Punto de Vista
Por Jesús Michel Narváez
Los senadores no leen la Constitución y tampoco la Ley reglamentaria del inciso V del Artículo 76.
El Senado no desaparece poderes. Confirma la desaparición y el supuesto se da cuando dejan de funcionar los TRES PODERES.
Sin embargo, se trata de hacer ruido y de distraer la atención de los problemas serios, del fracaso en la campaña de la corcholata, del incremento de homicidios dolosos en Guerrero y el decremento de los mimos en Guanajuato.
Como siempre, el bravucón de Félix Salgado Macedonio, sale en defensa de su hija -como lo haría cualquier buen padre, salvo que…- y les advierte a quienes conforman el bloque de contención, es decir, las oposiciones:
“Si nos metemos en este embrollo no vamos a salir. Y se los adelanto desde ahora, somos mayoría simple, no procede lo de Guerrero, ¿y qué tal que procede lo de Guanajuato? No nos den ideas porque entonces nos podríamos seguir de largo desapareciendo Poderes en los estados. Imagínense ustedes y en pleno proceso electoral”.
Es decir, la LEY DEL EMBUDO. Lo ancho para los morenistas y aliados y lo angosto para los opositores.
Nadie con dos dedos de frente puede negar las acciones del crimen organizado en Guerrero. En toda la entidad. Acapulco, Taxco, Igualada, Chilpancingo son los más visibles sitios en donde los Tlacos, los Rojos y otros cárteles locales además de la presencia de los poderosos de Jalisco y Sinaloa, actúan con plena impunidad, porque no hay gobierno, no hay presidentes municipales, no hay policía confiable y la Guardia nacional, el Ejército y la Marina están ausentes en los momentos de crisis y solamente arriban a los sitios en donde se realizan los enfrentamientos entre los malandros y a veces con civiles, para resguardar la escena del crimen.
En pleno proceso electoral y cuando faltan 41 días para ser clausurado el último periodo ordinario de esta legislatura, el ámbito político se descompone más y la crisis está tocando la puerta.
A ver quien la abre.
No se trata de confirmar la desaparición de poderes en las entidades, sean gobernadas por quien fuere, sino de reencauzar el programa de seguridad y que se frene a los criminales que no solamente siembran, cosechan, trafican y realizan el trasiego de drogas, sino que han encontrado nuevas fuentes de financiamiento mediante las extorsiones, el cobro del derecho de piso y un porcentaje por cada tonelada de aguacate, limón, frutas, carne, pollo, huevo, que sale de las plantas productoras.
Desde Palacio Nacional nos embarran el rostro con mentiras pestilentes y que tienen como propósito que todos cerremos los ojos, hagamos “conciencia” y reconozcamos que en el país todo “está requetebién”, mientras en México el desmoronamiento de las estructuras y el tejido social avanza a velocidad sónica.
Confirmar la desaparición de poderes en Guerrero sería un acierto; hacerlo con Guanajuato sería, un abuso y más aún y omitir Zacatecas, Sinaloa, Baja California, Veracruz, entre otros, y que está comprobada la ineficacia, ineficiencia, connivencia entre gobiernos y criminales.
Tiempo es de darnos cuenta cómo nos dirigimos hacia la dictadura que quiere tener el país rendido a sus pies y que nadie hable, piense, proponga soluciones a los graves problemas que enfrenta la Nación.
Probablemente con este tipo de acciones, el tiro le salga por la culata a los altaneros de Morena.
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