Por Alberto F. Mena Mallen
Existen muchos ejemplos de las malas decisiones que se han tomado en la actual administración de la 4T, como con la pandemia o la salud, donde ellos argumentan que han sido las correctas, cuando los resultados que se tienen hasta la fecha, son mostrados por la realidad, contrarios a los datos de la ciudadanìa que se muestran en las redes sociales y medios de comunicación.
Y no son precepciones, tan es asì que comenzó a crecer el rechazo hacia el presidente Andrès Manuel López Obrador, por sus grandes mentiras y medias verdades, asi como sus “otros datos”, que son criticados por quienes “quieren de nuevo que impere la corrupción, por quienes desean seguir como antes y no quieren el cambio que millones de mexicanos pidieron”, lo que no es absolutamente cierto, ya que quienes votamos por él, SI deseamos que México sea otro, despues de que gobiernos partidistas, lo destrozaron, lo vilipendiaron, lo maltrataron y casi lo destruyen.
También queremos a un gobierno que atienda a los pobres, a los olvidados por gobiernos priistas y panistas que buscaron solo su beneficio, aunque no deseamos que cambie drásticamente el rumbo de la nación que ha sobrevivido a otras pretensiones que la historia nos lo recuerda y que nos aisle del mundo como se observa actualmente, ya que la globalización existe, es un hecho y que no es posible hacerse a un lado ni de este sistema ni de la tecnología.
Pero no deseamos a este gobierno que quiera atender solo a los pobres, sino queremos que use su poder como gobernante para atender a todos los que habitamos en todo el territorio nacional. También buscamos que nuestro presidente sea más abierto y que ya no siga dividiéndonos para obtener beneficios electorales como se observa con su comportamiento.
Pero eso no es argumento para seguir destrozando a las instituciones, porque son muy corruptas. Como se ha dicho insistentemente, que en lugar de acabarlas, debió haber implementado planes o proyectos paralelos, investigar quienes formaron parte de la corrupción, sancionarlos y corregir lo malo que se encontró, así como ajustar lo que se debe, en lugar de comenzar desde cero con el maltrato a millones de mexicanos que no formamos parte de la corrupción “generalizada” que se pregona a diario desde el púlpito de las mañaneras. Era mucha chamba y también no ganar adeptos para las próximas elecciones.
Por eso estamos molestos, porque hay millones de mexicanos que están sufriendo por los gobiernos anteriores, pero también por éste, que prometió acabar con ese malestar que es la corrupción y en la que pocos participaban y que generaban que muchos, se corrompieran para poder evitar ser más pobres de lo que ya están.
Y volvamos a las medidas que se han tomado por lo de la pandemia, que tiene la amenaza de volver a rebrotar porque no se adoptaron decisiones firmes para evitar la muerte de casi 90 mil mexicanos –y en aumento-, y miles de contagiados, con el riesgo de que tambien fallezcan. Perfirieron evitar las criticas y protestas que cuidar la salud de quienes creimos que lo harìan con sus promesas de campaña.
Luego del zizizape entre el gobierno de la 4T y algunos gobernadores, por lo de la pandemia y otros rubros, como lo inequitativo de los presupuestos asignados, ahora resulta que en Oaxaca habrà multas de 500 pesos para quienes no utilicen el cubrebocas en la vìa pùblica, donde ya captaron recursos que se han cobrado por este motivo. Lo que se debió haber hecho desde que comenzó la pandemia, pero nuestros “profesionales” encargados de implementar sistemas no visualizaron esta situación, cuando en otros paìses lo aplicaron. Y lo malo es que insisten en sus medidas cuando ya se demostró en el extranjero que son una de las mejores.
Otro rubro que molesta a los mexicanos son los decesos del personal mèdico, -tenemos el primer lugar mundial-, ya que suben 45.4 por ciento las muertes en este sector y todo por el mal manejo administrativo y de operación, tanto del equipo médico que se debió haber entregado a los doctores, enfermeros y personal de apoyo para que hicieran bien y seguros su trabajo y por la falta de medicamentos que siempre han escaseado por ineficaces en su administraciòn.
Otro punto que también ha prevalecido negativamente es de la aplicación de las pruebas. Mientras en China, por citar un ejemplo, las aplican a millones en apenas 5 dìas, para conocer quienes pueden estar contagiados y controlarlos, aquí apenas se dan cuenta y en forma miserable, -porque al parecer no quieren gastar o tal vez buscan que se mueran los que se tienen que morir y evitar erogar mayores presupuestos-, de que hay que realizar pruebas contra el Covid-19, lo que ha causado que en el paìs existan casi 200 mil decesos más de los esperados a septiembre del presente año.
En tanto que, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC) se pronunció a favor de aplicar pruebas rápidas contra el coronavirus en los aeropuertos, antes de que los pasajeros tomen sus vuelos, como lo hacen en Europa, ya que permitiría recuperar a este sector que es de los màs afectados por la pandemia, aquí, en la capital del paìs, se instalan kioskos para aplicar dichas pruebas, pero en forma restringida, aunque señalan que hay 82 puntos en donde se brinda orientaciòn médica y se aplican las pruebas de forma gratuita.
La vacuna contra la influenza, otro ejemplo, se aplica de manera limitada, ya que cuando uno va a algun centro de salud o simplemente al Seguro Social, informan que aùn no la tienen y cuando les llega, apenas alcanza para algunas decenas, por lo que muchas personas tiene que andar tras las vacunas para aplicarselas. Incluso las llamadas, que se hacen para conocer si ya cuentan con la vacuna, particularmente a las clìnicas del IMSS ni se toman la molestia de contestarlas, aunque se quede uno horas pegado al telèfono.
Pero tambien existen empresas, como sucede en Chihuahua, donde las maquiladoras se niegan a suspender labores a pesar de que regresaron al semàforo rojo en dicha entidad.
Ello ante autoridades que prefieren la economía a la salud de la población. Incluso, Hacienda hace un señalamiento en el sentido de que si no hay un control de la pandemia, no habrà recuperación económica.
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