Un despacho de la agencia de noticias AP informó esta mañana que hay más de 40 muertos y decenas de heridos, por el ataque lanzado por Rusia el jueves, que definió como “ un amplio ataque contra Ucrania y empleó ataques aéreos y artillería contra ciudades y bases, mientras los civiles huían en trenes y autos”.
El gobierno de Ucrania dijo que tanques y tropas rusas habían cruzado la frontera, en una “guerra de gran escala” que podría reescribir el orden geopolítico y cuyas consecuencias se hacían notar en todo el mundo.
El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció una gran operación militar en un discurso en el que restó importancia a las sanciones y condenas internacionales e hizo una sombría alusión al arsenal nuclear de su país al amenazar con “consecuencias que nunca han visto” a cualquier país extranjero que intentara interferir.
El jefe de la OTAN dijo que el “brutal acto de guerra” había roto la paz en el continente europeo, mientras la alianza liderada por Estados Unidos movilizaba más tropas hacia el este de Europa.
Las sirenas sonaron en la capital Ucraniana y la gente llenó las estaciones de tren y las carreteras. El gobierno de la antigua república soviética informó de una anticipada invasión desde el este, el norte y el sur y reportó más de 40 muertos y decenas de heridos.
“Una guerra de gran escala ha comenzado en Europa”, dijo el asesor presidencial ucraniano Mykhailo Podolyak. “Rusia no sólo ataca a Ucrania, sino las normas de la vida cotidiana en el mundo moderno”.
Líderes mundiales condenaron el ataque, que podría provocar enormes bajas, derribar el gobierno ucraniano elegido de forma democrática, alterar el equilibrio en Europa alcanzado tras la Guerra Fría y tener un grave impacto económico en todo el mundo que incluiría desde facturas de calefacción más altas a subidas en los precios de los alimentos.
“Hoy despertamos en un mundo diferente”, dijo el ministro alemán de Exteriores, mientras la OTAN acordaba reforzar sus contingentes aéreos, terrestres y marítimos en su flanco oriental, cerca de Ucrania y Rusia.
Foto: AP