Por Jesús Michel Narváez
Aunque para los simples mortales pasó de noche la decisión de la Unión Europea con el que activo el control de las exportaciones de antígeno que frena la Covid-19, lo que significa que no serán exportadas todas aquellas vacunas que se produzcan dentro del bloque del Viejo Continente.
¿Qué significa para el resto del mundo? Que aunque hayan comprado producción de Pfizer y BioNTech y la hayan pagado por adelantado no recibirán ni una sola dosis antes del 31 de marzo y que afectará a laboratorios con los que la Comisión Europea firmó acuerdos de compra anticipada. Eso señala el mecanismo puesto en marcha.
Y si bien a los mortales “se nos fue la nota”, el titular de Exteriores, Marcelo Ebrard informó que el Gobierno federal manifestó su preocupación por sus nuevas limitaciones de exportación de vacunas de empresas productoras de fármacos ubicadas en los 27 países que conforman la Unión Europea. (Eran 28, pero el Reino Unido la abandonó).
“El viernes hablé con mi homólogo de la Unión Europea, Josep Borrell, para externarle la gran preocupación de México y de toda América Latina y el Caribe para que esta medida no se vaya a convertir en un obstáculo al envío de vacunas”, reveló el canciller mexicano durante la conferencia matutina de este martes.
Ebrard informó que le han asegurado que no será así. “Vamos a estar vigilantes de que efectivamente no nos restrinjan el acceso a las vacunas, sería contradictorio con la política que ha seguido la Unión Europea”, quien recordó que México ha colaborado con la UE en la plataforma Covax de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) y en todos los esfuerzos multilaterales para la aceleración de la producción del antídoto.
Sin embargo, argumentado la ampliación de su planta en Bruselas, Pfizer y BioNTech dejaron de cumplir el compromiso pactado y pagado desde el mes pasado y anunciaron que podrían reanudar las entregas a mediados de febrero, situación que no se ha confirmado.
Es extraño que un Gobierno haya cubierto el costo 34. 4 millones de vacunas y en el contrato, que no conocemos, no se fijaran sanciones por incumplimiento. Más extraño resulta que el responsable de Exteriores no estuviera al tanto del tema y que incluso aceptara la donación del antígeno a Honduras antes de que se completara de fuera vacunado el personal de primera línea como se anunció originalmente.
Si el “programa de vacunación” –hay que llamarlo de alguna manera- se retrasa, Ebrard cargará con la responsabilidad y bien podría ser utilizada en su contra cuando acabe de tejer su proyecto rumbo al 2024.
De ahí el título de esta entrega: ¿Reclamo o Súplica?… porque él se juega todo. Y si pierde, el futuro se desvanece.
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