Por Jesús Michel Narváez
El Heraldo de Chihuahua, publicó una información sobre la charla que ofreció el ministro en retiro José Ramón Cosío y en la que denuncia cómo las acciones del presidente López están desapareciendo derechos porque, según la óptica presidencial, son producto del “imperio” y el “neoliberalismo”.
“Estamos en un momento muy complicado de los derechos humanos: por un lado, una retórica de derechos humanos (nadie se atrevería a decir que no) donde estamos diciendo cosas grandes muy espectaculares. Una práctica que se está restringiendo, en materia de derechos humanos: no se cumplen los de libertad, porque hay restricciones por temas de seguridad; no se cumplen los de prestacionales, los que implica que el Estado otorgue cosas, por restricciones ideológicas o presupuestales, y estamos entrando en este choque. Lo que me preocupa es que, si seguimos con la pura retórica de los derechos humanos y descuidamos la práctica, nos podemos encontrar en un momento de enorme desencanto democrático, que eso ya lo hemos observado en la historia, cuando las personas perciben que no le sirven ni la democracia, ni los derechos humanos, ni la división de poderes. Porque no veo más allá de rollos”.
Más claro, casi imposible.
Cuando el huésped temporal -aunque no le guste- de Palacio Nacional habló de cómo los “nuevos derechos” -entre ellos, los humanos, los del medio ambiente, los feministas, la libertad en todos los ámbitos- en este mismo espacio le informe que el desconocimiento presidencial era brutal.
Los derechos del hombre -así está escrito-, rebautizados en la década de los 70’tas como humanos, se establecen en la Constitución francesa y han sido adoptados por la mayoría de los países, incluidos los “comunistas”, aunque no los practiquen como en Cuba, Corea del Norte, la Federación Rusa, la República Popular de China, Venezuela y Nicaragua, entre otros.
(Por cierto, y como paréntesis, México no se ha pronunciado en contra de las cuasi ilegales elecciones de Managua, en las que se reeligió por quinta ocasión y cuyos resultados son cuestionados por la Unión Europea, Estados Unidos y la OEA. ¿Por qué será?).
Cosío, un ácido crítico de la administración actual, tiene la impresión -para suavizar su comentario- que la administración se asume como la gran defensora del rey o del presidente de la República, y niega la realización de una serie de servicios y una serie de bienes hacia la población que está ya empoderada por los derechos humanos, que han sido reconocidos y otorgados, de acuerdo al lenguaje de cada Constitución.
Al coincidir con el jurista, hay que abundar en la forma que el presidente López utiliza para “mandar al diablo los derechos” -como lo respecto de las instituciones en 2006- y que no es otra que escudarse, por una parte, de su ignorancia y, por la otra, acusar a los neoliberales de haber inventado los nuevos derechos -los humanos tienen 240 años- para “seguir robando”, algo que no ha probado con documentos o acusaciones formales ante los organismos globales.
Los derechos contenidos en la Constitución Política de los estados Unidos Mexicanos devienen desde Los Sentimientos de la Nación, las Leyes de Reforma, la Revolución Mexicana y de los acuerdos internacionales que tienen rango constitucional, de acuerdo al artículo primero de la Carta Magna.
No son neoliberales. Son sí, producto de las mentes e inteligencias de los liberales. Y si bien hay algunos nuevos, como el derecho a un ambiente sano y limpio y el de la protección de los animales, no tienen visos mercantiles y sí sociales.
Al presidente, por supuesto, le importa un comino que en igualdad, que también aporta la Constitución Francesa y la adopta la mexicana, contenga la prohibición de la exclusión de cualquier tipo ya sea por color de piel, por idioma, por creencia o por razones ideológicas y monetarias.
Ojalá que los ciudadanos logren leer el discurso del ministro en retiro y hagan la reflexión que consideren necesaria, pero razonando las consecuencias.
En este gobierno comienzan a esfumarse los derechos conquistados con, aunque suene a clisé, como diría Winston Churchill: sangre, sudor y lágrimas.
E-mail: jesusmichel11@hotmail.com, Twitter: @misionpolitica, Facebook: Jesús Michel y en Misión, Periodismo sin Regaños martes y jueves de 16 a 17 horas por el 760 de Amplitud Modulada.