El Estado va a Ganar

*Dolorosa Derrota Tras Negociación con Narco-Terroristas,

*En Juego: Destino de Instituciones y el Futuro de Generaciones

*Delincuentes no son Modernos “Chucho el Roto”

*Tras “Bochornosa Derrota”, Urge un Replanteamiento

Por Ezequiel Gaytán

Ya se ha derramado suficiente tinta y se explicaron las fallas del operativo para atrapar a Ovidio Guzmán (a) “el chapito”. Todas son sólidas, bien argumentadas, muchas son brillantes tesis acerca de lo acontecido y no les falta razón en decir que fue planeado con torpeza y se trató de una indudable derrota para la actual administración. Más aún, como mexicano me siento molesto por la forma mediante la cual se conduce la política gubernamental en contra de la delincuencia y me indigna que subordine a nuestras fuerzas armadas a labores policiacas sin la mínima capacidad de defenderse. La derrota es dolorosa y, es cierto, nuestro gobierno negoció con narco-terroristas, lo cual a todas luces es poco recomendable porque esos grupos le pueden tomar la medida a nuestras autoridades.

Ovidio Guzmán López.

El caso es que se perdió una batalla, pero no la guerra, aunque la metáfora no guste. O si se prefiere, acabó el primer tiempo del partido y vamos perdiendo. Sin embargo, mi apuesta es en favor del Estado y confío en que atrapará al presunto delincuente y se desmoronará su imperio de terror en el estado de Sinaloa. También apuesto en favor del Estado en contra de los carteles de Michoacán, Jalisco, del Golfo y los demás. Mi postura es sincera y aunque algunos ven debilidad de voluntad de este gobierno, es importante aclarar que nuestro país no es un gobierno. Lo que está en juego es el destino de nuestras instituciones, el futuro de las próximas generaciones y la seguridad pública de todos nosotros.

Los carteles de la droga no son instituciones, ni modernos ejemplares de “Chucho el Roto”, quien robaba a los ricos para darles a los pobres. Se trata de organizaciones de delincuentes que ocupan todas las escalas de la criminalidad, léase, desde el robo al transeúnte, a los comercios, a los automovilistas, a las casas habitación, a la trata de blancas, al secuestro, al homicidio, a los delitos contra la salud, la extorsión y hasta la apropiación de territorios en los cuales ellos se convierten en el gobierno.

El Estado, por su parte, es la organización jurídica y política de la sociedad, tiene proyecto de nación, crea instituciones en favor del desarrollo y está para proteger a la sociedad mediante la figura formal de la justicia y en contra del ajusticiamiento personal. Evita venganzas personales y crea a las corporaciones de policía para prevenir y proteger a la sociedad de los delincuentes.

Cobra impuestos a fin de otorgar servicios públicos como agua potable, alcantarillado, electricidad, transportes, educación y salud. Reconoce a las organizaciones de la sociedad como promotoras de la democracia participativa y a los sindicatos como legitimas formas de defensa de la clase trabajadora. El Estado es la representación del pueblo organizado en favor de la gobernabilidad y el desarrollo.

Se trata de dos organizaciones cuya razón de ser son totalmente diferentes. El crimen solo desea el dinero para enriquecerse y gozar la vida y el Estado tiene, principios valores y fines con el propósito de que los habitantes tengan patria, es decir un patrimonio que es la herencia de principios éticos y morales, así como de  bienes que nos heredaron nuestros ancestros en favor de las generaciones venideras.

Por lo anterior, nuestras autoridades, después de la bochornosa derrota de lo acontecido en Culiacán a mediados de octubre, sabe, porque tiene a las unidades de inteligencia, que debe replantear su estrategia y capturar al señor Guzmán el próximo año. Ahora ya sabe de la capacidad de despliegue de fuerzas de los malandros en esa ciudad, también ya ubicó las debilidades estructurales de sus movimientos y lo que están tramando para reforzar su arsenal de armas. Ya está estudiando las tácticas de los miembros de ese cartel y ya sabe en dónde y cómo está reclutando a sus cuadros.

El cartel, por su parte, sabe que ya demostró su capacidad de movilización, que ya midieron sus fuerzas y que aunque ambas partes tiene mucha capacidad de recursos, las del Estado son mayores y potencialmente mejores. El Estado dispone además de la legalidad y la legitimidad para hacer uso de la fuerza violenta en contra de quien delinque y perturba la paz social. No, no me equivoco si digo que el Estado va a ganar al atrapar al señor Guzmán, lo va a juzgar y, con las pruebas demostrativas, lo va a sentenciar.

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