*Habrá Medicamentos en Enero-Febrero
*La Compra Consolidada por la ONU
*Mientras, que Mueran los Pacientes
*Gastarán 32 mil de los 100 mil Millones
*Se Cubrirá el 2.8% del Cuadro Básico
Por Alberto Almazán
Viviendo su obsesión de que todo en el pasado se corrompió, el presidente de la República firmó el acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para comprar medicinas en el extranjero y “garantizar el abasto y el derecho a la salud” en México.
Se adquirirán fármacos en el extranjero sin pasar por Cofepris por un valor de 32 mil millones de pesos para cubrir 384 claves del sector salud cuyo cuadro básico lo integran ¡14 mil 806! lo que representa menos del 3 por ciento.
Según el presidente “ya se logró establecer el acuerdo con la ONU para la compra de medicamentos. Se van a comprar todas las medicinas del sector público en el mundo, donde se consigan medicinas de buena calidad, a buen precio y que se pueda resolver un problema de tiempo atrás que ha afectado mucho, porque no se ha contado con el abasto suficiente y queremos que se resuelva. Que no falten los medicamentos y se puedan proporcionar en centros de salud de manera gratuita para hacer realidad el derecho a la salud“.
Con este acuerdo, presuntamente se podrá contar con medicamentos en tres meses.
Mientras tanto, que los niños con cáncer, los diabéticos, los hipertensos y los con problemas cardiovasculares, podrán continuar por la ruta que lleva a la muerte.
El secretario de Salud, Jorfe Alcocer Varela dio a conocer que en el caso de los niños con cáncer “los tratamientos pronto llegarán”. Ese vocablo podría ser de inmediatez o de esperanza perdida.
Desde Palacio Nacional sonaron las palabras presidenciales: “Ya se tiene el primer pedido de las medicinas, se va a hacer cargo la ONU, en particular la UNOPS (Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos), va a ser una licitación mundial, transparente y se resolvió dar un anticipo a la ONU para la compra de medicamentos”.
Y es que desde su óptica y con la información con la que cuenta, el desabasto de fármacos lo propiciaban 10 empresas distribuidoras –nunca se comprobó- y por ello se buscó la intervención de la ONU.
Durante los dos años de su gobierno 2019-2020 el abasto de medicamentos ha sido insuficiente porque con las compras consolidadas realizadas desde la oficialía mayor de la Secretaría de Hacienda cuando Raquel Buenrostro estaba a cargo, la ruptura con la industria farmacéutica nacional y las empresas extranjeras asentadas en México, fue virtualmente total. Los distribuidores y laboratorios fueron acusados de vender a sobreprecio y de chantajear al gobierno dejando de surtir los pedidos.
“…costó muchísimo –romper el círculo vicioso-, porque estaban involucrados intereses tanto de las farmacéuticas, distribuidores de medicamentos y funcionarios públicos, que hacían su agosto con la venta de medicamentos. Estamos hablando de 100,000 millones de pesos. Habían 10 empresas que acaparaban la venta de medicamentos y tenían representantes al interior del gobierno”, volvió a señalar.
Y machaconamente recordó: “antes” habían (sic) trabas legales para que las farmacéuticas extranjeras de prestigio pudieran introducir sus medicinas en el país, ya que ese proceso podía tardarse hasta un año. Eran las trabas que habían (sic) para dar preferencia a ciertas distribuidoras. Se hace una modificación a las leyes con un decreto, para que se simplifique ese trámite”.
Con ese decreto la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios dejará de supervisar calidad y eficiencia de los fármacos. Probablemente por ello dejó de ser organismo autónomo y ahora forma parte, junto con otras 12 instituciones, de la Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud en donde Hugo López-Gatell tiene el control absoluto.
EL NUEVO CUADRO BÁSICO
En febrero de 2019 el secretario de Salud –un hombre prácticamente invisible- anunció el nuevo cuadro básico de medicamentos para el sector y dio a conocer que se compondría con 14 mil 806 claves, a fin de “garantizar la equidad en el acceso a medicamentos y tener mayor cobertura en la atención, lo que representa un importante logro en el cumplimiento del derecho a la salud de las y los mexicanos”.
No obstante que la selección de los fármacos corresponde a este gobierno, el de la 4t, la compra que realizará la Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos solamente contempla 384, que no alcanza a ser el 3 por ciento de lo requerido por el sector salud.
Ni el presidente ni el secretario del ramo explicaron la razón por la cual solamente se adquirirá ese número de claves y tampoco porque tratándose de una mínima parte del Cuadro Básico se gastarán 32 mil millones de pesos –unos mil 500 millones de dólares- cuando, en palabras presidenciales, el sector realiza compras por más de 100 mil millones de pesos anualmente.
La medida festejada con bombo y platillos no atenderá a la población, no en suficiente número, que padece enfermedades crónicas y tampoco cubrirá las necesidades de los niños con cáncer, a quienes no se les aplican los tratamientos desde hace 8 meses y ello provocó la muerte de más de mil 800 menores, mientras el gobierno justifica la escasez a causa del “robo” ocurrido hace un mes -4 de octubre- que causó la sustracción de 37 mil tratamientos.
¿A cuántos enfermos se puede atender con solamente 384 claves cuando son 14 mil 806 las que componen el Cuadro Básico?
La falta de claridad en el anuncio, la carencia de información en cuanto al tipo de medicamentos que se adquirirán y bajo el pretexto del combate a la corrupción, los enfermos mueren por falta de atención.
Otro componente que no se aclara es qué pasará con la industria farmacéutica nacional. Porque entre los fármacos que se adquirirán se encuentran genéricos que se producen en México bajo el estrictito control que hasta hace unos meses aplicaba la Cofepris.
Pero desde Palacio Nacional todo se festeja aunque se trate de un nuevo engaño. La ONU buscó vender el avión presidencial y no lo consiguió. La ONU pide que la vacuna contra el Covid-19 se venda prácticamente a su costo. Hasta ahora no hay respuesta. La ONU quiere evitar guerras y fracasa. ¿Qué nos haría pensar que las licitaciones para los medicamentos serán transparentes y se cumplirá el compromiso?
Habría que esperar una respuesta que, por desgracia no llegará.