Por Alfredo Mejía Montoya
El mundo se detuvo, por la pandemia durante gran parte del 2020 y 2021, se descubre que menos emisiones contaminantes al espacio, el planeta cambia sus estándares sobre el calentamiento global y mejora el medio ambiente, lucha que lleva ya varios lustros y continua, . . .
Los lideres del mundo, la rectoría de la ONU, y la prioridad del gobierno de Joe Biden, presidente de Estados Unidos. Se reunieron con la perspectiva del cuidado al medioambiente y sobre el deterioro de los ecosistemas a nivel mundial en la 26ª Cumbre de las Naciones Unidas sobre el cambio climático (COP26) celebrada la semana pasada en Glasgow, Escocia (UK). Por México, claro, estuvo el Canciller Marcelo Ebrard Casaubón en plena campaña con lideres mundiales.
La mayor fuente de emisión de CO 2 es la quema de combustibles fósiles petróleo y carbón. Ranking de los 15 países que más contaminan en el mundo: 1.China 10,000 millones de toneladas; 2.Estados Unidos 5.2; 3.La India 6.0; 4.Rusia 1,6; 5.Japón 1.1; 6.Irán 780; 7.Alemania 702; 8.Indonesia 618; 9.Corea del Sur 611; 10.Arabia Saudí 582; 11.Canadá 577; 12.Sudáfrica 479; 13.Brasil 466; 14.México 439; 15.Australia 411.
No debería haber otro tema en los monólogos de la mañana en palacio nacional, que delinear los compromisos de México ante la lucha mundial sobre el Cambio Climático (COP26). Sin embargo, López Obrador deliberadamente desvía la atención de este tema trascendental y habla sobre temas que solo a él le interesan en su incesante campaña que no tiene fin. Lo mismo, habla de todo y de nada importante, y se oculta en su belicosidad, ignorancia y su facilidad para engañar, pero no logra impactar a los aspiracionistas, conservadores y neoliberales, su incansable odio y golpeteo al neoliberalismo pretende humillar y desestabilizar a instituciones como la UNAM a su fuerza plural y universal; a la Organización Mundial de la Salud (OMS), que el neoliberalismo impulso a que el feminismo, la protección a los derechos humanos, la protección de los animales y el ecologismo fueran excusas para robar,… ¡en el mundo!. En ese orden, el Director de las Américas de Human Rights Watch (HRW) califico como “desquiciamiento total” a dichas declaraciones, y tiene razón.
Mientras, las repercusiones sobre la reforma eléctrica impulsada por López Obrador acechan al corazón económico del país, no se atienden, y tampoco el Congreso de la Unión hace eco de ellas y no incentiva la apertura a un profundo análisis de la iniciativa constitucional, mediante el ejercicio del parlamento abierto a fin de escuchar a todos los actores y sectores involucrados.
Repercusiones que ya se plantean a nivel mundial y que obviamente México puede ser severamente juzgado y castigado ante la aun reversible reforma eléctrica, no aprobada aún.
Podemos afirmar que una de ellas, es la violación al Tratado de Libre Comercio, T-MEC y dar origen a una serie de sanciones de diferentes formás en el caso de que se aprobará la reforma a los artículos 25, 27 y 28 de la Carta Magna, ya que es indudable la afectación a empresas, inversionistas nacionales y trasnacionales, que arriesgaron capital técnico y monetario con las normas y reglas vigentes aún.
La desgracia del gobierno que encabeza López Obrador, su ideólogo (?) en materia energética Manuel Bartlett Díaz además de otros comparsas visibles, pretenden recuperar dos de las empresas paraestatales más improductivas del gobierno federal PEMEX y CFE, ambas con perdidas al tercer Trimestre de 2021 de hasta $ 62,797 y $ 28,853 millones de pesos respectivamente, unidades económicas involucradas en dicha reforma. Por un lado, PEMEX y su ineficiencia en la refinación, de un barril de crudo, deja un 29% de desecho llamado combustóleo cuando el estándar en países petroleros es de solo 3%; basura fósil que la CFE pretende comprar para generar energía eléctrica sucia, además del uso del carbón.
El riesgo de que se incrementen hasta en un 65% las emisiones de carbono en México y los costos de la electricidad aumentarían también hasta en un 54%, mentira de que habrá un precio bajo, estándar y tarifa única, es imposible, en la oferta y demanda en diversos lugares del país con climas diferentes, y de aprobándose las reformás otorgarían al estado un mayor control sobre el mercado eléctrico, llámese Oligopolio, pero solo la CFE decide a quién comprar y ella vender toda la energía eléctrica.
Las repercusiones empiezan a conocerse, el caso de las tiendas de autoservicio o minoristas pretenden restructurar sus proyectos ante la incertidumbre de la reforma energética, Wal-Mart, La Comer, Chedraui ya en 2021, un 70% de energía eléctrica para sus tiendas proviene de energía eólica y de proyectos de paneles solares. Esto es, los contratos firmados y por firmar ante la incertidumbre, serán afectados en forma marginal, deteniendo inversión y empleos, argumentando que si se eliminan los contratos de energía verde que tienen con sus proveedores, tendrán un aumento del costo de energía entre el 15 y 20 por ciento, que impactará al final al consumidor de dichas tiendas.
Los empresarios europeos que han invertido en México en este sector, están sensiblemente preocupados por la posible reforma energética, y reunidos con la Mesa Directiva de la Cámara de Senadores, encabezada por su presidenta Olga Sánchez Cordero, el copresidente de la Comisión Parlamentaria Mixta UE-México, Mássimiliano Smeriglio, sin recato alguno afirmó que “… los problemas que escuchamos, que escuchan nuestras Embajadas y que escuchan también las empresas europeas que han invertido en estos años en México, que es necesario discutir, profundizar y aclarar, porque nosotros también queremos entender, qué va a suceder con la reforma del sistema energético, porque es un tema muy sensible para nuestros países y para la Unión Europea también» (sic)
La repercusión en un futuro más cercano que lejano, las proveedoras de bienes del sector primario y secundario que quieran desplazar sus productos a empresas manufactureras del mundo deben cumplir con estándares ambientales, sociales y de gobierno (ESG en inglés, environmental, social and governance standards). Advirtió la ONU un «Alerta roja para la humanidad» a más de 190 países en Glasgow, Escocia, en la COP26 sobre el deterioro de los ecosistemas, para tomar medidas más fuertes y rápidas para frenar el calentamiento del planeta que ya es víctima de catástrofes en serie. Como Australia, Siberia y California arrasadas por las llamás, inundaciones espectaculares en Alemania, Bélgica y América, sequías, el mayor numero y potencia de huracanes; … La temperatura en la Tierra ha aumentado cerca de +1.1 °C desde la era preindustrial. Y el Inquilino de palacio, pretende reformar la Carta Magna y producir energía eléctrica sucia con combustibles fósiles, combustóleo y carbón, ¡no hay conciencia!
Repercusiones inminentes. 1. la propuesta de reforma es violatoria del principio de no retroactividad de la ley y violar acuerdos comerciales, entre ellos el T-MEC; 2. mayores costos para usuarios finales industriales y residenciales; 3. presión sobre las finanzas públicas; 4. posibles recortes en la calificación; 5. salidas de capitales; 6. menor inversión fija por pérdida de confianza de los inversionistas en México; 7. menor crecimiento económico a largo plazo; 8. incremento de uso de energías contaminantes en un mundo donde la descarbonización se ha vuelto la norma; 9. limitar la participación de la industria privada en el mercado eléctrico mexicano; 10. los contribuyentes serán los principales afectados, ya que a través de impuestos cubrirán las millonarias indemnizaciones dolarizadas, por la cancelación de contratos; 11. México será un país con menores oportunidades de crecimiento y desarrollo económico.
Una posible repercusión será con tasas, cuotas e impuestos ecológicos, a la fabricación, manufactura, siembra y cultivo de los productos del sector secundario y los cultivados del primer sector, por el uso de energías sucias al producirlos. Los socios de México en el TLC (T-MEC), Primero: podrán imponer una tasa, cuota, tarifa o impuesto ecológico al producto elaborado con energía sucia; Segundo: sancionar a las empresas que los producen y no comprar más su producto industrial o de campo; Tercero: sancionar a la región en donde se elaboren, manufacturen, producen siembren y cultiven productos con energías sucias; Cuarto: En caso de prevalecer la infame producción de energías sucias, con seguridad nuestros socios o los compradores del mundo, podrán decidir vetar al país para continuar adquiriendo sus productos elaborados con energías sucias.
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