*Pésimos Saldos son el Pronóstico Para lo que Resta del Mandato
*Deplorables Resultados en la Mayoría de las Políticas Públicas Hasta Ahora
*Criminalidad y Violencia Trotan en la República sin Control Oficial Efectivo
*Vulnerado el Pacto Federal se Registra un Incremento de los Opositores
*Y la Guardia Nacional no ha Sido la Panacea que Tanto Elogió el Presidente
*Muchos Relevos de Funcionarios y un Gatopardismo Galopante e Inútil
Por Jesús Michel Narváez
A tres años de iniciado este gobierno, las deudas con sus gobernados son muchas y el tiempo, aunque el presidente diga que no, se acaba. La segunda mitad de un mandato se va como el agua por la coladera, aunque esté tapada.
En temas de fondo: criminalidad y violencia; desempleo y empobrecimiento: degradación de la democracia y ataque a los órganos autónomos; educación deficiente y sin rumbo; partidos políticos en caída libre; leyes y decretazos que se colocan por encima de la Constitución; controversias constitucionales a causa de actos arbitrarios; resquebrajamiento de los Pactos Federal y Fiscal; compra de conciencias a través de los programas sociales; uso ilegal de los padrones correspondientes a los programas sociales para recolectar firmar rumbo a la Revocación de Mandato; nepotismo, imposiciones, control de otros poderes: Judicial y Legislativo; permanente descalificación de quienes no forman parte de la uniformidad en torno al proyecto de gobierno; militarización al alza en múltiples ámbitos ajenos a la Seguridad e Integridad Nacional; escasez de medicamentos y mal manejo de la pandemia que ha dejado 300 mil muertos y 4 millones de contagiados; distanciamiento pleno con el sector privado; enfrentamiento entre diversos sectores de la población; uso faccioso de las instituciones de justicia; castigo para gobernadores de oposición y la mentira cotidiana: vamos requetebién cuando el país no crece en su economía, calificado como uno de los más corruptos del mundo.
1.- Criminalidad y violencia. Datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, revelan que hasta el pasado noviembre la cifra de ejecutados, homicidios dolosos, supra los 107 mil en solamente 35 meses. La cifra se acerca a las de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto cuantificadas en sus sexenios completos. La violencia aumentó notablemente y se observa cómo sicarios del crimen organizado y el narcotráfico, ultiman a jefes policíacos y sus subalternos optan por renunciar. Las masacres, los decapitados, los desmembrados, los colgados están a la vista. El Gobierno federal ha reducido los recursos para capacitación de los cuerpos civiles que, conforme a la Constitución, son los responsables de la seguridad pública estatal y municipal.
Privilegiar solamente a los gobiernos emanados del partido oficialista y sus satélites y degradar a todos aquellos opositores -muchos más hasta antes de las elecciones de junio pasado- negándoles apoyo federal, no coincide con los principios del Pacto Federal. Entidades como Jalisco, Tamaulipas, Guanajuato, Estado de México, Chihuahua, Sinaloa, Guerrero, Zacatecas, Veracruz, entre otros, los últimos cuatro ahora con mandatarios surgidos de Morena, sufrieron el abandono en materia de seguridad para combatir a los cárteles que avanzan inexorablemente ante la falta de estrategia para combatirlos.
La Guardia Nacional, surgida como un ente civil y con mando militar, a casi 2 años y medio de existir, no ha sido la panacea para regresar la tranquilidad a millones de habitantes que, día con día, se convierten en víctimas colaterales, mientras miles de negocios, comercios, pequeñas y medianas empresas cierran ante la extorsión de que son presa. El cobro por derecho de piso se ha vuelto uno de los mejores negocios de los criminales. El aumento de los secuestros junto con los feminicidios registrados en los tres años de gobierno, no deja duda que “abrazos, no balazos” es simplemente un slogan.
2.- Durante el año que termina, el gobierno del presidente nombre, conforme a sus facultades legales, a personajes probablemente capaces para otras responsabilidades, en el Banco de México y en el INEGI. Cambio a los secretarios de Educación que contaba con Esteban Moctezuma desde el inicio de su mandato y designó delfina Gómez Álvarez, conocida en las limitaciones docentes y reprobada en geografía; envió a Graciela Márquez al frente de la responsabilidad de presidir uno de los organismos que transparentaba la realidad del país. No ratificó ni a Alejandro Díaz de León (Banxico) ni a Julio Santaella (Inegi). Removió a Olga Sánchez Cordero para darle el cargo a adán Augusto López Hernández, cuya capacidad de negociación comienza a mostrar, a diferencia de la ahora presidenta de la Mesa directiva del Senado de la República, quien fue incapaz de mantener la paz y la gobernabilidad enmarcadas en el Pacto Federal.
Muchos relevos y nada de avances. La clásica interpretación y a fondo del gatopardismo. Que todo cambie para que siga igual.
3.- Durante la campaña y en los primeros 10 meses de su mandato, el presidente sostenía que a su llegada a Palacio Nacional el crecimiento del PIB dejaría de ser mediocre y lo aumentaría del 2-5 promedio en los últimos 3 lustros a 4 anual.
En 2019, gracias a los manejos matemáticos, México no cayó en recesión. Sin embargo, el registro oficial marcó: 0.01 por ciento. Es decir, nada.
Cobijado por los “efectos de la pandemia”, el PIB de 2020 fue deficitario en 8.5 con respecto a 2019. Una caída no registrada desde 1995, cuando por el llamado “error de diciembre (1994) se contrajo 6.9 por ciento.
Para 2021 se estimaba u crecimiento máximo de 6.5 por ciento, pero en los dos últimos trimestres se desaceleró la recuperación y los analistas consideran que quedará entre 4.8 y 5.5, porcentaje que no cubre lo perdido el año anterior. La Inversión Extranjera Directa ha dejado de fluir y desde la Secretaría de Economía, a cargo de Tatiana Clouthier, se manipula la información. Dice oficialmente que la IED se incrementó en 2021 y al revisar los desgloses se encuentra todo lo contrario. Por ejemplo, califica de IED la reinversión de las empresas provenientes del exterior.
A pesar de las grandes inyecciones de capital y reducción de gravámenes fiscales para Pemex, la empresa mantiene una tendencia a la baja y las calificadoras internacionales consideran los bonos de la petrolera como “chatarra”. A pesar de las repetidas promesas de que no habría gasolinazos, el preció aumentó 50 por ciento con relación a 2018; el gas, con todo y la nueva compañía llamada Bienestar, mantiene alzas cada semana y la política de fijar precios máximos no ha dado resultado. La Comisión Nacional de Competencia Económica ha emitido la opinión de que el mercado doméstico, sobre todo, del carburante perdió competitividad. En cuanto a la energía eléctrica, no hay bimestre en que no se registren incrementos, sea cual fuere la temporada estacional. En esta materia, el gobierno argumenta que la CFE fue saqueada y abandonada por los gobiernos anteriores y por ello la recuperará para que “sea de todos los mexicanos” no importando que la empresa utilice combustibles fósiles altamente contaminantes; al mismo tiempo, desde la Secretaría de Energía, con Rocío Nahle al frente, emprendió una guerra contra los generadores de energías limpias y la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica fue objeto de recursos de inconstitucionalidad por lo que en los hechos jamás entró en vigor. De ahí, la iniciativa de reforma constitucional para que el gobierno, no el Estado, surta de electricidad al 54 por ciento de los consumidores y los privados al 46.
El tema rompe el acuerdo comercial T-MEC y los socios, Estados Unidos y Canadá, ya iniciaron la solicitud de paneles de trabajo para revertir las medidas que asume México.
LA CRISIS DE LOS OPOSICIONISTAS
En el recuento de las deudas y los fracasos, no debe omitirse el quiebre de los partidos políticos y el crecimiento, en cuando a espacios de gobierno, de Morena.
El partido más dañado fue el PRI. De 15 gubernaturas en juego de renovación en 2021, perdió 8. La misma cifra que le hacía llegar a la docena. Hoy solamente tiene 4 gobernadores: Alfredo del Mazo, en el Estado de México, Omar Fayad, en Hidalgo, Miguel Ángel Riquelme en Coahuila y Alejandro Murat, en Oaxaca.
El PAN perdió Nayarit y Baja California Sur.
El PRD Michoacán y solo le queda la mitad de Quintana Roo, en donde Carlos Joaquín González gobierna virtud a la alianza con el PAN.
Sin embargo, en materia federal, la Alianza Va Por México, formada por PAN-PRI y PRD logró arrebatarla mayoría calificada a Morena que conformó con el PES, el PT y el PVEM en la LXIV Legislatura.
El próximo año se renovarán 6 gobiernos: Aguascalientes, Durango, Tamaulipas, Hidalgo, Oaxaca y Quintana Roo. Desde ahora los dirigentes del PRI, PAN y PRD anunciaron que irán en alianza para los primeros 4 y negocian los otros dos.
La crisis interna en los partidos de oposición es más que notable. En el PAN, su jefe nacional, Marko Cortés preludia que su partido solamente conservará Aguascalientes y que perderá Tamaulipas y Durango, en donde los mandatarios son albiazules. Para el PRI, todo indica que será derrotado en las entidades que hoy tienen como gobernadores a militantes del tricolor. Quintana Roo podría ser entregado a Morena. Si las encuestas se apegan a la verdad y los ejercicios demoscópicos no están dirigidos desde Palacio Nacional, Morena podría sumar 4 estados más y subir de 17 a 21 las entidades que se pintan de guinda.
El gran descalabro para el partido oficialista lo representaron las elecciones del 6 de junio pasado. La clase media, ahora blanco de críticas por ser “aspiracionista”, le dio la espalda al partido oficial y le arrebató 9 de las 16 alcaldías de la Ciudad de México, el coto del presidente López y pivote de su Movimiento de Regeneración Nacional.
Un revés no superado ni por el huésped temporal de Palacio Nacional ni por la Jefa de Gobierno de la Capital. Claudia Sheinbaum y su operador político, Martí Batres, desde la secretaria de gobierno, limitó el presupuesto para los opositores y en el Congreso Local se preparan juicios políticos en contra de Sandra Cuevas, gobernante de Cuauhtémoc y Giovanni Gutiérrez, de Coyoacán.
La Alianza Va por la Ciudad de México seleccionó candidatos que supieron vender sus ofertas políticas y destrozaron a los anteriores alcaldes. Pecado mortal para quien presidia Morena en la capital del país y tumba política para el súper delegado del gobierno federal.
2021: EL AÑO DEL CORCHOLATAZO
Si bien, en la política, las costumbres hacen leyes no escritas, este año fue la excepción.
Por regla general, la sucesión presidencial se gesta desde el primer momento en que protesta aquel que gobernará durante los siguientes seis años. La conformación del gabinete siempre ha sido la pista. La cercanía de quienes lo conforman con quien conduce la nave, es signo de posibilidad. Los grupos que acompañan a los suspirantes, se mueven como peces en el agua y comienzan el diseño de la que será la campaña cinco años más tarde.
Desde el inicio del mandato del presidente López, dos nombres surgieron a la palestra: Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal. Alguna pieza movió mal el senador y ahora es el tercero en busca de la candidatura. Lo supera la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum.
Nadie puede negar la cercanía e incluso amistad que unen a Ebrard y Sheinbaum con el presidente de la República.
“Tenemos candidatos para prestarles a las oposiciones”, expresó el presidente López luego de mencionar a Ebrard, Sheinbaum Nahle, Tatiana, Juan Ramón de la Fuente, Esteban Moctezuma… nunca mencionó a Monreal.
A partir del 5 de julio pasado, tres de los mencionados han realizado eventos, entrevistas, reuniones, actos partidistas etcétera encaminándose a pavimentar el camino que los conduzca a la Silla más anhelada: la del Águila.
Dos cierran espacios: el titular de exteriores y la gobernadora de la capital del país. El senador se rezaga y los otros y otras no hacen nada por elevar sus bonos de popularidad para ser tomadas en cuenta a la hora de la decisión, que no será diferente al pasado: el dedo presidencial señalará quien lo sucede… si ello llega a ocurrir.
Hasta antes de Luis Echeverría, los políticos guardaban discreción y no se aventuraban a hablar de la sucesión. En el mandato de LEA por primera ocasión un secretario de Estado, Leandro Rovirosa Wade, de Agricultura y Recursos Hidráulicos, mencionó los nombres de quienes podrían habitar Los Pinos. Mario Moya Palencia (Gobernación), Augusto Gómez Villanueva (Reforma agraria), Porfirio Muñoz Ledo (Trabajo), Hugo Cervantes del Río (Presidencia) y se coló en la lista Luis Enrique Bracamontes (Comunicaciones). ,José López Portillo no formó parte de los mencionados y, sin embargo, fue el caballo negro que ganó la carrera. En aquel entonces, el gobernador de Guerrero, Rubén Figueroa acuñó la frase: “La caballada está flaca”. Quizá sabía que el ganador de la carrera sería JLP.
Hoy, en aras de la “transparencia”, se conocen los nombres de los privilegiados que gozan de la solidaridad, confianza y amistad del presidente.
ARRECIARON LOS ATAQUES CONTRA ÓRGANOS AUTÓNOMOS
Aunque desde la campaña Andrés Manuel López la emprendió en contra de los órganos autónomos constitucionales, el INE se ha llevado, junto con el INAI, las críticas más severas.
Descalificaciones al por mayor para ambas instituciones con miras a doblegar a consejeros y comisionados. Hasta ahora la intención de desaparecerlos o adjuntarlos a la Corte o dependencias con cierta relación en los temas, ha fracasado.
Sin embargo, el Instituto Nacional Electoral se enfrenta al poder omnímodo presidencial y aunque goza de autonomía constitucional, no tiene garantizada su independencia.
Gotas que derramaron el vaso tienen nombre y apellidos: Félix Salgado Macedonio y Raúl Morón, a quienes el instituto les retiró las candidaturas a los gobiernos de Guerrero y Michoacán, lo que irritó al presidente de la República de manera insospechada.
Del INAI ha sostenido que es un organismo alcahuete que ocultó la información de las transas realizadas por la empresa Odebrecht relacionados con los sobornos presuntamente utilizados en la campaña presidencial de Enrique Peña Nieto. A la COFECE la acusa de defender los intereses de los neoliberales y de haber sido impulsora de la “competencia” desleal en contra de la CFE.
Durante el año pasado, desapareció cerca de 100 fideicomisos que nadie sabe a dónde fueron a parar los recursos, porque en el presente, se dejó de apoyar decenas de actividades que impulsaban la cultura, el deporte, la ciencia, la tecnología, el desarrollo sustentable etcétera.
EN LA MIRA, LAS UNIVERSIDADES
Por primera ocasión en su carrera política y como presidente de México, el presidente López involucró a la UNAM en sus reclamos hacia los neoliberales.
La señaló de haberse derechizado y preguntó: ¿dónde están los economistas?… ¿dónde los médicos?… ¿dónde los arquitectos?… y soltó el señalamiento de que la UNAM perdió el sentido social.
Aunque al principio de su mandato enderezó sus ataques contra el ITAM con el paso del tiempo terminó contratado itamitas.
La respuesta del rector de la UNAM y las voces de diferentes universidades reclamando la descalificación presidencial, ésta siguió hasta finales de noviembre.
El gobierno de la 4t quedó a deber en todas las materias excepto en dos: el dinero destinado a sus obras emblemáticas: Tren Maya, Aeropuerto Felipe Ángeles y Refinería Dos Bocas, además del Transísmico. La segunda: el reparto indiscriminado de recursos para sus programas sociales que no han mejorado la calidad de vida de los beneficiarios y menos han reducido la pobreza, al confirmar el Coneval que a la lista de 51 millones de pobres se sumaron 9.8 millones de personas consideradas hasta antes de clase media-media y clase media-baja.
Deudas no pagadas. Deudas que crecen. Deudas que se ignoran.