A partir de este lunes, el kilogramo se calculará de una manera diferente a como se ha hecho durante 130 años, luego de las modificaciones al Sistema Internacional de Unidades, aprobadas en noviembre del año pasado.
El cambio no tendrá efectos en cómo la gente emplea la medida en la vida cotidiana, pues se trata de una modificación relevante para la ciencia, industria y sistemas de telecomunicación, señaló el investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), doctor José Franco.
«Esto es relevante para los sistemas que ya estamos usando, como el GPS u otros que requieren de mediciones científicas precisas para evitar cualquier error», señaló el doctor en Física en entrevista con Notimex.
Desde mañana, el kilogramo será medido desde una variable matemática tomada de la física cuántica, para mayor precisión y uniformidad, llamada «constante de Planck», que se medirá mediante una balanza de potencia, de acuerdo con el Buró Internacional de Pesos y Medidas (BIPM).
«Se usará una contante de la naturaleza, (la constante de Plank) una cantidad que te aparece en mecánica cuántica, constante de la naturaleza. Tienen unidades de metro, kilogramo y segundo», dijo.
Para calcular el nuevo peso del kilogramo se utilizará una balanza de Kibble que toma como punto de medición la fuerza electromagnética con una precisión del 0.000001%.
La constante descubierta en 1900 por el físico alemán, Max Planck, la cual se define como el producto de una energía por un tiempo, sustituirá al referente mundial de un kilogramo, un cilindro metálico de una aleación de 90% de platino y 10% iridio conocida como «Gran K», resguardada en la Oficina Internacional de Pesas y Medidas.
El cambio se decidió efectuarlo porque con los años el cilindro perdió, por diversos factores, al menos 50 microgramos, ante ello se concluyó sustituirlo por el nuevo valor, más exacto y que no varía con el paso del tiempo.
«Este cilindro se mantiene en condiciones particulares para evitar que se evapore o que se le adhieran cosas. En varias de las mediciones se han encontrado diferencias, estas ya son considerables», aseguró el astrofísico.
«Las variaciones encontradas son pequeñas, para efectos prácticos de la vida cotidiana uno no requiere esta precisión, pero en el trabajo científico, industrial, y telecomunicaciones, son relevantes», resaltó.
El metro y el segundo, recordó el doctor José Franco, son otras de las unidades de medición a las cuales han cambiado su definición, pues estas, al igual que el kilogramo, ya no dependen de cuánto varíe un objeto físico.
«En 1983 se cambia la definición del metro, este originalmente era una diezmillonésima parte del meridiano terrestre. Ahora se usa la velocidad de la luz para la definición del metro, pero el metro sigue siendo un metro», subrayó.
