Sin Fuerza Educativa un País es de Vasallos no de Líderes

 

NIDIA MARIN

 

Recado para las Candidatas: ¿Y qué hay de la educación?

¿Alguno de los suspirantes a la Silla del Águila, tendrá la capacidad de llevar adelante la urgente reforma educativa, sin ideologías políticas exclusivas, sino con la libertad garantizada para el libre pensamiento de millones y millones de niños, adolescentes y jóvenes mexicanos?

Hasta ahora el talento en la materia, durante los debates, ha estado huérfano y, por lo tanto, continúa la incógnita de si la ganadora se sacudirá la carga ideológica de izquierda o de derecha para dar paso a la libertad y acabar, de una vez por todas, con ese remedo de totalitarismo que se ha puesto en marcha desde la Secretaría de Educación Pública.

Los comentarios sobre la materia educativa de parte de los aspirantes han sido de lágrima, porque es evidente que carecen de la menor idea de lo que requieren los niños y los jóvenes mexicanos en el siglo XXI.

No se trata, como dijera durante el primer debate la aspirante guinda, de otorgar más becas, sino de elevar la calidad educativa que hoy muestra su peor rostro en la República Mexicana.

Ya se cumplieron cien años de que en México se fueron elaborando planes educativos desde 1921 hasta 2016 todos impulsados por el Estado mexicano, incluidos las del siglo XXI.

Sin embargo, jamás había sido tan urgente como ahora contar con reformas concienzudamente elaboradas y sin tendencias políticas absurdas.

Hay estudios en la materia para reflexionar. Por ejemplo, en los “Temas Estratégicos”, del Instituto Belisario Domínguez, DEL Senado de la República, se lanza la advertencia en el trabajo “Las pruebas PISA: jóvenes con niveles bajos de desempeño en México”, en el cual advierten lo que está sucediendo.

Dicen:

“Los porcentajes de jóvenes mexicanos de 15 años que obtienen niveles bajos de desempeño en Lectura y Ciencias en las pruebas PISA se han mantenido sin cambios significativos desde el año 2000; en Matemáticas, entre 2003 y 2012 hubo una mejora de 11 puntos, pero en 2022 se retrocedió al nivel de 2003. Sin embargo, debido fundamentalmente a que la asistencia escolar se incrementó 45.% entre el año 2000 y el 2022, los números absolutos de estudiantes que han obtenido niveles bajos de desempeño se han elevado de manera importante en Lectura y en Matemáticas; en el caso de Ciencias hubo una disminución no significativa”.

Y grávese esto:

“De manera consistente, los resultados de PISA indican deficiencias en los aprendizajes fundamentales de gran parte de los estudiantes mexicanos. Si a ello se suma que persiste un número importante de personas de 15 años no inscritas en la escuela —que hipotéticamente tienen altas probabilidades de carecer de los conocimientos y habilidades intelectuales que evalúa PISA— el porcentaje de jóvenes de 15 años con carencias severas en su educación se incrementa considerablemente”.

Y se valen las comparaciones, porque es la manera de avanzar hacia la corrección de la problemática. Dicen, por ejemplo:

“Comparado con otros países latinoamericanos evaluados por PISA (Brasil, Chile, Argentina, Uruguay y Colombia) los porcentajes de estudiantes que obtienen niveles bajos en México se ubican en el nivel medio; Chile y Uruguay tienen tasas menores en todas las áreas, mientras que Colombia, Argentina y, especialmente, Brasil, registran porcentajes mayores.

La situación en la materia en el siglo XXI ha sido preocupante. Así se considera al observar que, de acuerdo a las mediciones, los estudiantes con niveles bajos en lectura sumaron: en el año 2000, la cifra de 485,583; en 2009, alcanzaron 571,584; y en el 2018, fueron 756,906.

Pero no sólo esto, sino que “los estudiantes con niveles bajos en matemáticas disminuyeron 3.98% entre 2003 y 2012, pero para 2022 la cifra se incrementó 30.07%…”

En ese rubro, el trabajo del Instituto Belisario Domínguez, del Senado de la República, precisa:

“Entre 2003 y 2012 se registró un descenso de 17.67%, pero entre 2012 y 2022 hubo un incremento de 13.93%; entre 2003 y 2022 la población en esta situación disminuyó 6.21%. bajo esta hipótesis, en 2022 tres cuartas partes de la población de 15 años en México no contaba con las competencias matemáticas necesarias para desenvolverse en la sociedad del conocimiento”.

Entre los principales hallazgos puntualizan los especialistas:

“Los resultados obtenidos por México en las pruebas PISA desde el año 2000 muestran la persistencia de serias deficiencias en los aprendizajes y habilidades intelectuales que los estudiantes logran durante su tránsito por la educación básica. A ello se ha añadido el efecto de la pandemia de Covid-19.

Resaltan también la existencia de una cifra importante de adolescentes “que por diversas razones no se encuentran inscritos en la escuela y, en consecuencia, no son considerados para las pruebas PISA…”

Por lo tanto, hoy, cuando estamos a 146 días del ingreso de un nuevo gobierno en México, es urgente reflexionar en lo que se desea en materia educativa para los niños, adolescentes y jóvenes mexicanos.

¿Más de lo mismo? No funcionó, ni funcionará.

México no requiere de visiones atrasadas e inoperantes.

¡Ya basta!

 

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