*Insiste el Ganso en hundir al país en crisis de salud, violencia y económica. 168 mil 432 muertos
Por Miguel A. Rocha Valencia
Ya no es incertidumbre sino temor, miedo fundado en el futuro próximo de los mexicanos no sólo por la pandemia sino por la economía y la violencia donde el Mesías de la 4T insiste en mentir con sus “números” a sabiendas que la realidad es muy diferente.
Los voceros encabezados por el propio Oráculo de Palacio Nacional, hablan y festinan vacunas que no llegan ni se sabe con certeza el volumen y la fecha en que arribarán al país; ni siquiera de cual marca; si se trata de inseguridad, dicen que disminuyó mientras las matanzas continúan a todas horas sin importar el lugar, donde cada vez más se involucran elementos de seguridad y para colmo, parece que la meta es quebrar al país con necias posiciones que inhiben la inversión privada, en tanto el gobierno sostiene sus tres obras emblemáticas y programas clientelares.
La realidad es que no hay vacunas, que oficialmente en un día se registraron mil 701 fallecimientos, con lo que se llega a casi 170 mil mexicanos muertos por Covid y se tienen más de 66 mil contagiados activos.
Al igual que en salud, en materia económica, “El Peje” no escucha, y no se trata de lo que digan analistas mexicanos a quienes el Ganso de Macuspana considera sus enemigos, sino de organizaciones internacionales de prestigio incluyendo calificadoras de crédito como instituciones financieras y de fomento.
Incluso surgen voces entre las huestes del machuchón de Palacio que coinciden con instituciones nacionales como el Centro de Estudios Económicos y Sociales del Sector Privado y del propio CCE, quienes alertan del divorcio, mejor dicho, pleito que trae el de Macuspana contra el capital, al que califica de corrupto, ventajoso y explotador.
Hoy más que nunca se necesita inversión; en los dos últimos años, a raíz del gran error de cancelar el Aeropuerto Internacional de Texcoco por supuesta corrupción, con lo que la deuda de los mexicanos aumentó en más de 600 mil millones de pesos, se cancelaron inversiones que superan los dos billones de pesos tanto por proyecto iniciados como por el retiro de empresarios internacionales que de plano ya no quisieron arriesgarse.
Lo mismo en energía que en obra pública, la inversión extranjera en México se contrajo en los dos años de la Cuarta, casi un 22.5 por ciento. Si eso se traduce a lo que significó en el Producto, son millones de empleos no generados y retroceso en el crecimiento de bienestar.
Esa es una realidad que el Profeta tabasqueño quiere ignorar a pesar que desde el Senado de la República, las secretarías de Hacienda y Economía le dicen que la única forma de salir más o menos pronto de la actual crisis es acudir, aliarse con la inversión privada, a la cual el mandamás detesta, descalifica y rechaza, los ve como enemigos de su movimiento porque son los hombres del dinero.
Y está bien, así es la visión reduccionista del presidentito que tenemos, pero lejos de optar por lo menos, por incrementar inversión pública, prefiere sostener obras que no van a ser rentables, que agreden al medio ambiente y favorecen ya sea a las fuerzas armadas o a sus empresarios favoritos.
Con ello y la canalización del gasto público a los programas clientelares para asegurar su preeminencia política, el caudillo de Tepetitán no estimula el crecimiento de la economía, la vuelve ratonera, porque en muchos de esos casos es gasto sin beneficio ni retorno.
Lo peor es tirar dinero bueno al malo como el caso de Pemex donde no sólo en 2020 registró la cifra récord de 606 mil millones de pesos, en pérdidas, a los cuáles se deben sumar los 346 mil millones de pesos del 2019, que representaron un aumento del 92 por ciento en relación a 2018.
Esto es que durante lo que lleva la 4T en el gobierno, la paraestatal a la cual se han inyectado más de 350 mil millones de pesos fiscales más deudas adicionales por cerca de siete mil millones de dólares, registra pérdidas acumuladas por casi un billón pesos, al tiempo que su déficit estimado en generación de crudos y refinación, crece.
Con ello el gobiernito actual muestra su total equivocación en la política energética que inició con aquel tema de cancelar contratos de ductos, la mentirosa guerra al huachicoleo, compra de pipas por más de 100 millones de dólares, contratación de miles de choferes, una nómina adicional al Ejército para cuidar los envíos por tierra y la amenaza de cerrar unilateralmente contratos con generadores de energías limpias y la negativa a la inversión en nuevos proyectos.
Esto último no sólo acareará más desconfianza de inversionistas en el país a causa de las políticas del profeta cuatrotero, sino también pleitos internacionales y hasta comprometer lineamientos del T-MEC que tan pomposamente le fue a agradecer a Donald Trump en el meritito Washington para apoyarlo en su campaña reeleccionista.
Pero claro, también gastar en Pemex tiene sus ventajas pues es ahí donde personajes destacados de la administración y sus parientes realizan los mejores negocios, iniciando por parentela del Jefe del Ejecutivo, pasando por el titular de la paraestatal y su jefa, la secretaria de Energía quien no sólo tiene a la familia en el saqueo o entrega de concesiones, sino hasta a los compadres y paisanos de allá, de Coatzacoalcos, Veracruz.
Así es la Cuarta, de cuarta.