En Crisis 2 de las 3 Fronteras Mexicanas  y en las 6 Entidades Fronterizas del País

Los Dados de Dios

 

*Las Familias Mexicanas Huyen Aterradas Hacia Guatemala.

*Mientras, en el Norte de la República la Marabunta Causa Muertes y Dolor

NIDIA MARIN

Y resulta que cinco años después del actual gobierno dos de las tres fronteras que tiene México -Estados Unidos, Guatemala y Belice-, están en crisis. El único que se salva es el soberano que pertenece a la monarquía constitucional parlamentaria del Reino Unido. 

En uno de los casos críticos, por la oleada de migrantes procedentes de los cinco continentes, que van hacia el vecino país del norte mexicano y en el otro, porque la criminalidad tiene asolados a los pueblos de Chiapas colindantes con Guatemala.

Seguramente usted pensó que las familias guatemaltecas huían hacia México. Un tiempo así fue, debido a las dictaduras militares de Romeo Lucas García, (1978-1982), considerado el más sanguinario; Efraín Ríos Montt (1982-1983) (apodado el “Pinochet” de Guatemala) y Oscar Humberto Mejía Víctores (1983-1985), quien derrocó al anterior y en cuyo, mandato días antes de la llegada del Papa Juan Pablo II, ordenó una serie de fusilamientos, que meses después se repetirían.

Cuarenta mil refugiados guatemaltecos ingresaron a México, específicamente a Chiapas, huyendo de los dictadores. 

Asegura Verónica Ruiz Lagier, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que según cifras oficiales de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), esto ocurrió entre 1981 y 1982 sólo ingresaron a territorio mexicano y posteriormente “…de 1993 a 1999, durante el Programa de Retorno Colectivo, organizado junto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y organizaciones no gubernamentales internacionales, retornaron 23 mil personas a Guatemala (aunque no se distingue entre refugiados y sus hijos ya nacidos en México)”.

Sin embrago, la investigadora señala:

A diferencia de la visión oficial, la Diócesis de San Cristóbal registró el ingreso de cuando menos 100 mil refugiados, a los cuales brindó alimento y atención médica ante la pasividad del gobierno mexicano que no enfrentaba la emergencia humana, y que incluso prohibía el ingreso de la población que buscaba escapar de la embestida del ejército guatemalteco”.

Es crítica también al advertir: 

“Sin duda, no existió un proceso homogéneo de refugio en Chiapas, ni tampoco en Campeche o Quintana Roo, donde los refugiados fueron desplazados con violencia por el gobierno mexicano en 1984 para alejarlos de los límites fronterizos (Franco, 1999: 79).”

Razona además…

“Y dentro del propio estado de Chiapas es categóricamente distinto el proceso de quienes quedaron dentro de los campamentos al de aquellas familias que ingresaron en comunidades indígenas mexicanas o en rancherías como “posados”, sobre todo en la selva chiapaneca”.

Pero hoy es al contrario los mexicanos chiapanecos se están yendo a pedir refugio al gobierno de Guatemala para salvar la vida y pareciera que al gobierno no le ikmporta, mientras sus “amigos” de los carteles estén contentos.

Sí, actualmente, la crisis desatada por los cárteles de narcotraficantes De Sinaloa y Jalisco Nueva Generación, en la franja fronteriza chiapaneca se ha traducido en la huida de familias mexicanas hacia Guatemala, en una migración con características de asilo o refugio, solicitadas ante la falta de apoyo y control de las bandas de parte de las autoridades mexicanas.

Y EN LA FRANJA DEL 

NORTE LA MARABUNTA

Esto sucede en el sur, pero cruzando la República hacia la otra franja…

En la Frontera Norte existen 40 cruces fronterizos; 8 en Baja California con el Estado de California, 7 en Sonora con el Estado de Arizona, 2 en Chihuahua con el Estado de Nuevo México y 6 con el Estado de Texas, 2 en Coahuila con el Estado de Texas, 1 en Nuevo León con el Estado de Texas y 13 en Tamaulipas con el Estado de Texas.

Aproximadamente 150,000 personas migrantes están distribuidas en esas entidades y en Chiapas, en su mayoría varadas, debido a una crisis migratoria casi sin precedente y que no tiene para cuando modificarse.

Pero Chiapas actualmente padece las dos graves problemáticas: la migración y la delincuencia organizada, lo que se ha traducido en la huida de decenas de familias de los pueblos colindantes con Guatemala.

Y es que como comenta la avezada investigadora sobre algunos lugares de Chiapas:

Lo que hoy veo en la zona fronteriza conocida como zona selva es una población empobrecida y discriminada socioculturalmente, un gobierno federal que no ha dado seguimiento al proceso de integración, y muestra de ello es que la Comar no cuenta con un informe final del proceso de naturalización, sus estadísticas son contradictorias y confusas, y sus archivos no sólo están desordenados, sino incluso perdidos, en bodegas de la Ciudad de México pertenecientes a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Quienes no concluyeron su proceso migratorio son apátridas, producto del refugio prolongado, sin certeza jurídica sobre su propia nacionalidad”.

Y desde luego no sólo era verdad en 2017 cuando la autora realizó su trabajo de investigación (publicado por “Alteridades” de la Universidad Autónoma Metropolitana en 2017 bajo el título de “Los Refugiados Guatemaltecos y la Frontera-Frente de Discriminación, Explotación y Desigualdad”), sino que hoy está peor… en México.

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