«Una vez más han desatado una auténtica guerra contra nuestra patria. Pero hemos derrotado el terrorismo internacional, protegeremos a los residentes de Donbás y garantizaremos nuestra seguridad», indicó el mandatario y añadió que para el país no hay naciones hostiles «ni en Occidente ni en Oriente».
Rusia quiere un futuro pacífico y estable, y cualquier ideología de superioridad es inaceptable, ya que son «repulsivas, criminales y mortíferas», destacó el presidente ruso. Agregó que la civilización atraviesa por un momento crucial y acusó a Occidente de provocar «cruentos conflictos y golpes de Estado», sembrar el odio, la rusofobia, el nacionalismo agresivo, destruir los valores tradicionales de la familia que forman a las personas.
«Parece que olvidaron a qué condujeron las frenéticas pretensiones de los nazis de dominar el mundo. Olvidaron quiénes derrotaron a ese monstruo, ese mal absoluto, y quiénes defendieron su tierra natal y no escatimaron sus vidas por la liberación de los pueblos de Europa», subrayó el líder ruso.
Varios países, advirtió Putin, quieren estrangular cualquier centro de desarrollo soberano, su objetivo es lograr la desintegración y destrucción de Rusia, revertir los resultados de la Segunda Guerra Mundial, romper el sistema de seguridad global y el derecho internacional.
En sus palabras, la experiencia de solidaridad y asociación en los años de la amenaza común es un legado inestimable y un pilar sólido en un momento en que cobra impulso el movimiento hacia un mundo más justo y multipolar basado en los principios de confianza y seguridad indivisible e igualdad de oportunidades para el desarrollo endógeno y libre de todos los países y pueblos. Sputnik