NIDIA MARIN
Cuando Santa Claus y los Santos Reyes fallan por las razones que fueren y no llevan los regalos que los pequeños esperaban, por ejemplo, un trenecito y un avioncito, o cuando les dan un cuerno por mal portados, suceden casos como los actuales en México: aviones y trenes son el juego del poder centrado en una sola persona.
Derivado de ello, en México hay varias crisis en el último año de un sexenio nefasto, entre las que sobresale la de seguridad, porque desde el máximo poder existen cárteles que no se tocan ni con el pétalo de una rosa y, como consecuencia, entre éstos y sus enemigos están repartiéndose la nación (incluidos sobre todo los jóvenes), recientemente el sureste del país. De ahí la reciente advertencia sellada con sangre en la tierra de ya saben quién: Tabasco.
Para desgracia de nosotros los mexicanos, masacre, tras masacre, cerró el año 2023 y tácitamente diariamente en lo que va de 2024. Las más recientes: Guanajuato, Guerrero, Chiapas, Estado de México, Jalisco, Michoacán. Tabasco no tardará, aunque ahí sí fueron enviados, no cientos sino miles de soldados, es decir 2,500…
Pero en lo general en México, no importa a qué partido pertenezca el gobernador o los presidentes municipales de los municipios afectados, porque quien tiene el poder, cedido vía la omisión y debido a las amenazas, son los carteles y en general los criminales. De ahí que haya confrontaciones de todo tipo con ciudadanos tomados como rehenes o asesinados, además de los pleitos por la plaza.
Estamos pues en la tierra de nadie. Y como si no fuera suficiente, los drones toman vuelo en el final de 2023 y el inicio de 2024 para causar el terror entre mexicanos de varias poblaciones, vía los delincuentes, pero también… la defensa por parte de los militares.
Sí, es una guerra sorda, no admitida por el gobierno de la República, en la que van perdiendo en primer lugar los millones de mexicanos y en segundo sitio el gobierno.
Hoy, los drones son el arma consentida de los delincuentes, por ser pequeñas y letales. Son tantos los que hay actualmente en este país, que la escasa resistencia presumida por las autoridades se ha visto reducida a la nada… sobre todo en los municipios de la República.
¿Y el gobierno federal?
A su máximo jefe sólo le importa ganar otra vez la presidencia de la República para evitar las amargas consecuencias del porvenir ante la galopante corrupción, no sólo de funcionarios y de sus amigos, sino de algunos de sus parientes.
Por ello, de la misma manera que las pésimas decisiones que se han estado tomando, las masacres quedan en el pasado desde el minuto siguiente de que suceden y… más vale que no se las recuerden o que se haga justicia como consecuencia de las mismas, la ira palaciega se desatará.
Así, unos meses antes de que se cumpla el sexenio, en la actualidad como en los anteriores mandatos gubernamentales mexicanos, las severas problemáticas del sexto año y los errores cometidos los cinco previos se exhiben en todo su esplendor.
Es el caso de la salud y los medicamentos, así como la locura llamada “mega farmacia”, proveniente de un severo desconocimiento y considerada una nueva ocurrencia palaciega.
Y en ese tema, no sabemos a ciencia cierta si, como escribió en El Universal el primer secretario de Hacienda en el actual sexenio, esa gran ideota sólo sea una vil copia de la fórmula que lleva a cabo la gran empresa que vende de todo en prácticamente el mundo entero, ya que Jeff Bezos tomó el nombre de la selva brasileña y empieza con “A”, de Amazonas.
Como fuere, habremos de esperar sentados (en el mejor de los casos) y como cadáveres… en el segundo, ya que el éxito de aquella empresa, se observa tras 30 años de trabajo que cumple en julio en este 2024, (su registro fue en Bellevue, Washington en 1994).
Otro de los descalabros que se exhiben a fin de sexenio, es la crisis económica en marcha, presuntamente reconocida por el autor principal de la misma, pero que sigue corriendo.
Esta será tan severa que no tendrá precedentes en lo que va del siglo XXI, durante el cual los tres mandatarios anteriores también tuvieron “su historia”, pero no al grado de un final tan nefasto como está siendo el que vivimos del actual sexenio, afortunadamente por concluir.
¿A usted si le trajeron su trenecito o su avioncito los Santos Reyes o Santa Claus?
Sí no fue así, busque un burrito o un buey como premio de consolación, actualmente abundan…
