Mujer Líder o Jefa de Estado Para México

 

ULISES CORONA*

Líder: Una persona a la cual habré de seguir a un lugar al que sé, que no estaré solo. A esta primera aclaración se le pueden agregar muchos complementos, la simple musicología de Sigan al líder, líder, líder; es únicamente broma y en algunos casos de mal gusto. Por qué habré de seguir al líder -hombre o mujer en primera instancia- a un lugar donde sé que no iré y estaré solo, agregaría: y si ese lugar es el precipicio al despeñadero, ¿o incluso al infierno?

En la primera alusión al liderazgo, no importa el género, nada tiene que ver con la edad, aunque sí con la madurez de la persona, muchas escuelas conductistas explican las características del líder, señalando astucia, inteligencia, capacidad de unión y cohesión social en torno a un proyecto o fin común. Hasta aquí la referencia es básica y aceptable en Estados nacionales, incipientes en su construcción institucional y organizativa en términos de gobernabilidad. 

El liderazgo más allá de lo intachable, pulcro, fiel, con vida sana y de aceptable reputación. (1Timoteo 3:2-4), tiene aceptaciones más humanas por ser este objeto de errores, culpas y ambiciones. Recordemos que: en el Estado de naturaleza el hombre es el lobo del hombre (Hobbes 1651), la naturaleza humana incluso conlleva el error, equivocación y la impiedosa necesidad del uso, ejercicio y actuación del poder.

Por ello el liderazgo no es meramente suficiente para encausar una sociedad actuante, vigente, activa, contestataria y muy compleja como lo es la sociedad mexicana en la actual dimensión territorial y diversidad social.

Incluso, el liderazgo no es suficiente para actuales gobiernos democráticos, plurales y modernos, el fortalecimiento institucional y las tendencias actuales de este tema se divide en dos: La primera es una postura meramente técnica, y tiene que ver con mejoras en procesos internos, orientados a garantizar el uso óptimo de los recursos, la eficiencia de las organizaciones y la calidad de respuesta en sus programas. 

La segunda, es la postura política o social, esta tiene que ver con la visibilidad y el posicionamiento del trabajo de las organizaciones e instituciones, como factores sustanciales para incidir en procesos administrativos más amplios del cambio social (Espiral 1999 y Project Concern 2003), es decir, en cómo la gobernabilidad y gobernanza se empatan para concretar gobiernos eficientes, eficaces y de claros resultados. 

Pero sobre todo de aceptación social, lo cual es sumamente importante, pues es claro que, sí me quiero dejar gobernar, que alguien dirija y proyecte planes proyectos y programas a corto mediano y largo plazo, sin embargo, me dejaré gobernar sí y sólo sí, estos tienen resultados…Por lo que aquí el liderazgo solamente plano y llano, es insuficiente.

Por eso es necesario dejar atrás el liderazgo de los comunes dirigentes; insisto, sin importar género, condición económica o social, en la construcción de hombres y mujeres de Estado, Estadistas que superen las características del líder y su visión sea multifuncional, y multidireccional en la conducción de la sociedad.

La idea es: la estadista deberá poner en primera instancia, orden al espíritu, depurar las ideas, señalando orientaciones precisas, corregir conceptos, hacerlos nuevos; (La raza cósmica. Vasconcelos 1925). La estadista deberá superar, cabeza corazón y carácter (El político y el científico. Weber 2000), y para el gobierno: una forma de Estado constitucional y un tipo de gobierno democrático. (Democracia Constitucional, Salazar 2006), A. Merkel lo logro en un país dividido ideológica y geográficamente, M. Thatcher lo consiguió en crisis económica y contrastes mundiales. Juana Inés de Asbaje se adelantó años ante la igualdad e inclusión social, y trascendió (Divino Narciso.1689).

La mujer que presidirá la silla del águila, (C. Fuentes.2003) ya no es ficción, lo hará y con ello un país de 120 millones de derechos humanos y a cada uno dará su principio pro persona (art. 1° CPEUM, 2024), a ella, no le servirá solamente ejercer liderazgo, opino que, para serlo hay que parecerlo. La estadista que requiere México se debe construir y formar desde hoy y desde ya, asumiendo que se apuesta todo o se pierde todo. 

Académico universitario.

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