Como resultado de la crisis por Covid-19, a escala mundial, hubo una pérdida de 400 millones de empleos de tiempo completo y cerca de 300 millones de trabajadores vieron una reducción de jornada que se vio reflejada en menores ingresos.
Pedro Américo Furtado de Oliveira, Director de la Oficina de País de la OIT para México y Cuba, explicó durante su participación en el Foro Forbes Descifrando el empleo: Desafíos y oportunidades laborales en México que el impacto de la crisis pudo percibirse en todos los estratos sociales, sin embargo, afirma que el gran reto hacia el futuro es que la recuperación de las fuentes de trabajo será muy desigual.
“Si tomamos un elemento de horas de trabajo, hubo sectores donde los empleadores redujeron horas de trabajo por un tema de contingencia, estimamos que se redujo 8% las horas laborales. El gran reto es que la recuperación será lenta, desigual e incierta”, detalla.
El representante de la OIT explica que la desigualdad en la recuperación obedece a las características y las diferentes velocidades de la economía global, sin embargo, los factores comunes son los procesos de vacunación y las políticas públicas, que serán clave para revertir el retroceso de 4% en el PIB global.
“Hoy los gobiernos deben enfocarse en evitar una mayor informalidad del empleo y de las empresas”, dijo.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha realizado diversos diagnósticos y recomendaciones, no obstante Pedro Américo Furtado advierte que no todos los países tienen el mismo margen de maniobra para poner políticas en marcha.
“Hay desafíos en la implementación del teletrabajo, la regulación por ejemplo. Este es un aspecto que muchos países ya estaban en posición de generar reglas, pero hablamos de otros retos como la inequidad en el acceso a la tecnología”.
En una segunda instancia, Furtado explica que habrá otros retos que no son típicamente asociados al empleo, como los desafíos ambientales.
“Se calcula que se van a perder 8 millones de empleos por el combate al cambio climático, porque son empleos que no son tan limpios”, señala.
Hacia adelante, la OIT plantea una estrategia de política pública que tenga como centro asistir a los grupos vulnerables.
“Será un reto para los países porque, en este tema, se debe considerar la capacidad fiscal y monetaria”, añadió.q