Destruyendo los Bosques y Dando Cuerda a los Virus

A la Vuelta de la Esquina

Por Iván Ruiz Flores

¿Nuestros bosques han descansado del saqueo durante la pandemia? Tal vez. En todo caso deberemos reconocer que es lo único bueno que ha sucedido donde afortunadamente no metieron la mano las autoridades que, ya se vio, echan todo a perder.

Pero, los mexicanos estamos dejando pelonas selvas y bosques. Nada nuevo y sí muy riesgoso cuando se supone que por la depredación del medio ambiente surgen los virus más peligrosos como el Covid-19 y todas sus mutaciones, mismos que tienen cuerda para rato con tanta destrucción mediambiental.

Viene a cuento el asunto de los bosques porque el día 21 de marzo, además de ser la fecha del natalicio de Benito Juárez que se celebra en lo nacional en México, internacionalmente es el Dia Internacional de los Bosques.

Nuestro país, desde hace tiempo, no ha dado una buena respuesta en el cuidado de los bosques al grado de que ocupa mundialmente el quinto lugar en deforestación.

El investigador José de Jesús González Rodríguez, del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública de la Cámara de Diputados, en su trabajo “La Deforestación de México” señala que en el diagnóstico de la situación prevaleciente en el sector, el Programa Nacional Forestal ha identificado los principales problemas que son percibidos como esenciales: cambios de uso de suelo en forma clandestina; incremento en la presencia y afectación de incendios forestales de gran magnitud (2021 será un año de gran sequía), problemas de sanidad forestal en bosques sin manejo forestal; pocas acciones de inspección y vigilancia, así como compleja dictaminación de programas.

Además: no se cuenta con canales de almacenamiento, transformación y distribución y de los productos maderables; deficiente infraestructura de caminos forestales; baja capacidad para la transformación de madera en pie o en rollo; rezago tecnológico en la industria de la madera; bajo nivel de integración productiva en el sector forestal; dificultades para la comercialización de los productos forestales; incipiente aprovechamiento comercial de productos forestales no maderables; falta de acceso a mecanismos de capitalización (inversión y financiamiento) y empresas forestales poco competitivas.

El estudioso explica que México cuenta con aproximadamente 64 millones de hectáreas de bosques de clima templado y selvas que abarcan el 32% del territorio nacional. Adicionalmente, el país tiene 56 millones de hectáreas de matorrales y cerca de 2 millones de vegetación. Asegura que dichos recursos son de gran importancia para el país desde el punto de vista social, económico y ambiental.

Conforme al “Estudio de tendencias y perspectivas del sector forestal en América Latina al año 2020”, alrededor 80% de los bosques y selvas del país se encuentran bajo régimen de propiedad social, constituidos en alrededor de 8,500 núcleos agrarios. Las poblaciones que constituyen estos núcleos agrarios están vinculadas directamente con los recursos forestales para la obtención de sus principales satisfactores.

Expone que la misma fuente estima que la remoción anual de madera es del orden de los 56 millones de m3 por año. La contribución directa del sector forestal es de 5,000 millones de dólares por año. (0.81% del PIB nacional) y genera alrededor de 100,000 empleos permanentes cuyo sueldo es entre 3-4 veces superior al sueldo derivado de actividades agropecuarias.

En cuanto a la deforestación, precisa la existencia de diversas estimaciones sobre las tasas de destrucción a nivel nacional, cuyos rangos fluctúan entre 75,000 hectáreas por año a cerca de 1.98 millones de hectáreas por año.

Las estimaciones oficiales, agrega, muestran una pérdida de vegetación arbolada en los últimos años de cerca de 1.08 millones de hectáreas por año, cifra que se estima en 775,800 ha/año si solo se consideran bosques y selvas.

Pero he aquí que la pobreza rural juega su papel en esta depredación, porque señala el investigador:

I.- Las personas en situación de pobreza tienden a valorar más el presente que el futuro

II.- Los sectores con bajos ingresos tienen poca información y lenta adaptación al cambio tecnológico

III.- Los sectores depauperados tienen una limitada gama de actividades productivas y

IV.- La pobreza esta regularmente asociada a una alta presión demográfica que exige una mayor presión sobre los recursos naturales.

Así, la problemática forestal en México es también:

-Escaso desarrollo de plantaciones forestales comerciales

-Insuficientes capacidades de organización, planeación y autogestión de las personas propietarias y poseedoras de los recursos forestales.

-Escasa integración de los actores del sector forestal para la toma de decisiones.

-Baja participación de mujeres, jóvenes e indígenas en actividades del sector forestal.

-Deficiente planeación del desarrollo regional en las Unidades de Manejo Forestal.

-Marco regulatorio complejo.

-Trámites excesivos para solicitar apoyos forestales. ▪ Incertidumbre jurídica.

-Deficiente vinculación de la oferta de profesionales forestales con el sector forestal.

-Insuficientes conocimientos y técnicas para la transformación de madera en rollo.

-Falta de investigación y desarrollo de tecnología.

-Investigación y academia desvinculada de las necesidades del sector forestal.

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