*(Roto de Última Hora)
Por Jesús Michel Narváez
Acostumbrado a ser omnipresente y tener la capacidad de hablar todo el día, el silencio guardado por el presidente López ya causa alarma.
Más, después de que el vocero presidencial, Jesús Ramírez Cuevas publicara en su cuenta de twitter que el “presidente se recupera…”, lo que genera la impresión de que entre el lunes y el jueves –fecha en que posteó- la salud de López se deterioró.
Porque lo vimos el lunes. Allí están las fotos en las que está acompañado de Marcelo Ebrard mientras dialogaba con el presidente de la Federación Rusa, Vladimir Putin con la finalidad de llegar a un acuerdo para la compra de 24 millones de vacunas de las cuales 200 mil llegarían antes del 10 de febrero. Pero ante la crisis de gobernabilidad que se siente porque está presente, salió en un video grabado en los pasillos de Palacio Nacional en el que su rostro se muestra sin ningún efecto de enfermedad. Su largo mensaje, pareció, mejor dicho, ratificó que se encuentra en “buen estado” y que los efectos del contagio le han hecho lo que el viento a Juárez.
Un silencio que se rompió para mostrar a un presidente “en todas sus facultades”.
Desde ese momento, el presidente ha estado ausente. Sí, rodeado por un equipo de médicos, especialistas de alta jerarquía, como debe ser, pero nadie sabe a ciencia cierta qué tiene, como evoluciona y si se encuentra completo en sus capacidades.
Un mensaje que no dejó de ser político-electoral y que muestra cómo el aislamiento lo obligó a dejar la cama y “acicalarse” para presentarse ante los ciudadanos. Como de costumbre, la mentira afloró y dejó la impresión de que su enfermedad no es sino una nueva cortina de humo.
Un contagiado –me lo dice uno que estuvo a punto de morir- no recuerda todo lo que ha dicho y, salvo las mentiras, forman parte de su archivo. Insensible como siempre, citó a un beisbolista, Baby Ruth, para justificar su existencia: no podemos rendirnos.
Y como su estuviera en sus mañaneras, enfatizó que l corrupción es peor que la malaria y por tanto hay que concluir la obra de transformación. ¿De verdad está contagiado o es otra de sus estrategias para ser víctima?
Porque en el video se ve entero, fuerte y como López, el que desdeña la pandemia y lanza sus prédicas para mejor la sociedad. El cierre fue: gracias a quienes se preocuparon… a todos les mando un abrazo. No dijo si a sana distancia y sin cubrebocas.
Antes, este texto formó parte de lo escrito sin haber conocido el video.
Este es el tuit de Ramírez Cuevas:
@GobiernoMX continúa su marcha, así como los programas y obras; ante la emergencia sanitaria, avanza el plan de vacunación. El pdte. @lopezobrador_
recupera poco a poco su vigor y su salud. Sigue pendiente de los asuntos de gobierno y trabajando tranquilamente.
¿Qué significa recupera poco a poco su vigor y su saludo?
Porque se recupera lo que se perdió.
Poco a poco implica que su buena salud y su excelente vigor lo abandonaron.
Y conociendo la forma de pensar, de actuar, de López resulta incomprensible que durante 5 días no hayamos visto una foto mientras trabaja en su despacho de Palacio Nacional.
Tampoco hemos leído un tuit como nos tenía acostumbrados.
Si alguien sabe que los espacios vacíos alguien los llena, porque los aprovechados y ambiciosos sobran, es el presidente López. Conoce, y hay que admitirlo, la reacción de la gente cuando el dirigente se ausenta.
No recuerdo un silencio de AMLO que durara más de las horas que toma para dormir. Porque desde la mañana hasta el anochecer no para de hablar. Por eso Vicente Fox le grito: Ya cállate chachalaca”.
Su ausencia provoca sospecha. ¿Podría estar más enfermo de lo que se dice? Porque el contagio por Covid-19 no tira al enfermo en dos días. Tarda una semana cuando menos. ¿Acaso estaba enfermo desde antes? Y como dice López-Gatell, el presidente es asintomático y por ello, quizá, no se registre la gravedad de su estado.
Podemos o no estar de acuerdo con su forma de actuar y su manera de expresarse. No compartir sus reyertas con el pueblo malo, los fifís, los neoliberales, no significa que se le desee males mayores.
Paga el costo, cierto, de su desdén por el letal virus. Y el tiempo, que es oro, actúa en su contra.
Me quedo con la duda del “recupera poco a poco su vigor y su salud”. Eso es: perdió el vigor y la salud.
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