Por Gerardo Gil Ballesteros
Por fin un necesario respiro del blockbuster. Desde el viernes 16 de julio, se lleva a cabo el Foro Internacional de Cine en Cineteca Nacional. Como cada año, la programación se compone de títulos que tienen una corrida breve e incluso accidentada en las salas de ánimo meramente comercial. De ahí la importancia de este evento que durará hasta el primer lunes de agosto.
Títulos de diversos países componen la programación y de hecho hay un par de filmes mexicanos: Fauna (Nicolás Pereda, 2020), la cual se pudo ver en la pasada edición del Festival Internacional de Cine de Morelia y que en general ha provocado buenas críticas, menos de quien esto escribe.
El largometraje, cuenta la historia de dos hermanos. Luisa (Luisa Pardo y Gabino (Gabino Rodríguez), quienes se reúnen en un pueblo olvidado de la mano de Dios, donde viven sus padres. Lo que parece ser una reunión familiar, se convierte en una sutil invitación a la tensión, ya que la joven llega acompañada de su novio, Paco (Francisco Barreriro) un actor de segundo cachete quien aparece de forma incidental en la serie Narcos, lo cual despierta la curiosidad e incluso el morbo y la intención de bulling en el convivio.
Fauna, es un ejercicio de intachable manufactura académica, pero divorciado de un público que no comparta los intereses del director. El ejercicio de meta ficción en torno a la creación artística y su equilibrio con la búsqueda de la fama, el juego de una historia dentro de una historia, lo cual sin duda es una buena propuesta, se diluyen ante las personalísimas bromas y alusiones al entorno del cineasta. Son buenas salidas, siempre y cuando por lo menos seas un estudiante de cine y compartas la visión del realizador.
Impecable en su presentación, pero realizada como egocéntrica broma única del cineasta a su gremio, el filme incluso peca de didáctico. En todo caso, las críticas, excepto, como ya lo mencioné, de quien esto escribe, han sido positivas, y aunque Fauna no ha pasado por el ojo del público ajeno a cierto círculo, honestidad intelectual me obliga a hacer la anterior anotación.
En la actual edición del Foro, se percibe una reflexión sobre la libertad. Y un ejemplo es otro largometraje brasileño con participación mexicana. Ana (Lucía Murat, 2020). Stella una actriz nacida en Brasil, decide hacer una investigación sobre artistas plásticos y su visión sobre las condiciones políticas en los años setenta y ochenta en sus países: México, Argentina Cuba y Chile.
En este documental, con un juego hacia la ficción, Stella se encuentra con Ana, un misterioso personaje que le cambiará en muchos sentidos el paradigma a Stella. El filme, es una reflexión sobre el arte, la libertad, el pasado, la historia y como estos fantasmas se integran.
Sobre el mismo tono de la libertad se encuentra uno de los platos fuertes del Foro: Liberté (Albert Serrá, Francia, Portugal, España, Alemania). El filme hace una reflexión sobre la transgresión, el erotismo, lo prohibido en torno a un grupo de libertinos, proscritos de la corte de Luis XVI, que poco antes de la Revolución Francesa, deciden dar rienda suelta sin límites de ningún tipo a sus placeres sexuales.
Serrá, con este filme se confirma como un provocador revolucionario, que invita al espectador a llegar a los límites de su voyerismo. Las postales que regala la pantalla están cargadas de erotismo, y los personajes fluyen en su convicción de libertad, en todos los sentidos y sin freno. Sí en La muerte de Luis XIV, Serrá nos daba una mirada indiscreta a la hipocresía y decadencia de la corte, en Liberté, nos empuja a la provocación. La película, por cierto, ganó el Premio Especial del Jurado en Certain regard en Cannes 2019. Del Foro, es la indispensable.
Otro título que destaca es La cordillera de los sueños (Patricio Guzmán, 2019). Documental chileno con coproducción francesa de intachable visión poética sobre la lucha por la libertad y el amor al origen. Los testimonios en torno a los años de la dictadura pinochetista de diversos artistas: Jorge Baradit, Vicente Gajardo, Pablo Salas, se funden con el entorno mudo, pero imponente que dan Los Andes.
Una reflexión desde la distancia, en tiempo y geografía, ya que Guzmán se fue de su país hace décadas, de entrañable lucha e imponente fotografía, entregan un trabajo íntegro que también es una reflexión sobre la libertad y la esencia.
El filme cierra la trilogía compuesta por Nostalgia de la luz en 2010, El botón de Nácar en 2015. La cordillera de los sueños es una obra poderosa y conmovedora.
Así las cosas, la programación y horarios del Foro, con varios títulos más, se pueden consultar en www.cinetecanacional.net. Esta fue solo una probadita, pero regálese una oportunidad de crecer como espectador.