La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), publicó un pronunciamiento donde señala que «los órganos autónomos como Instituto Nacional Electoral (INE), lo son únicamente de nombre, son instrumentos parciales, de sabotaje de la voluntad del pueblo, que sólo han servido para el mantenimiento de vicios que han manchado nuestros procesos electorales».
La casi inexistente CNDH, cuya actuación en los últimos 3 años ha sido la de emitir recomendaciones vacuas, asume ahora la postura crítica de un ente que, contra todo, es autónomo y se suma a las voces exigidas por la Presidencia de la República.
El organismo presidido por la siemore ausente Rosario Piedra,criticó a Lorenzo Córdoba, señalándolo de emitir comentarios descalificatorios como un pretexto para argumentar la inamovilidad de la CNDH ante los ataques que recibe el INE.
«Hacemos un llamado a la responsabilidad y a la autocrítica, y para que en lugar de guerras sucias se aliente una discusión honesta del tema electoral, más allá de intereses inconfesables y prejuicios que nos permita recuperar la confianza en las instituciones, transformándolas, a efecto de que sean lo que no han sido: instrumentos reales al servicio de la voluntad y los intereses del pueblo», señala el pronunciamiento.
No explica cuáles son los intreses inconfensables y prejucios ni quienes o qué entes propician la guerra sucia.
La CNDH hizo llamado a los legisladores para que revisen la legislación electoral vigente, además de «hacer un análisis honesto y serio, que recoja las expectativas ciudadanas actuales, y construyan una reforma que otorgue certeza sobre la organización de las elecciones, sobre la imparcialidad del órgano encargado de contar los votos y sobre la designación de sus integrantes, de manera insospechable de intereses partidistas o faccionales».
Sin que sea su facultad apoya una reforma electoral, la presentada por el presidente de la República, con lo que abandona sus responsabilidades de proteger los derechos humanios y politiza su actuar.
La Comisión Nacional pidió al INE poner en discusión cuestiones como los privilegios y los gastos que implica sostener el actual aparato electoral, además de «evitar las arbitrariedades partidistas que nos heredó el viejo régimen, así como acotar los periodos de gestión de dichas autoridades, elementos todos estos que nos permitirán construir una auténtica pluralidad y democracia».
No está dentro de sus funciones pedir cuentas a organismos públicos, autónomos o desconcentrados y, sin embargo, lo hacve en su publicación.
Para finalizar, la CNDH recordó que el pasado mes de agosto, dirigido al INE una la recomendación 46/2022 e indicó que lo hizo a solicitud expresa de usuarios de las redes sociales, quienes consideraron que se ponía en peligro su derecho y el derecho de terceros a la libertad de expresión por toma de decisiones del INE que derivaban en una supuesta censura.
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