- Mónica Haydeé Amieva Montañez propone dejar de lado las divisiones entre artes populares, artesanía y arte; todo tiene el mismo valor
- En el Día Mundial del Arte -que se celebra el 15 de abril- indica que esta manifestación de la actividad humana está en nuestra vida cotidiana
El arte es un ejercicio de creatividad, una capacidad y práctica para comunicarnos, así como un derecho de nuestra ciudadanía cultural, considera la investigadora del Instituto de Investigaciones Estéticas de la UNAM, Mónica Haydeé Amieva Montañez.
“Si revisamos la historia del arte, este ha luchado mucho tiempo por ser un horizonte de igualdad; es también un campo de conocimiento y de saberes, de ventanas a la realidad. No es solo un lujo o una mercancía, sino una necesidad humana profunda, un modo de existencia y una herramienta para pensar problemáticas del mundo, contingencias sociales y políticas”, afirma la también maestra en Teoría del Arte y doctora en Filosofía Contemporánea.
Con motivo del Día Mundial del Arte, que se conmemora el 15 de abril, la especialista añade que además es una herramienta de transformación social, una forma de encontrar soluciones.
De acuerdo con información de la página electrónica de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, la proclamación del Día Mundial del Arte -una celebración para promover su desarrollo, difusión y promoción- tuvo lugar en la 40 reunión de la Conferencia General de ese organismo, en 2019.
Se destaca que el arte nutre la creatividad, la innovación y la diversidad cultural de todos los pueblos del mundo, y desempeña un rol importante en el intercambio de conocimientos y en el fomento del interés y el diálogo. Al promover su desarrollo también se impulsan medios a través de los cuales se puede lograr un mundo libre y pacífico.
El organismo indica que las celebraciones de la efeméride -15 de abril- contribuyen a reforzar los vínculos entre las creaciones artísticas y la sociedad, a fomentar mayor conciencia de la diversidad de las expresiones y a poner de relieve la contribución de los artistas al desarrollo sostenible. Asimismo, esta fecha es la oportunidad de resaltar la educación artística en las escuelas, ya que la cultura es el camino hacia una educación inclusiva y equitativa.
Estudiosa de las contribuciones artísticas a la educación y la pedagogía, Amieva Montañez apunta que estas tienen cabida en varios contextos como museos y escuelas, donde algunos artistas contemporáneos aportan con su trabajo en talleres colectivos y en comunidades locales, a la democratización del arte.
En todas las personas hay una disposición de atención estética a la realidad, pero quizá la vamos perdiendo. “Las infancias son grandes ejemplos de la capacidad de asombro, de la imaginación desbocada, pero todos tenemos estas características que muchas veces no ejercemos; hay que trabajar en ese sentido para estimular y desarrollar estas capacidades”, asevera.
El derecho al arte tiene que ver con el pensamiento crítico y el ingenio, pero a veces en las estructuras educativas no se le da una importancia más formal. “Hay mucho trabajo por hacer”, destaca Amieva Montañez.
Uno de los aprendizajes que nos otorga, acota la experta, es que a veces tiene un espacio demasiado abierto de interpretación, y aunque el mensaje que recibimos de una obra no tenga que ver tanto con la intención del poeta o el pintor, posee otra dimensión que no se tiene que entender, pues es intuitivo, no racional.
“A veces nos quedamos sin palabras, nos conmovemos, y eso tiene que ver con el goce del arte. La música es especialmente poderosa en ese sentido”, refiere.
Amieva Montañez explica que los museos son sitios naturales para acercarse al arte y complementar una formación de base. “También deberían serlo la escuela y la casa, así como los espacios públicos, donde hay otras expresiones artísticas como el grafiti y las intervenciones en espacio público que también son importantes”.
La especialista sugiere que el próximo 15 de abril recordemos que el arte está en nuestra vida cotidiana, y tiene más que ver con una necesidad y un modo de existencia en el que estamos inmersos todo el tiempo. Asimismo, dejar de lado las divisiones entre artes populares, artesanía y arte, pues todo tiene el mismo valor.
En esta efeméride invito a recuperar al arte como derecho y como práctica; “enfatizar la importancia que tiene en nuestra vida cotidiana el crear, imaginar, narrar, el expresarnos simbólicamente y enriquecer nuestra experiencia vital con una visión artística de la realidad. El arte es un espacio de identidad, de riqueza y de diversidad cultural”.