*Inundó a los Pobres para Salvar a Dos Bocas; cae el Empleo y hay Subocupación
Por Miguel A. Rocha Valencia
Mientras en Tabasco se aclara que la inundación a las zonas pobres no fue para salvar a Villahermosa, sino a la zona de lagunas de Paraíso-Dos Bocas para evitar que las obras de la refinería del tlatoani se “ahogaran”, la versión de que el país se recupera fue echada por tierra por el INEGI el cual confirmó la caída del empleo formal, colocando la tasa de desempleo en 5.1 en relación a la población económicamente activa.
Esto es que al tercer trimestre del 2020, hay 2.8 millones de personas que deseando laborar, no encontraron una plaza regular para hacerlo. En relación al tercer trimestre del año pasado, el número de desocupados aumentó en 621 mil 853.
En cuanto a la inundación, el profeta de Macuspana prefiere reconocer que inundó a los más pobres para evitar daños a la capital Villahermosa, precisamente para desviar la atención del real objetivo del desfogue de presas que hubiesen afectado, inundado las obras de la refinería de Dos Bocas, mucho más allá de los tres metros que se le ha aumentado a su nivel, porque para efectos de imagen le pegó menos la mentira.
El daño político de evidenciar que la zona de manglares no es el lugar ideal para la refinería a la que le asignaron más de 45 mil millones de pesos para este año, sería mayor al costo financiero de sostener un proyecto que saldrá mucho más caro por las condiciones en que se encuentra, aunque con la ventaja de tener el puerto y zona de almacenamiento de Dos Bocas.
Los expertos aseguran que uno de los mayores gastos de la fábrica, será en materia de mantenimiento, pero no de las instalaciones sino para mantenerla a flote y las obras que se realicen para evitar los efectos de desfogue de presas o crecida de ríos y lagunas, se lo achacarán al “salvamento” de la población más pobre de la entidad. Mentira.
La otra mentira que no se puede sostener y evidencia la falta de inversión privada, es el aumento sostenido del empleo formal, donde el diferencial con el año pasado es de 1.4 puntos, es decir no hay nuevos trabajos y sí mayos demanda.
De acuerdo con el Inegi, la tasa de desempleo que se ubicó en 5.3 por ciento, 1.6 puntos porcentuales superior a la de igual periodo de un año antes, y la de mujeres fue de 4.9 por ciento, 1.1 puntos porcentuales más en el mismo lapso.
El desempleo masculino ascendió a un millón 787 mil 562 personas y el femenino a 981 mil 929.
Pero es en el segmento de subocupación donde se ve el mayor impacto, ya que aumentó en el tercer trimestre de 2020, al variar 9.2 puntos porcentuales respecto al mismo lapso del año anterior y así colocarse en 17 por ciento; aquí las más afectadas fueron las mujeres con 9.7 por ciento y los varones con 8.8.
De tal suerte que, respecto a 2019 la demanda pasó de 4.3 millones en el tercer trimestre de 2019 a 8.7 millones en el tercer trimestre de 2020, con un aumento de 4.4 millones de personas.
Ahí están los números que habrá de desmentir el oráculo de Palacio Nacional, como siempre.