Por Arturo Lino Guzmán
El turismo es una veta incalculable de posibilidades para obtener ingresos y mejorar la economía de las poblaciones donde se localizan los destinos turísticos, los atractivos o sitios de interés que hay en ellos; además genera empleos de buena calidad y bien remunerados, con lo que se propicia el desarrollo de los países.
En este espacio hemos insistido en la importancia que tiene el cuidado del medio ambiente, de la naturaleza, del patrimonio cultural y natural que hay en México, porque tiene que ver con el turismo. Aquellas naciones que han preservado sus recursos son las que se distinguen en su potencial económico y en consecuencia en su boyante industria turística.
El tema del cuidado ambiental es fundamental, así como prioritario para aquellos gobiernos que tienen la visión de un mejor futuro para sus ciudadanos, sin embargo vemos que hay una constante depredación de los bienes forestales, marinos, de los ríos, lagos, lagunas, esteros, de los bosques y selvas, por tala inmoderada, contaminación de las aguas, de una desertificación acelerada de la tierra productiva, que contribuye al elevar los niveles de pobreza de la población. Esos recursos forman parte importante para el desarrollo del turismo y su cuidado propicia interés en los destinos.
Es alarmante la pérdida de patrimonio natural en el país, en especial de los cuerpos de agua que son vitales para el consumo humano, para la agricultura, la industria o actividades productivas, entre ellas las agropecuarias, pues va en función a los alimentos que consumimos y en este sentido tiene que ver con la gastronomía que forma parte del turismo y que gracias a la variedad de alimentos que hay, la cocina mexicana, es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la UNESCO.
México se ha caracterizado de ser un país con incalculables recursos, pero desafortunadamente hoy vemos con tristeza como se van agotando esos bienes, porque no hemos tenido el cuidado, ni las leyes se aplican con rigor para imponer sanciones. Hay grupos criminales, bandas organizadas que están talando árboles de todas las especies que son fundamentales para la captación de agua, sin que se les ponga freno a pesar de tener una Guardia Nacional, que debe estar dedicada al combate de los delincuentes e infractores a gran escala.
Vemos con preocupación que el agua potable empieza a escasear y la ciudad de México es uno de los destinos con mayores flujos turísticos en el país y en este sentido de llegar a una crisis por este motivo, el colapso sería inminente para el turismo, que es en su mayor parte nacional, pero que pondría invariablemente en jaque a la economía de los establecimientos de hospedaje, restaurantes y de servicios turísticos. Insistir en el respeto a la naturaleza es primordial para tener recursos sustentables.
Además de acciones más estrictas por parte de las autoridades, se requieren campañas de concientización encaminadas a crear una cultura de la preservación, del no desperdicio, de evitar generar basura o en su caso separar los diferentes tipos de deshechos y para ello se necesita un enorme programa de difusión, con presupuesto gubernamental de varias dependencias, en las que podría estar incluida la propia Secretaría de Turismo.
Asimismo, sería ideal que en los niveles básicos de enseñanza desde preescolar, hasta la preparatoria, se incluyan las materias de turismo y ecología, para que desde niños, la población tome conciencia de la importancia que tiene la industria turística para el país y la necesidad de contar con un medio ambiente equilibrado a fin de tener una vida saludable, que tanta hará falta en estos tiempos en la que las amenazas de pandemias se hacen cada vez más frecuentes.
La labor es de todos, sin excepción porque tanto los gobiernos federal, estatales y municipales deben hacer lo propio urgentemente con el propósito de propiciar políticas públicas acorde a las necesidades del momento y crear las condiciones de un desarrollo más rápido, porque el tiempo apremia y los cosos serán más elevados para los ciudadanos.
El dinero en lugar de emplearse para recuperar lo que perdamos, se podría canalizar a una educación de más calidad, destinar recursos para la ciencia y la tecnología y ser un país competitivo. El turismo también estaría en una franca ventaja y seríamos de los países más favorecidos. Ojalá se comience pronto, por el bien de México y las futuras generaciones. Educar, es la clave.