidio, los incentivos y logran generar producción de granos en nuestro país”.

Desde la óptica del dirigente de la CODUC, Ortiz Salas, el haber cancelado los subsidios al campo “nos hará mucho más dependientes, porque además es lo que no han querido decir y eso es lo que también le firmamos en el TMEC a Donald Trump, que hay que comprarles más productos a los americanos para que los tengamos contentos, ese es parte del panorama desolador que tenemos para el campo de este país.

“Los programas clientelares ayudan a tener clientela electoral, pero no ayudan a resolver el tema del empleo, a resolver el tema del hambre en este país y si lo que van a generar es mucho más violencia”, insiste.

Raúl Pérez Bedolla.

Pero no solamente lo sufre el campo. Brasil Alberto Acosta Peña va más allá y sorprende: “Lo que no hay es un plan nacional para el desarrollo agropecuario, de todos los niveles, porque en México tenemos una agricultura dividida, pero porque así ha sido históricamente”.

Con conocimiento de causa explica que México tiene una agricultura muy desarrollada desde el punto de vista tecnológico, sobre todo en el Norte, en particular Sinaloa y una agricultura de autoconsumo que va a la baja y está totalmente débil, incapaz de poder sostenerse por sí misma, y que requiere de algún tipo de apoyo, pero planificado, científicamente desarrollados, y lo que nosotros vemos es que se han quitado los apoyos tanto a la agricultura desarrollada, como a la agricultura no desarrollada, entonces estamos ante una situación en la que hay una verdadera indefensión de parte del campesinado mexicano, para poder sostenerse y sostener al país.

“Al no haber trabajo y al no haber recursos para poder invertir, al no haber capacidad de compra, por ejemplo en los tiempos en que no está todavía la cosecha, porque no nada más es que le den el apoyo para la cosecha, sino que en todo ese tiempo ¿qué va a pasar?” se pregunta.

De acuerdo con el también diputado federal (PRI) la reducción a los apoyos al campo es notable, aproximada de entre el 25 o 30 por ciento se venían recibiendo, se retiran todos los que tienen que ver con la comercialización, con el crédito a la palabra, muy significativo y deja a los ejidatarios, comuneros y pequeños propietarios a la deriva.

EL DESTINO MANIFIESTO DE LOS QUE NO SON GRANDES

Bajo la sombra de la acusación de que “todos los líderes con corruptos” formulada y sostenida por el presidente López Obrador, los diputados federales que conforman el bloque mayoritario de Morena y sus aliados: PES, PT y PVEM, decidieron recortar diversos programas de apoyo a millones de campesinos, recorte que o afecta a los grandes productores que cuentan con extensiones para sus sembradíos, líneas de crédito en instituciones bancarias y financieras privadas, maquinaria, tecnología, cadenas de distribución y comercialización.

Los otros, los del otro campo, sobrevivían con el respaldo de los apoyos gubernamentales.

Aquellos que se unieron a la revolución mexicana siguiendo a Zapata y reclamando “la tierra es de quien la trabaja”, siguen en las mismas condiciones: olvido, humillación y explotación.

Ahora queda una esperanza ante el abandono gubernamental: rentar las reducidas pero escondidas parcelas al crimen organizado.

Bajará la producción alimentaria y aumentará la de las drogas. Es el futuro de 2 millones de campesinos y con sus familias 10 millones de personas en el 2030 y los años subsecuentes.

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