Por Nidia Marín
No pasa una semana sin que nos muestren desde el gobierno federal una buena parte de su rostro de injusticia. Así como se exhibió con singular frialdad la decisión presidencial de no vacunar a los médicos del sector privado, la semana pasada dieron otra mal nueva: la orden de que retornen a trabajar los burócratas sin haber sido inoculados y sin fecha para hacerlo.
Hay una vacunación selectiva que ni que.
Ante ello, la rebelión está en marcha y miles se niegan a regresar a sus labores sin haber sido vacunados. Es una injusticia dicha orden que afecta a un gran número de mexicanos de las clases medias. Y en el fondo del asunto se ubica el desastre llevado a cabo por el gobierno en la adquisición de vacunas, como resultado de haber despedido a quienes tenían experiencia en la materia y haber colocado en esos puestos a inexpertos y de remate inhumanos. Algo similar a lo que ocurre en a Secretaría de Salud.
Ahora pues el cubetazo de agua helada le tocó a la burocracia, por cierto mal querida por el huésped de palacio.
¿Cuántos son estos hombres y mujeres de México?
Refugiándonos en el INEGI diremos que al cierre de 2017, laboraban 4,198.846 personas en las administraciones públicas federal y estatal, de las cuales 40.4% formaban parte del gobierno federal, mientras que en el ámbito municipal, a su vez trabajaban 1,012.348.
Aún no llegaba este gobierno cuando las instituciones de las administraciones públicas federal y estatal estaban dirigidas por 2,433 titulares, de los cuales 22.7% eran mujeres y 77.3 hombres.
En el año previo, es decir en 2016, de los 41,940 titulares de las administraciones municipales 25.8% eran mujeres y 74.2% hombres.
En aquel tiempo (2017), asegura la institución estadística el servicio de energía eléctrica, las escuelas públicas y el servicio de limpia generaron los mayores niveles de satisfacción entre la población, es decir las labores realizadas por estos trabajadores.
En contraste, la policía, el transporte público y el alumbrado público tuvieron los menores porcentajes de satisfacción.
Asegura el INEGI que la administración actual, por medio del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, estableció una serie de criterios que garanticen el adecuado funcionamiento de la administración pública, basados en el combate a la corrupción y la administración de recursos públicos para satisfacer las necesidades de la población.
“Frente a esta responsabilidad, resulta relevante conocer la capacidad de gestión que tienen las administraciones públicas en México como insumo para mejorar la toma de decisiones en aspectos relacionados con la eficiencia y eficacia de la estructura organizacional, la asignación de recursos, y la implementación de acciones de mejora regulatoria, orientadas a incrementar el acceso y ofrecer mejores servicios públicos, principalmente a la población de zonas con mayor rezago social”, precisó.
Sin embargo, lo que se sabe hasta ahora es que en 2019 hubo 10,000 burócratas menos por órden presidencial. Sí, fueron despedidos.
¿Cuántos hay ahora entonces? Se desconoce con certeza, pero aseguran que son aproximadamente seis millones en todo el país.
Es justo señalar que este sector de la población mexicana ha padecido los estragos de la pandemia, no solamente en las elevadas cifras de quienes han enfermado, son en el también muy alto número de fallecidos.
En la semana que empezó ayer seguramente alcanzamos más de 220,000 de muertos (reales más de 400,000) y contagiados más de 2 millones 400 mil (reales más de 2 millones y medio.
Y lo triste es que las vacunas… NO ALCANZAN.