Por Jesús Michel Narváez
Probablemente el mayor reclamo del sector privado mexicano y de los inversores extranjeros sea la FALTA DE ESTADO DE DERECHO.
Colocan en la mesa las cancelaciones de contratos en la industria de hidrocarburos, la cancelación para importar gasolinas, el cierre de gasolinerías, la clausura de depósitos de combustibles; el freno a los parques de generación de energías limpias, entre las más sobresalientes actividades.
Los llamados capitales golondrinos abandonan el país no obstante las todavía tasas de interés que se pagan por CETES y otros instrumentos financieros del Gobierno y del sector financiero.
El sector farmacéutico nacional y las subsidiarias extranjeras fueron marginadas bajo el argumento de que manejaban precios inflados en connivencia con los funcionarios públicos, lo que ocasionó el desabasto de medicamentos; las constructoras mexicanas y de otros países que fijaron sucursales en México ha sido desplazadas por el Ejército y acusadas de corrupción sin que exista en ninguno de los casos denuncias ante las autoridades competentes. Son algunos de los muchos ejemplos que se enraízan en el gobierno del presidente López.
El ESTADO DE DERECHO no solamente lo exigen los dueños de los dineros con los que crean empleos. También a quienes se les aplica la justicia de manera facciosa y los adultos mayores que llevan meses sin recibir el apoyo gubernamental; los jubilados del IMSS reclaman sus derechos y el presidente les responde: no es justo que tengan doble pensión mientras hay millones de pobres.
En Estados Unidos y Canadá hay reclamos por las constates violaciones al T-MEC y en la Unión Europea se sienten afectados los inversionistas alemanes, italianos, franceses y españoles, entre otros, por el cambio de reglas y la ausencia de legalidad. Es decir: FALTA DE ESTADO DE DERECHO.
Con todo ello, que recae en la canchan de Tatiana Clouthier, se atrevió a decir ante autoridades y empresarios de Estados Unidos que “en México existe un ambiente de total respeto al Estado de Derecho y de protección a las inversiones”.
De acuerdo con la información divulgada por la Secretaría de Economía, durante una reunión con la Business Round Table, en donde están representados los directores ejecutivos de las empresas líderes de Estados Unidos, la aseguró que las condiciones están dadas para que se mantenga la misma relación que por más de 27 años ha permitido desarrollar una plataforma de producción que ha posicionado a América del Norte como líder en sectores competitivos e innovadores.
La funcionaria, criticada severamente por su forma de vestir -que puede superar con conocimientos, aunque no se observan-, muestra que la mentira es más contagiosa que la Covid-19. Hay que suponer que la sinaloense considera que los inversores están ignorantes de lo que en realidad pasa en México y que muchos de ellos dejaron inconclusas empresas que pretendían instalar en el territorio nacional y otros de plano cancelaron las negociaciones para traer nuevos espacios de empleo. Otros, de plano, cerraron y se llevaron su dinero.
Tratar de engañar a quienes estuvieron y ya no están con sus empresas en México, verles la cara de aquellos que son industriales de altos vuelos.
Lo dicho comendador: la mentira es más contagiosa que la Covid-19. Por lo menos en esta administración carente de ESTADO DE DERECHO.
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