Por Verónica V. González y Arnoldo Piñón
En los primeros días de diciembre, Francisco García Culebro, quien desde hace más de una década maneja multimillonarios aportaciones de más de 80 mil trabajadores sindicalizados y de base del ISSSTE por concepto de auxilio, fue descubierto en campaña para captar adeptos que le permitan, aparentemente, postularse como candidato a la presidencia de su sindicato.
Según la información disponible, García Culebro, tesorero de la comisión nacional de auxilios -de la que ya fue presidente y que desde 2017 preside su hijo Erick Arturo García Salamanca Varela-, cuenta como adherentes a su causa a la sección estatal de Oaxaca, cuyo secretario general, Ángel Priego, es uno de sus incondicionales; y de la ex secretaria general en el Estado de México, Ivonne Torres Nicolás debido a que ella y sus hermanas -en especial Oralia- tanto le deben.
Junto con la sección 6 Estancias de Bienestar y Desarrollo Infantil (EBDI’s) que dirige su hijo mayor Francisco Enrique García Salamanca Varela -desde hace más de treinta años el papá es el cacique-, cree tener condiciones para obligar a la doctora Norma Liliana Rodríguez Argüelles y al abogado Hilario Ramírez Chávez, a negociar la inclusión de sus hijos en sus planillas.
Y es que el objetivo último de la campaña en que está embarcado, no es disputar el liderazgo sindical, sino generar condiciones que le permitan a sus juniors retener la estratégica comisión de auxilios y la secretaría de turismo -de la que es titular su hijo Francisco Enrique-, para evitar riesgos que prospere el creciente reclamo que sean auditados los manejos de los multimillonarios manejos de los dineros de los trabajadores frente a las sospechas que él y los suyos se han enriquecido escandalosamente.
La comisión nacional de auxilios cuenta, de acuerdo con el último reporte dado a conocer en el pleno de noviembre del Sindicato Nacional de Trabajadores del ISSSTE, con un fondo por poco más de un mil ocho millones de pesos. A la quincena cada trabajador aporta 81.48 pesos -equivalente al tres por ciento del salario mínimo burocrático-, para que al pensionarse tras treinta años de servicios los hombres y veintiocho las mujeres, reciban un auxilio por 42 mil pesos más otra cantidad igual del ISSSTE.
En 2009, García Culebro se hizo del control de esa comisión que la presidió en los siguientes cuatro años, para cederla a su hermano Carlos Fermín, quien la entregó a su sobrino Erick Arturo. En los primeros días de su gestión, deslizó que en el liderazgo sindical de Ricardo Pontigo Márquez se perdieron 90 millones de pesos en una mala inversión con acciones de Comercial Mexicana y que en algunas cuentas bancarias no aparecía el dinero que debían tener -véase para mayor información el libro «El bienamado» de Arnoldo Piñón-. Nunca aportó pruebas.
Según esto, García Culebro ha mantenido conversaciones con exsecretarios generales de secciones estatales de Chiapas, Tabasco, Quintana Roo, Chihuahua y Baja California, a los que les habría externado su intención de inscribirse como candidato a la presidencia de su sindicato.
Pocos le creen, debido a que por su edad -ingresó al ISSSTE en febrero de 1970-, las enfermedades y la pésima imagen, no le dan oportunidad de obtener el triunfo. Perciben que pretende utilizarlos para negociar posiciones para sus hijos -incluso tienen la certeza que le buscará un espacio a su hija menor, Delmy Enriqueta García Salamanca Varela, la que desde hace meses goza de comisión sindical-.
El riesgo que la familia enfrenta, es que pudiera prosperar la exigencia de auditar los manejos de los dineros de los trabajadores que integran el fondo de la comisión de auxilios, ante la obviedad de manejos poco claros, como el que un caso se informa de los intereses financieros de las inversiones en distintos instrumentos, mientras los juniors mantienen un ritmo de vida excesivo -se habla que una noche en un centro nocturno al sur de la ciudad, uno de ellos liquidó una farra por 60 mil pesos-.
García Culebro maneja además una enorme lista de comisionados sindicales con goce de sueldo, en la que no sólo figuran hermanos, sobrinos, esposas de sus aliados, algunos de los cuales tienen más de veinte años de cobrar su salario, por lo que han generado derechos jubilatorios en el ISSSTE. Corrupción obvia.
Los casos más llamativos son los de las señoras Rosa María Martínez Jiménez y Blanca Celina Mendoza Jáuregui, ambas comisionadas con goce de sueldo desde 1995, esto es, dentro de tres años podrán jubilarse sin necesidad de trabajar la mayor pare de su vida laboral, pero sí cobrando puntualmente salario y prestaciones económicas. Son esposas de Salvador Díaz Castro y Sebastián Chávez, exsecretarios generales de la sección 6 EBDI’s y cuyos hijos Cristian Salvador y Josué Sebastián han ocupado carteras.
Comisionados desde hace años se encuentran Abundio Ordaz Orobio -con comisión sindical también en la Secretaría de Salud-, Marco Antonio García Culebro -desde 1995- y Blanca Elvira García Culebro -a partir del 2000-. En la lista figuran también María Inés Olguín Pérez y Marcela García Rosas, esposa e hija de Carlos Fermín García Culebro.
Incluso comisionado se encuentra Mauro Manuel Sánchez Méndez de la Fuente, hijo de Mauro Manuel Sánchez Méndez, jefe del jurídico del Órgano Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM) -aliado de García Culebro que lo llamaba despectivamente «orangután»- a quien el sindicato de controladores aéreos ha acusado públicamente de extorsionador de sindicatos.
PARA LA AGENDA
José Medel, exdirigente sindical de los trabajadores de la CDMX obligado a renunciar en una revuelta de secretarios generales seccionales durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador en la ciudad, cree tener en el arropamiento de la subsecretaria de Finanzas, Berta Elena María Gómez Castro, el impulso necesario para que su alfil, Heladio de la Rosa, sea el candidato oficial a la dirigencia del SUTGCDMX, cuando la pandemia permita convocar a elecciones democráticas. La mal llamada coalición de la que es el líder moral está conformada por cartuchos quemados sin influencia real entre los trabajadores -el caso más llamativo es el de Julio Miranda, eterno perdedor en la sección 1 «Limpia y transportes»-. El objetivo real de Medel son los negocios que se hacen con los trabajadores: la ropa de trabajo, por ejemplo, a través de empresas de su socio Gerardo Márquez, el accionista mayoritario de la Gaceta RS y a quien el año pasado le otorgaron la mayoría de las partidas de ropa y zapatos después de ser declarada desierta la licitación a la que se había convocado, ¿por intercesión de la subsecretaria de egresos? Medel quisiera olvidar dos de sus antecedentes: en diciembre de 2004 fue uno de los opositores a la permanencia de Joel Ayala en la FSTSE -lo que concluyó con la creación de una nueva federación, la FEDESSP-, aliado entre otros con Fernando Espino Arévalo, Víctor Bernardo López Carranza, Ignacio Castillo y el profesor Rafael Ochoa; y la denuncia penal que le enderezó a López Obrador al final de la campaña presidencial de 2006 por unos 1,200 millones de pesos de cuotas de trabajadores no enteradas al ISSSTE con el objetivo de dañarlo en las elecciones. Ambas acciones las realizó asesorado por cercanos a la maestra Elba Esther Gordillo -incluido en ese entonces Mauro Sánchez Méndez-, lo que permite entender por qué Morena se alió con el Partido Nueva Alianza -bajo la influencia de Alfonso Cepeda, líder del SNTE-, que con el Partido Redes Sociales Progresistas de la profesora…