No me Amenaces, No me Amenaces…

*De “Denme por Muerto” al Grito de Fraude…Fraude

*Al Diablo con sus Instituciones, Parece ser una Verdad

*¿Se irá a La Chingada, su Finca en Palenque, Chiapas?

Por Alberto Almazán

Sin estar en el “rincón de una cantina”, pero escuchando otra de José Alfredo cuya letra es Reveladora: No me amenaces, no me amenaces…”, ubica el reiterado anuncio del presidente López de que en el 24 se va a Palenque, a su finca, porque es un demócrata. ¿Se quedó en el pasado y olvidó cómo mando al diablo a sus instituciones?

Es tan repetido su fraseo sobre el particular, que obligadamente la mente regresa al 2003-2004-2005 cuando como como segundo Jefe de Gobierno elegido legítimamente, decía los periodistas y ante cualquier micrófono que le pusieran enfrente: “para el 2006, a mí denme por muerto…”. El 29 de julio de aquel año la Asamblea Legislativa aceptó su renuncia al cargo. ¿La razón? La explicaba el propio Andrés Manuel López antes de iniciar la entrega de cheques a beneficiarios del Programa para el Rescate de Unidades Habitacionales, en el Museo de la Ciudad de México: “… el 30 de julio vence el plazo para el registro de aspirantes a la candidatura del Partido de la Revolución Democrática (PRD) a la Presidencia de la República”. (¿Dónde quedó su expresión denme por muerto? Era una mentira.

Su razonamiento: no quería apuntarse estando aún en el cargo.

¿Cuántas veces pidió que lo dieran por muerto? Decenas, quizá centenas.

Por eso, ahora que repite como loro de lengua negra –son los que hablan y memorizan sus palabras- que en el ’24 se jubilará, se irá a vivir a “La Chingada” –original nombre de su finca en Palenque, Chiapas-, “escribirá” un nuevo libro y se dedicará a la crianza de ovoides, se tiene que pensar en José Alfredo. Porque “…están que te vas y te vas y no te has ido…”.

Por sus declaraciones da por descontado que la consulta popular para la revocación de mandato le será favorable y que el “pueblo bueno y sabio” lo dejará terminar su mandato de 5 años y 10 meses.

Será el primer Presidente de México que no encabece en 6 ocasiones el Grito de Independencia. Tendrá que abandonar su residencia temporal –ojalá y cumpla y no actúe como su amigo Trump- el 31 de agosto. El sucesor “que está de este lado… tenemos muchos de 5 años y más…”, asumirá el cargo el primero de septiembre con lo cual termina la era en donde, primero cuatrienalmente y después sexenalmente, el Presidente de la República rendía protesta ante el Congreso de la Unión al iniciar el último mes del año: diciembre.

ES UNA TENTACIÓN QUE TODOS TIENEN

Con excepción de la única reforma al artículo 83 de la Constitución de 1917 promovida por Plutarco ELÍAS Calles para satisfacer la ambición reeleccionista de su jefe de jefes, Álvaro Obregón y convertirlo en el traidor del espíritu de la Revolución Mexicana al desconocer el fondo de “sufragio efectivo, no reelección”, ningún otro de los 15 presidentes electos y que siguieron después del asesinato del sonorense, se reeligió.

Pero todos tuvieron la tentación de hacerlo, aunque la Constitución lo prohibía con la reforma que eliminó la frase “…por única ocasión” (escrita para que Obregón tuviera aun segundo periodo).

Dos personajes mostraron la ambición de seguir gobernando: Miguel Alemán Valdés y, marcadamente, Carlos Salinas de Gortari.

Andrés Manuel López no es la excepción. Durante algunas conferencias matutinas y en entrevistas –escasas, por cierto- llegó a decir que si “el pueblo quiere…” seguiría para culminar su proyecto de cuarta trasformación.

Ha cambiado. ¿Qué lo hizo recular?

Probablemente la derrota de su amigo Trump le abrió en parte los ojos y observó que cuando el pueblo no quiere, la derrota acompaña al mandatario y lo convierte en expresidente.

O quizá tomó el pulso de lo que se pensaría allende la frontera norte. A lo mejor alguien lo convenció de terminar en tiempo y forma y evitar el colapso de la democracia.

¡Vaya usted a saber!

Sin embargo, con el huésped de Palacio Nacional –ningún presidente vivió ahí desde Benito Juárez, porque el Castillo de Chapultepec se convirtió en la residencia oficial hasta que Lázaro Cárdenas ordenó la construcción de Los Pinos (se dice que pensaba era una ofensa vivir en un Castillo)- no se tiene claras sus intenciones.

La actitud asumida en sus tres primeros años de Jefe de Gobierno del Distrito Federal fomenta las dudas de sus actuales compromisos. Revisar lo que ha hecho en dos años y 3 meses, inclinaría la balanza del lado en el que no se cumplen las promesas.

El insistir en que en el ’24 se va a su finca, podría ser solamente la estrategia para que sus fanáticos seguidores le pidan: “no se vaya, no se vaya”, aunque millones completen la petición con un “quedando”.

Y es que está con “te vas y re vas y no te has ido” y quienes le toman la palabra pierden la apuesta.

¿De verdad se irá al término de su legítimo mandato o solo está midiéndole el agua a los camotes?

Poco vivirá aquel que no llegue a julio de 2024, fecha en la que se realizarán las elecciones. Ahí se demostrará su hay valor para respetar la hasta ahora irrespetada Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

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