Acuerdos de Paz
Por Horacio Armando Hernández Orozco
“Oslo”, película dirigida por Bartlett Sher, con la actuación de Ruth Wilson (Mona Juul), Andrew Scott (Terje Rød-Larsen), Salim Daw (Ahmed Qurie), Waleed Zuaiter (Hassan Asfour), Jeff Wilbusch (Uri Savir), Igal Naor (Joel Singer), Dov Glickman (Yair Hirschfield), Rotem Keinan (Ron Pundak), Itzik Cohen (Yossi Beilin), Tobias Zilliacus (Jan Egeland) y Sasson Gabay (Shimon Peres); cuyo estreno fue el 29 de mayo de 2021 a través de la plataforma de HBO.
Mona y su esposo Terje se imponen como propósito de vida, lograr un encuentro entre representantes del gobierno de Israel y de la Organización de Liberación de Palestina (OLP), para que lleguen a un acuerdo pacifista, así que unen sus esfuerzos como facilitadores, sin que lo sepan las autoridades noruegas.
La cinta está basada en la obra de teatro homónima, que da un vistazo a lo sucedido en el marco de los Acuerdos de Paz de Oslo que iniciaron en enero de1993, y culminaron el 13 de septiembre de ese año, en una ceremonia oficial y pública en Washington D. C.
DOS ECONOMISTAS PACIFICADORES
Mona Juul, funcionaria de Relaciones Exteriores de Noruega, contacta a Ahmed Qurie, Ministro de Finanzas de la OLP, para que se reúna en secreto con Yair Hirschfield, un profesor israelí de economía, quien ha sido contactado por Terje Rød-Larsen, un sociólogo noruego y esposo de Mona.
Esta primera reunión tuvo lugar el 4 de diciembre de 1992, en Londres, Inglaterra, sin que el gobierno noruego o alguno otro tuviese conocimiento de ello, la finalidad era acercar a dos posibles protagonistas que pudieran influenciar en futuras negociaciones.
Yair Hirschfield vive en Israel, y para mal fortunio comenta que el frío invernal londinense contrasta con el clima cálido de su país, Ahmed Qurie, también conocido por sus amigos como Abu Alaa, se molesta con el comentario, pues tiene años residiendo en Túnez, al igual que toda la delegación de la OLP.
Antes de su actividad política, Ahmed Qurie fue banquero, y utilizó su experiencia como director-general de la rama económica de la OLP, ayudando a la organización a ser una de los mayores empleadores del Líbano; acompañó a Yasser Arafat a Túnez después de que la OLP fuese forzada a dejar el Líbano por haber apoyado a Saddam Husein.
CUATRO SON MULTITUD
Mona y Terje le cuentan a Jan Egeland, Secretario de Estado de Noruega, sobre la reunión de Londres, y le piden su ayuda para la expedición de las visas y lograr una segunda reunión en Oslo, al principio se muestra reacio a colaborar, pero decide ayudarlos en secreto, por lo que los participantes deberán de tener un bajo perfil.
Esta segunda reunión, un poco más formalizada, tuvo lugar en enero de 1993, en la Mansión Borregaard en Sarpsborg, Noruega, que perteneció al Rey Olaf, y ahí se reúnen de nueva cuenta Ahmed Qurie y Yair Hirschfield, quienes ahora son asistidos por Hassan Asfour, asociado de Qurie y Ron Pundak, profesor asociado y colega israelí de Hirschfield.
No obstante, la hostilidad de los palestinos, la cual es comprensible por las décadas que lleva sufriendo su pueblo, procuran mantener un entendimiento con los israelitas, aunque éstos no tienen una representación oficial, pues en Israel está prohibido tener trato con miembros de la OLP, por no tener reconocimiento oficial y a su vez la OLP no reconoce a Israel como un Estado.
Yair Hirschfeld, profesor israelí en la Universidad de Haifa, fue un personaje clave de los Acuerdos de Oslo en 1993, aunque previamente había tenido contacto con Hanan Ashrawi para establecer canales no oficiales de comunicación con la OLP, siendo el propio Ashrawi que le sugirió que buscara, a través de los noruegos, al ministro de finanzas Ahmed Qurei.
La reunión fue posible, ya que el 19 de enero de 1993, la Knesset israelí derogó la ley que prohibía los contactos entre Israel y la OLP, y al día siguiente, Hirschfeld se reunió con Abu Alaa por segunda vez.
PRIMER BORRADOR DEL DOP
De las reuniones surgió un primer borrador del DOP (Declaration of Principles) y en ellos ya participó Uri Savir, Director General del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, dando un respaldo oficial a las negociaciones, pero ese documento necesitaba ser avalado por un experto de la materia y en junio de 1993, se llamó a Joel Singer, asesor legal del Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel.
Estos dos últimos personajes fueron claves para lograr que esos canales secretos se convirtieran en oficiales; aunque los palestinos estaban a la defensiva, pues Joel Singer anteriormente se desempeñó como Director del Departamento de Derecho Internacional de las Fuerzas de Defensa de Israel y redactó el reglamento que justificaba al ejercito sionista para intervenir en Gaza.
El primer borrador del DOP estableció tres términos básicos: “Retirada de Israel de Gaza, devolución gradual del poder económico a los palestinos y asistencia económica internacional a la naciente entidad palestina en Gaza”. También incluía el principio de “Gaza primero”, según el cual todas las concesiones israelíes estipuladas se cumplirían en Gaza antes de cualquier arreglo final.
SUFICIENTE SANGRE Y LÁGRIMAS
Teniendo ya la aprobación de Yossi Beilin, Viceministro de Relaciones Exteriores de Israel, la embajada israelí se reunió en secreto cuatro veces más con los palestinos; y después de la reunión final, el acuerdo pasó a los canales oficiales, para convertirse en la «Declaración de Principios».
Esta última versión, incluyó elecciones, autonomía provisional y una cesión del poder a los palestinos, en el transcurso de una retirada israelí gradual. «Gaza primero» también llegó a incluir parte de Cisjordania alrededor de Jericó; a este documento se le llamó Acuerdos de Paz de Oslo I; el 13 de septiembre de 1993, se firmó en la Casa Blanca esa Declaración de principios, a la cual le siguieron otros más, pero cuando Clinton dejó la presidencia, el proceso de paz quedó atascado y comenzó una nueva ola de violencia israelí-palestina.
En un momento de la cinta, le preguntan a Mona qué es lo que la motiva a buscar ese arreglo entre palestinos e israelitas, y ella contesta que estando de viaje por Gaza, se equivocaron de ruta y vio a dos jóvenes, uno vestido de militar y otro de jeans, con miedo en sus rostros que sólo reflejaba que ninguno de ellos quería estar en esas condiciones en ese lugar y momento.
Recientemente hubo una nueva escalada de violencia que agravó la situación del conflicto palestino-israelí, enquistado durante décadas, pero ¿acaso no ha sido suficiente sangre y lágrimas derramadas de ambos pueblos para poner fin a este conflicto?
La mejor respuesta la tendrá como siempre nuestro amable lector…
